Remedios naturales para la boca seca y amarga

La boca seca es una afección en la que la persona siente que no hay suficiente saliva en su boca, gran parte del tiempo. De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, esto puede ser incómodo y provocar problemas de salud. Algunos de los signos de boca seca son:

• Sensación pegajosa y seca en la boca.
• Problemas para masticar, tragar, degustar o hablar.
• Sensación de ardor en la boca.
• Sensación de sequedad en la garganta.
• Labios resecos.
• Lengua seca y áspera.
• Llagas en la boca.
• Infecciones en la boca.
• Saliva que se siente espesa y fibrosa.
• Mal aliento.
• Dolor de garganta o garganta seca y ronquera.
• Cambios en el sentido del gusto.
• Problemas para usar dentaduras postizas.

Según indican los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, la sequedad de la boca, también conocida como xerostomía, ocurre cuando las glándulas salivales de la boca no producen suficiente saliva para mantenerla húmeda.

Algunas de las causas de este trastorno pueden ser el resultado de un efecto secundario del consumo de algunos medicamentos, problemas de envejecimiento o radioterapia para el cáncer.

Respecto al sabor amargo en la boca, Tua Saúde, portal especializado en salud, explica que puede deberse a varios factores como problemas de higiene y cuidado bucal, la toma de algunos medicamentos, problemas de reflujo gastroesofágico, etcétera.

En caso de presentar una o ambas afecciones es importante consultar a un médico para recibir la asesoría adecuada e iniciar un tratamiento oportunamente, en caso de que sea necesario.

Sobre esa misma línea, Medical News Today, sitio web especializado en salud, brinda algunas recomendaciones y remedios caseros que pueden ayudar a aliviar los síntomas para la boca seca y/o amarga.

• Mantener una limpieza y cuidado dental regular. Cepillarse después de cada comida, usar hilo dental y enjuague bucal.
• Masticar chicle sin azúcar. Esto puede ayudar a que la saliva se mantenga en movimiento en la boca.
• Ingerir mucho líquido durante el transcurso del día.
• Evitar desencadenantes de reflujo gástrico (alimentos grasosos, picante). Asimismo, moderar el consumo de alcohol y tabaco.
• Agregar una cucharada pequeña de bicarbonato de sodio a un vaso de agua. Enjuagar la boca con esta mezcla.

Mal aliento

El mal aliento, también conocido como halitosis, es un problema que puede provocar vergüenza y ansiedad en las personas. Según Medline Plus, hay varias causas de esta afección, como “puede ser porque no se cepilla o no usa el hilo dental frecuentemente. La bacteria que se acumula en su boca y entre los dientes produce mal olor. Otras causas pueden ser enfermedades de las encías, boca seca o caries, sinusitis u otros problemas con su nariz”.

Se debe tener en cuenta que también hay algunos alimentos que pueden provocar mal aliento como cebollas crudas, ajo o repollo. Asimismo, fumar o algunos medicamentos o enfermedades también pueden causar halitosis.

Algunos factores que pueden provocar mal aliento:

• Absceso dental.
• Cirugía gingival.
• Alcoholismo.
• Caries dental.
• Prótesis dentales.
• Consumir determinados alimentos como repollo, ajo o cebollas crudas.
• Café y una dieta no muy bien balanceada en el pH.
• Objeto atorado en la nariz (generalmente sucede en niños).
• Enfermedad de las encías (gingivitis, gingivoestomatitis, GUNA).
• Diente impactado.
• Mala higiene dental.
• Amígdalas con grietas o criptas profundas y gránulos de azufre.
• Sinusitis.
• Infección de la garganta.
• Tabaquismo.
• Suplementos vitamínicos (especialmente en grandes dosis).
• Algunos medicamentos, incluyendo inyecciones de insulina, triamtereno y paraldehído.

Enfermedades como:

• Mucositis ulcerativa, necrosante y aguda.
• Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
• Insuficiencia renal aguda.
• Obstrucción intestinal.
• Bronquiectasias.
• Insuficiencia renal crónica.
• Cáncer esofágico.
• Carcinoma gástrico.
• Fístula gastroyeyunocólica.
• Encefalopatía hepática.
• Cetoacidosis diabética.
• Infección o absceso pulmonar.
• Ocena o rinitis atrófica.
• Enfermedad periodontal.
• Faringitis.
• Divertículo de Zenker.