VIDA MODERNA
Remedios naturales para ayudar a eliminar los cálculos en los riñones
Esta afección puede generar dolor e incomodidad.
Así como el corazón y el cerebro son necesarios para la vida humana y se insta en el cuidado de su salud, lo mismo sucede con los riñones. Pocas veces se es consciente de que el estado de estos últimos órganos es determinante para el cuerpo, debido a que son uno de los elementos claves dentro del aparato urinario, que permite la eliminación de residuos y excesos de líquidos en el organismo.
Como detallan desde Top Doctors, un portal de salud en España, la salud renal debería ser una prioridad para las personas por múltiples razones; entre ellas, para la prevención de enfermedades que pueden deteriorar significativamente la calidad de vida, poniéndola inclusive en riesgo. Se ha encontrado que el bajo rendimiento de estos órganos pueden influir en las probabilidades de padecer una enfermedad cardiovascular.
Pero no es solo para mitigar las consecuencias negativas que se deben mantener el cuidado de los riñones, sino también para propiciar el bienestar general, ya que afecciones como la Enfermedad Renal Crónica suelen caracterizarse por el dolor y la incomodidad que generan en sus pacientes.
¿Qué son los cálculos renales?
Los cálculos renales son una de las afecciones más conocidas en lo que a la salud de los riñones respecta. Se trata de unas piedras que se forman en el interior de estos órganos y que suelen causar dolor, por su complejidad para expulsarlas del organismo.
Estas pueden ser provocadas por diversas razones, por lo que su tratamiento también depende de ello. De acuerdo con el portal Mayo Clinic, estas formaciones tienden a producirse por la acumulación de sustancias encargadas de la composición de cristales en el organismo, como el mineral calcio.
Cabe decir que esto no significa que la ingesta de este nutriente sea nociva, sino que en ocasiones puede que la orina no lo procese adecuadamente, lo que lleva a que se generen esos cúmulos rocosos en los riñones. Así pues, dependiendo del compuesto que se haya formado en el organismo, los cálculos se pueden dividir entre los de calcio, de cistina, de ácido úrico o de estruvita.
¿Se pueden aliviar los cálculos en casa?
Lo primero que se debe hacer es acudir al médico para que sea este quien determine de qué clase de cálculo se está hablando, el tamaño de dichas formaciones y el abordaje más adecuado de acuerdo con esos criterios. Cuando los cálculos renales están en una etapa avanzada es posible que se requiera de una cirugía, debido a que el aparato urinario no puede hacerlo por sí mismo.
En cambio, si se encuentran en un estado todavía controlable, el experto podrá indicar algunos cambios en la alimentación y en el estilo de vida, los cuales estimulen la expulsión de las piedras y eviten que continúen formándose.
Como indican desde el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales, una entidad anexa a los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, una de las recomendaciones básicas para los pacientes de cálculos renales es beber abundante agua, ya que de esa forma se puede favorecer la producción de orina y con ello la eliminación de las sustancias que en exceso pueden causar los cálculos.
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Algunas opciones naturales también pueden ser una alternativa para complementar el tratamiento de los cálculos renales, como lo es el apio. Un artículo de Medical News Today señala que este vegetal no solo es fuente de agua, sino también de compuestos antioxidantes, que previenen el daño oxidativo sobre las células.
Para preparar un remedio a base de esta verdura, se sugiere procesar un tallo de apio y un vaso de agua y así obtener su jugo. Esta bebida se puede tomar todos los días mientras se alivia la condición.
Efecto similar tienen las bebidas cítricas, como el zumo de limón, debido a que en su composición nutricional figura citrato, “un compuesto que ayuda a descomponer los depósitos de calcio y retardar su crecimiento”, añaden desde Medical News Today. Lo sugerido es diluir el zumo de limón en agua y beber un vaso en la mañana y otro en la noche.