Cómo poner en orden la salud en Bogotá

La reestructuración de la salud se adelanta desde 2016. La medida ha sido objeto de críticas por parte de diversos sectores que consideran improvisada su implementación y porque pone en riesgo la salud de los bogotanos. Por su parte, el Distrito sostiene que ya se ven resultados como la disminución del hacinamiento en varios hospitales.

El objeto de esta reforma es la reorganización de los 22 hospitales del Distrito en cuatro subredes, dirigidas por una gerencia principal controlada por la Secretaría de Salud. “Antes de que fuera aprobado el acuerdo 641 en el Concejo, existían 22 hospitales como entidades jurídicas autónomas independiente y hoy hay una red con 4 subrredes” aclara el secretario Morales, “ya no hay niveles de complejidad, sino una red con unidades especializadas”, complementa.

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De esa manera, la red del Norte la integran los hospitales de Usaquén, Chapinero, Suba, Engativá y el Simón Bolívar. En la Suroccidente se agrupan las de Pablo VI de Bosa, Kennedy, Sur y Tintal. En la del Centro Oriente están Rafael Uribe, San Cristóbal, Centro Oriente, San Blas, La Victoria y Santa Clara. Y en la del Sur, Usme, Nazareth, Vista Hermosa, Tunjuelito, Meissen y Tunal.

La idea del Distrito es crear unidades especializadas en cada subred, que actualmente no existen en la ciudad, ampliar la cobertura y que el funcionamiento sea más eficiente. “Al tener un lugar especializado donde se ofrece todo en el mismo sitio se garantiza la alta calidad de la atención”, dice el secretario. Por otro lado, con este modelo “se está haciendo economía de escala lo cual  hace más eficiente el funcionamiento”, agrega Morales.

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Los servicios de pediatría de la red Suroccidente fueron los primeros en entrar en esta reorganización. El Hospital del Tintal fue el centro escogido para acoger la atención especializada de los niños de esta zona de la ciudad; “la idea es tener 100 camas de pediatría, cirugía y pasar de tener seis unidades de cuidados intensivos pediátricos a tener 15”, dice Morales. La siguiente zona en ser intervenida es la del Norte, en la cual los servicios especiales de pediatría serán manejados desde el Hospital de Suba. En la subred del sur, la concentración de estos servicios será en el Hospital de Meissen y para la red del centro oriente se tiene planeado construir una unidad materno-infantil en donde hoy está ubicado el Hospital San Juan de Dios.

Estos traslados de unidades han sido muy criticados por sectores como la Sociedad Colombiana de Pediatría, que considera que trasladar servicios de hospitales de tercer nivel como el de Kennedy o el Simón Bolívar a otros con menos capacidad afecta negativamente la salud de los niños. Sin embargo, Morales aclara que “lo que estamos concentrando en estos centros es la atención especializada de alta complejidad, pero lo ambulatorio, como la consulta con el pediatra, la vamos a tener en los Centros de Atención Prioritaria (CAPS)”. Explica el secretario, que la idea del Distrito es contar con 40 de estos centros en toda la ciudad. 

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Otro de los puntos de discusión del modelo tiene que ver con las barreras de acceso, pues según los críticos estos traslados pueden afectar, entre otras cosas, la economía de los pacientes que tienen que trasladarse a centros que no conocen. A esto, el secretario responde que con esta reorganización se busca precisamente llegar a las zonas con más concentración de personas.

El tema de la concentración de servicios en la capital hasta ahora empieza. Según el secretario, la ciudad va a contar con centros especializados en ortopedia, cardiología e incluso un centro de urgencias especializado que ofrecerá  todos los recursos para la atención de los pacientes.