VIDA MODERNA
Según estudio, una dieta baja en sodio podría disminuir el riesgo de padecer presión arterial
Un diagnóstico de hipertensión, o tensión alta, puede ser preocupante a cualquier edad.
Los niveles de presión arterial se redujeron significativamente entre los adultos chinos con hipertensión que consumieron durante cuatro semanas, una versión modificada de la cocina tradicional china, más saludable para el corazón y con menos sodio, según un nuevo estudio publicado en la revista científica Circulation, editada por la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés).
“En comparación con la composición de nutrientes de una dieta china habitual en la China urbana, nuestra dieta cardiosaludable de cocina china tradicional redujo el sodio a la mitad, de 6.000 mg diarios a 3.000 mg diarios, redujo la ingesta de grasas y duplicó la fibra dietética. También aumentó las proteínas, los hidratos de carbono y el potasio”, afirma el primer autor y copresidente del equipo del estudio, el doctor Yanfang Wang, nutricionista y profesor de investigación del Instituto de Investigación Clínica de la Universidad de Pekín (China).
Según el estudio, los chinos representan más de una quinta parte de la población mundial. Como en otras partes del mundo, la carga de enfermedades cardiovasculares ha aumentado rápidamente en las últimas décadas en esa nación. Los cambios poco saludables en la dieta china han sido uno de los principales factores que han impulsado el aumento de las enfermedades de este tipo.
Según una Encuesta Nacional de Nutrición de China de 2012, el consumo de alimentos saludables como los cereales (34 %), los tubérculos y las legumbres (80 %) y las verduras y frutas (15 %) disminuyó considerablemente. En cambio, el consumo de carne (162 %), huevos (233 %) y aceite comestible (132 %) aumentó de forma espectacular en el mismo periodo.
En el estudio participaron 265 adultos chinos, de una edad media de 56 años, con una presión arterial sistólica igual o superior a 130 mm Hg. Algo más de la mitad de los participantes eran mujeres, y casi la mitad tomaba al menos un medicamento para la hipertensión cuando se inició el estudio.
La dieta cardiosaludable china se elaboró con organizaciones de restauración de esas zonas y se ajustó a las cuatro cocinas regionales, para que los investigadores pudieran entender si el efecto de la dieta cardiosaludable sería aplicable y sostenible a las diferentes culturas alimentarias chinas. Esto puede ser a veces un reto, ya que la cocina tradicional china tiene una larga historia de uso de la sal para cocinar y conservar los alimentos, durante miles de años.
Esto es especialmente cierto en el norte de China, donde las verduras eran escasas en el clima frío, y la gente tenía que comer verduras conservadas en sal durante las estaciones de invierno y primavera. Por ello, la ingesta de sodio es aún mayor en los habitantes del norte de China.
Al principio del estudio, todos los participantes consumieron sus dietas locales habituales durante siete días para que los nuevos planes de alimentación pudieran adaptarse al gusto y al sabor. Los investigadores querían que la dieta cardiosaludable fuera lo más parecida posible a las dietas habituales de los participantes en cuanto a sabor, ajustando al mismo tiempo la ingesta de nutrientes para que fuera saludable.
Tras los 7 días iniciales de consumo de su dieta habitual, 135 de los adultos fueron seleccionados al azar para consumir la nueva dieta china cardiosaludable durante 28 días, y los 130 participantes restantes comieron comidas de su cocina habitual.
Los investigadores midieron la presión arterial de los participantes antes y después del estudio, y una vez a la semana durante el mismo. Se pesaron los ingredientes de cada plato para calcular la ingesta de nutrientes de cada comida.
Se recogieron muestras de orina para medir la ingesta de sodio y potasio al principio y al final del estudio. Los resultados indicaron que el efecto reductor de la presión arterial de la dieta china cardiosaludable puede ser sustancial y compatible con los medicamentos para la hipertensión.
En el grupo cardiosaludable, aumentó el consumo de calorías procedentes de los hidratos de carbono (8 %) y las proteínas (4 %) y disminuyó el de las grasas (11 %). El consumo de fibra (14 gramos), potasio (1.573 mg), magnesio (194 mg) y calcio (413 mg) aumentó, mientras que el de sodio disminuyó (2.836 mg).
*Con información de Europa Press.