Salud emocional y física, la principal razón para alejarse de las redes sociales

Recientemente, las redes sociales han estado agitadas por diversos contenidos y anuncios que han generado varios influenciadores en sus redes. Para nadie es un secreto que este grupo de personas, logra convertirse en el centro de atención cuando de crear opiniones y provocar la crítica se trata.

Sin embargo, anuncios que denotan su vulnerabilidad y fatiga mediática han sorprendido a sus seguidores y encendido las alarmas.

Uno de los casos es el de Mauricio Gómez, más conocido como La Liendra, el popular influencer de 22 años y con más de 14 millones de seguidores, y quien anunció su retiro de las plataformas digitales. Una decisión tan determinante e impactante en la vida de una persona que se dedica a crear contenidos, no debe ser nada fácil.

“Vengo a decirles algo que pensé que nunca les iba a decir... me les voy, me voy de las redes sociales, me siento un poco saturado, me siento un poco cansado, pero porque también he trabajado mucho. Quiero estar conmigo mismo, quiero encontrarme, quiero aprender de mí”, fueron las palabras expresadas por el influencer.

Por eso, analizando los sucesos de los más recientes días que al parecer colmaron su copa, en las últimas semanas, fue protagonista de varios momentos que se viralizaron y recibió polémicos comentarios.

Una broma de mal gusto

El creador de contenidos fue cómplice de una broma pesada cuando su novia, Dani Duke, decidió regalarle un vehículo de alta gama a un amigo en común de la pareja para luego decirle que todo era una mentira, generando, sin duda, rechazo en las redes sociales. Expresiones como “son un asco”, “qué malas personas”, marcaron un sentimiento negativo muy fuerte y cayó sobre los dos, mucho odio.

La recomendación de un libro que fue polémica

Recomendar un libro no genera controversia, pero en el mundo de la Liendra, ¡lo fue! El influencer fue tendencia durante ocho horas por subir una historia junto a la librería Online Buscalibre recomendando El poder del ahora de Eckhart Tolle. La discusión se dividió entre los que aplaudieron el gesto y quiénes se burlaron diciendo que seguro él ni sabe leer. La joven estrella volvió a ser tendencia y el hashtag #LosInfluenciadoresSíLeen, tuvo más de 11 millones de impresiones, entre gente que lo usó para promover la lectura y quiénes lo atacaron.

Ataque con huevos

Las manifestaciones de odio pasaron del ecosistema digital, al real... el influenciador expresó haber sido víctima de un ataque con huevos por parte de una persona de su edificio en Medellín mientras conducía el carro de su novia. El paisa expresó que, aunque se bajó rápidamente del vehículo para dar con la persona, nunca pudo hallar al responsable. Una agresión que sin duda lo afectó.

Salud emocional y física: la principal razón para alejarse de las redes

Al igual que Gómez, otros creadores de contenido han manifestado que se han sentido estresados, exhaustos, cansados emocional y físicamente al punto de comprometer su salud mental y física. Hace unos días se conoció el caso del streamer español Ibai Llanos, quien con 11 millones de seguidores en Twitch, manifestó su retiro de la plataforma al final del año por razones de salud, revelando que tiene problemas con su ojo izquierdo, donde solo tiene 10 % de visión y recientemente se conoció que Tom Holland, actor de 26 años que protagoniza al personaje de Spider-Man, dijo que las redes sociales han sido perjudiciales para su salud mental, llamándolas “sobreestimulantes y abrumadoras”.

¿Qué dicen los expertos?

De acuerdo con profesionales de la salud y marketing digital, ser influencer tiene un alto costo que va más allá de crear y mantener tendencia, hacer contenido diferente y conseguir dinero a través de las plataformas, es también comprometer la salud. De acuerdo con Andrés Gamba, docente de psicología de Areandina, estos escenarios pueden mostrar síntomas de Burnout, un problema de salud pública actual.

“Generalmente, el Burnout se presenta en jóvenes entre los 20 y 35 años por la sobrecarga de tareas, lo que supone que los influencers, además de tener mayor exposición y presión social, también se les exige ser altamente productivas y conseguir grandes cantidades de dinero, como indicadores de éxito, convirtiéndose en una fórmula peligrosa para su salud mental”, explica.

Para el académico, ser influencer es un trabajo desgastante y al estar expuestos públicamente, la retroalimentación que reciben puede afectar su autoestima y esta situación se complica por la falta de acompañamiento profesional en varios casos.

Por su parte, Mauricio Calero, del Grupo El Conserje, experto en mercadeo de influencia, manifiesta que influenciadores con grandes audiencias, por lo general, manejan mucha presión. “Por un lado, están sus seguidores, quienes todo el tiempo exigen contenido llamativo. También está ese afán por mantener likes y views promedio”.

“Cada post tiene de facto indicadores de éxito o de fracaso muy tangibles. El contacto directo con los seguidores también hace que las opiniones sobre ellos sean muy constantes. En el caso de La Liendra, es evidente que recibe mucho hate, y eso es difícil de manejar para cualquier persona”, agrega.

Pero además, al ser figuras que han hecho su vida personal pública, tienen breakdowns emocionales, muchas veces relacionados con rupturas o problemas con sus parejas. Como han abierto la puerta de su privacidad, todo el mundo entra a opinar y ellos tienen que lidiar con las situaciones más complejas frente a todos.