Vida Moderna
Sarna en humanos: ¿Qué es y cómo prevenirla? Tenga en cuenta estas recomendaciones
El contagio ocurre por el contacto físico entre dos personas, y solo es necesario que una cuente con la condición.
La sarna es una condición que se presenta por el contagio entre personas. Consta de una bacteria que se asienta en la piel y da origen a ampollas, llagas y manchas con una picazón insoportable. La Organización Mundial de la Salud explica cómo surge y el tratamiento posterior.
En primer lugar, la sarna en humanos es una infección parasitaria que ingresa al organismo un ácaro microscópico denominado Sarcoptes scabei var hominis. A diferencia de las mascotas, la bacteria es diferente y afecta de otra manera.
El ciclo vital del ácaro al momento de entrar al cuerpo es de 10 a 14 días, tiempo necesario para que la hembra introduzca sus huevos. La bacteria es altamente contagiosa y su ingreso se da mediante la dermis; es decir, por el contacto con la piel.
La sarna es común a nivel mundial, principalmente en países tropicales y zonas de recursos económicos, higiénicos y sanitarios escasos. Generalmente se produce por el contagio entre personas, dado que su transmisión es rápida. El contacto prolongado de cinco a diez minutos con la piel de otro individuo es suficiente para que el parásito ingrese.
En cada persona, la intensidad de los síntomas es relativa. Sin embargo, estos son los principales: Al ser una condición dermatológica, su síntoma común es el picor, el cual es peor en las noches y en sitios con altas temperaturas. Consecuente a ello, por la rasquiña se generan ampollas y bultos alrededor de la piel que contienen materia en su interior.
La sensación de picazón es similar a las heridas ocasionadas por quemaduras. Aunque aparece en todo el cuerpo, principalmente afecta a las extremidades. Aparecen en brazos, piernas, pliegues entre los dedos, manos, muñecas y en la cadera. Cuando un niño o niña se contagia, la comezón y posteriores ampollas surgen en el rostro.
Una condición que da origen por los bultos es la sarna hiperquerotósica, la cual reemplaza las ampollas por costras y una fuerte descamación en la piel. Cabe indicar que, por más que los síntomas sean externos, puede ser una enfermedad peligrosa si no se maneja correctamente, debido a que es sencillo su contagio. Ante la sospecha o aparición de las primeras marcas, ampollas o costras, hay que acudir a un centro médico para iniciar el tratamiento; especialmente si el paciente corresponde a un grupo de especial riesgo, dado que su sistema inmunitario se debilitará.
El proceso para liberarse de la sarna es tópico, por lo cual se cura aplicando cremas ordenadas por un médico para aplicarlas en las zonas donde se está propagando. Estos productos están hechos a base de sustancias como la permetrina o el azufre, las cuales actúan como escabicidas. Se recomienda aplicar las cremas entre una a dos veces por día. También y como se ha reiterado, su contagio implica poco tiempo, por lo que se sugiere estar alejado de familiares u otras personas.
Los productos que atacan al ácaro trabajan con rapidez y tienden a ser eficaces. Un síntoma de que la enfermedad está remitiendo es la evidencia de que no aparecen nuevas lesiones cutáneas. Las pequeñas llagas o manchas rojas tardarán algo más en desaparecer. Si iniciado el tratamiento no surgen nuevas, es una buena señal de curación.
También es relevante notar que durante el tratamiento no están apareciendo otros síntomas o la presencia de ampollas en otras zonas del cuerpo. Si el proceso tópico funciona, no debe haber síntomas nuevos. Sin embargo, el picor puede continuar en las siguientes semanas, disminuyéndose paulatinamente, Es por ello que hay que seguir evitando la rasquiña.
Las medidas preventivas contra la sarna son limitadas porque se trata de un ácaro que puede ‘atacar’ en cualquier momento. En general hay que intentar que el parásito no encuentre un entorno que le resulte favorable y para ello extremar la higiene es básico.
Hay que recordar que la sarna se contagia básicamente por contacto directo, por lo que si un miembro de la familia está afectado es importante evitarlo en lo posible. Del mismo modo, en estos casos, lavar y desinfectar todo el material (ropa de cama, muebles, vestuario, entre otros) que haya estado en contacto con la persona enferma. Hasta que no se termine de aplicar el tratamiento y como medida preventiva se debe evitar el contacto que implican las relaciones sexuales.