Vida Moderna
Riesgo de cáncer aumenta tras consumo de estas dos sustancias
Los médicos cuentan con diversas herramientas para tratar el cáncer.
El cáncer es el crecimiento descontrolado de células anormales en el cuerpo y las células cancerosas también se denominan células malignas, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, explicó que el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol aumentan las probabilidades de padecer cáncer y en especial el de cuello y cabeza. De hecho, cerca del 75 % de los cánceres en la cabeza y cuello se relacionan con el consumo del tabaco, incluyendo el fumar y el tabaco sin humo.
Adicional, La Sociedad Americana Contra el Cáncer de Estados Unidos reveló que algunos de los tipos más comunes de los cánceres en la cabeza y cuello son:
- Cáncer de cavidad bucal: empieza en la boca.
- Cáncer orofaríngeo: comienza en la parte de atrás de la boca o en la garganta.
- Cáncer nasal: comienza en la abertura detrás de la nariz, un espacio que va por encima del paladar y luego desciende hasta unirse a la parte de atrás de la boca y de la garganta.
- Cáncer de seno paranasal: comienza en las aberturas alrededor o cerca de la nariz denominadas senos.
- Cáncer nasofaríngeo: comienza en la parte de arriba de la garganta, detrás de la nariz.
- Cáncer de laringe: comienza en la zona de la laringe.
- Cáncer hipofaríngeo: empieza en la parte baja de la garganta, al costado y detrás de la laringe.
No obstante, según la Sociedad, el tipo más común de cáncer en el área de la cabeza y del cuello se denomina carcinoma. Este tipo de cánceres comienza en las células que recubren todas las zonas de la nariz, la boca y la garganta.
Así las cosas, los síntomas del cáncer de cabeza y cuello son: un bulto en el cuello; una llaga en la boca o en la garganta que no sana y duele; dolor de garganta que no desaparece; dificultad para tragar; y cambio o ronquera en la voz.
Por su parte, el tratamiento dependerá de:
- Dónde está ubicado el cáncer.
- La etapa del cáncer.
- La probabilidad de que algún tipo de tratamiento pueda curar el cáncer o ser útil de alguna manera.
- La forma en que el tratamiento afectará sus facultades de habla, respiración y alimentación.
- La edad.
- Otros problemas de salud que se tengan.
- La opinión del paciente acerca del tratamiento y los efectos secundarios que causa.
Sobre la misma línea, hay que señalar que de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la carga del cáncer aumentará aproximadamente en 60 % durante las próximas dos décadas, lo que afectará aún más a los sistemas de salud, a las personas y a las comunidades.
“Se prevé que la carga mundial por cáncer aumente a unos 30 millones de nuevos casos para 2040, y el mayor crecimiento se producirá en países de ingresos bajos y medianos”, señaló la organización.
Por tal razón, evitar el consumo de alcohol, tabaco y drogas es una de las sugerencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya que entre el 30 y 50 % de los cánceres se pueden evitar y controlarse con distintas acciones.
Sobre la misma línea, otras recomendaciones para prevenir el cáncer son:
- Tener una alimentación balanceada y saludable que incluya al menos 400 g (es decir, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día.
- Realizar actividad física: las nuevas directrices de la OMS recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
- Evitar radiaciones o exposición a sustancias cancerígenas.
- Vacunarse contra el VPH y la hepatitis B en caso de pertenecer a un grupo para el que se recomienda la vacunación.