Investigación

Según un estudio, el 95 por ciento de las mujeres que han abortado no se arrepienten de su decisión

Investigadores de la Universidad de California afirman que interrumpir un embarazo no tiene efectos psicológicos a largo plazo. Para ellos, las emociones negativas están asociadas al contexto personal y social.

14 de enero de 2020
Varios estudios han intentado demostrar que el aborto deja secuelas psicológicas, sin embargo, la evidencia sigue siendo débil. | Foto: Diana Rey

Hablar del aborto en el siglo XXI sigue siendo un tabú. Sin embargo, es una realidad indiscutible que enfrentan millones de mujeres en el mundo. Según estimaciones de  la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se practican alrededor de 25 millones de abortos ilegales o no seguros a nivel mundial. Y casi un 97 por ciento de estos ocurren en países en desarrollo de África, Asia y América Latina. 

Son varios los argumentos que han evitado que las mujeres puedan acceder a un procedimiento legal y seguro en estos países, incluido Colombia. Entre ellos, que interrumpir el embarazo genera efectos psicológicos a largo plazo en las mujeres que lo practican. 

Varios estudios han intentado demostrarlo, sin embargo, la evidencia sigue siendo débil. En 2011, la Academia de Universidades Reales Médicas (AMRC, por sus siglas en inglés) de Londres analizó todos los estudios publicados en inglés desde 1990 hasta 2011 sobre las consecuencias emocionales del aborto. Encontró que, a grandes rasgos, el aborto inducido en forma legal, no causa ningún problema de salud mental en las mujeres. 

Este 12 de enero, un nuevo estudio de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), Estados Unidos, volvió a demostrarlo. Tras seguir durante cinco años el caso de 667 mujeres que se realizaron abortos en 21 estados del país, para entender las consecuencias socioeconómicas y de salud que implica este procedimiento, no encontraron evidencia de que estas comenzaran a lamentar sus decisiones a medida que pasaban los años. 

De hecho, las mujeres informaron a los investigadores de Avances en nuevos estándares en salud reproductiva (ANSIRH) de la UCSF que sus sentimientos  negativos sobre el aborto disminuyeron con el tiempo. A los cinco años, la abrumadora mayoría (84 por ciento) tenía sentimientos positivos o ninguno.

Lo que sí evidenció el trabajo es que muchas tuvieron dificultades para tomar la decisión inicialmente, o sintieron que su círculo no lo aprobaría. Exactamente, el 27 por ciento afirmó que tomar la decisión fue muy difícil, 46 por ciento dijo que no lo fue, y alrededor del 70 por ciento sentía que sus comunidades las juzgarían si lo supieran. 

Aquellos que lucharon con estas dificultades evidenciaron más probabilidades de experimentar tristeza, culpa e ira poco después del aborto. Pero según el trabajo, con el tiempo, estas emociones disminuyeron. Los sentimientos tanto positivos como negativos cayeron durante los primeros dos años y se estabilizaron posteriormente.

Además, pasados los cinco años, los resultados fueron abrumadores: el 95 por ciento de mujeres afirmó a los investigadores de la UCSF que habían tomado la decisión correcta. "Esto desacredita la idea de que la mayoría de las mujeres sufren emocionalmente por tener un aborto”, explicó a Corinne Rocca, profesora asociada en el Departamento de Obstetricia, Ginecología y Ciencias Reproductivas de la UCSF. 

Los datos coinciden con trabajos anteriores como el de la Academia de Universidades Reales Médicas, que encontró que, más que el procedimiento en sí, factores externos como el estigma o la presión para interrumpir el embarazo  parte de la pareja, sí pueden aumentar el riesgo de problemas de salud mental después del procedimiento. A esto se suma que, quienes tienen antecedentes de problemas de salud mental antes del aborto tiene más posibilidades de tener problemas de salud mental después del aborto.

Según dijo a EurekAlert Julia Steinberg, profesora asistente del departamento de ciencias de la familia en  la Universidad de Maryland, “esta investigación va más allá de los estudios anteriores, ya que sigue a las mujeres durante más tiempo y se realizó en una muestra más grande de muchas clínicas diferentes en todo Estados Unidos".  

Para ella, estos resultados refutan las afirmaciones de que es probable que una mujer se arrepienta después del aborto. Hoy, en muchos países donde incluso el procedimiento es legal, las mujeres deben someterse a tiempos de espera y asesoramiento bajo el supuesto de que pueden arrepentirse. 

Durante las últimas décadas, los opositores al aborto han argumentado que el aborto daña a las mujeres al causar emociones negativas y arrepentimiento. Pero los resultados se suman a la evidencia científica de que las emociones sobre este están asociadas con el contexto personal y social, y no son producto del procedimiento como tal. 

En este caso, todas las participantes  tuvieron los abortos al comienzo del estudio. Las mujeres fueron encuestadas una semana después del procedimiento y, posteriormente, cada seis meses, un total de 11 veces. Los hallazgos fueron publicados  en el portal Social Science & Medicine.