Vida Moderna
Rosácea: síntomas, causas y tratamiento
Puede ser asintomática y causar molestias leves que incomodan al que lo padece.
El enrojecimiento asociado a la rosácea suele estar acompañado de pequeños brotes o pústulas, haciendo que, a veces, se confunda con acné.
Cabe resaltar que es más frecuente en mujeres de piel clara y, aunque sus causas son desconocidas, se ha relacionado con factores que pueden predisponer a ellos. Incluso, puede ser asintomática, causar molestias leves que incomodan al que lo padece, o incluso, provocar dolor intenso, según el portal especializado en salud SaniFarma.
Suele afectar a adultos de edad mediana y avanzada. Además, muchas personas con rosácea también presentan síntomas en los ojos, como picazón, enrojecimiento y sequedad, según el portal MedlinePlus.
Según la Clínica Mayo, no se utiliza ninguna prueba específica para diagnosticar la rosácea. En cambio, el médico se basará en la información de los antecedentes de los síntomas y en un examen de la piel. Por esta razón, es posible que hagan pruebas para descartar otras afecciones, como lupus o psoriasis.
Tipos de rosácea
Rosácea eritematosa-telangiectásica
- Aparece como enrojecimiento del centro de la cara, nariz y mejillas, que puede aparecer de manera brusca.
- La piel suele estar muy inflamada y especialmente sensible al tacto, también puede doler y es frecuente que la persona que lo sufre sienta una sensación de ardor de la zona.
- En los brotes, y entre ellos, se pueden visualizar pequeños vasos sanguíneos dilatados en forma de arañas vasculares o telangiectasias.
Rosácea pápulo-pustulosa
- El enrojecimiento de la zona central de la cara también aparece en este tipo de rosácea, pero en este caso es menos intenso y aparecen alteraciones que recuerdan al acné.
- Las pequeñas pústulas o granos aparecen en brotes, sobre todo en las mejillas.
- La piel, en este caso, también está muy sensible, pero el dolor y la sensación de ardor son menos intensos.
- Entre los brotes, la piel tiene un aspecto graso, se pueden ver en su superficie algunos granitos no inflamados y sin pus.
Rosácea fimatosa
- El “fima” hace referencia al engrosamiento de la piel por degeneración de la dermis y epidermis al soportar una inflamación persistente en el tiempo.
- Esto sucede en personas que sufren alguno de los tipos de rosácea mencionados anteriormente.
- Además, casi todos los casos de este tipo de rosácea se dan en hombres.
- La piel tiene un aspecto tosco, se aprecian los poros muy dilatados, suele tener un brillo superficial graso y se pueden ver arañas vasculares rotas.
- Con el tacto, la piel está rugosa y se palpan bultos internos, por la fibrosis irregular. La región donde aparece con más frecuencia es en la nariz, en ese caso se denominaría rinofima.
Rosácea fulminante
- Este tipo de rosácea generalmente aparece en mujeres jóvenes de forma brusca y se caracteriza por la presencia de mucha inflamación con brotes y nódulos internos.
- Brota de manera generalizada en la cara y provoca cicatrices permanentes.
Tratamiento
El tratamiento de la rosácea se centra en controlar los signos y síntomas. En la mayoría de los casos, esto requiere una combinación de un buen cuidado de la piel y medicamentos recetados. Además, la duración del tratamiento depende del tipo y gravedad de los signos y síntomas. La reaparición es frecuente, según Mayo Clinic.
Causas
Exposición a la luz del sol
- La radiación ultravioleta desencadena brotes de rosácea y la empeora hasta en el 30 % de los casos.
- Por ahora, el mecanismo por el que esto sucede es desconocido. Por lo cual es fundamental, la utilización de un protector solar diariamente.
Aumento del flujo sanguíneo
- Los vasos sanguíneos del cuerpo regulan la cantidad de sangre que pasa a la piel contrayéndose o dilatándose.
- En el caso de la rosácea, la vasodilatación vascular se descontrola, por eso se desencadena en ambientes calurosos, al beber alcohol, al comer comidas picantes o calientes y tras realizar ejercicio físico, según Sanifarma.
Herencia familiar
Infección cutánea
- La rosácea se ha relacionado con el Demodex folliculorum, un ácaro que coloniza la piel de la cara habitualmente, pero que en las personas con la enfermedad aparece en mayor número.
- Por otra parte, se ha relacionado con algunas bacterias como el Helicobacterr pylori, aunque su rol, no es tan claro como en el caso del ácaro.
Alteración del sistema inmunológico
- Las defensas celulares del cuerpo están exaltadas en los pacientes que sufren rosácea, de manera que la inflamación cutánea de la cara persiste en el tiempo y es más intensa de lo habitual.