Vida Moderna
Según la ciencia: estas son las actividades que se califican como aburridas
La investigación fue publicada en la revista ‘Personality and Social Psychology’.
Las personas que se alejan de los planes con amigos, del ocio y de otras actividades de esparcimiento tienen la imagen de ser aburridas, pero la ciencia ha estudiado los factores que determinan una personalidad sin emociones.
De acuerdo con la investigación que ha sido publicada en la revista Personality and Social Psychology, “ha señalado que la persona más aburrida del mundo sería la siguiente: un trabajador religioso que se dedica al análisis de datos, al que le gusta ver la televisión y que vive en una ciudad”, en palabras citadas por Mundo Deportivo.
Los expertos de la Universidad de Essex, en Reino Unido, examinaron a más de 500 personas y, todas participaron en cinco experimentos distintos, así explica el mencionado portal.
La investigación de la Universidad de Essex concluyó que “los trabajos más aburridos del mundo son el análisis de datos, la contabilidad, la limpieza y la banca. También determinó que la religión, ver la televisión, observar los pájaros y fumar, se pueden considerar actividades aburridas”.
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Es estudio de la universidad de Reino Unido también encontró que las personas aburridas “huyen de las grandes ciudades para irse a vivir en pequeñas poblaciones”. Además, los expertos destacan que “la personalidad aburrida está relacionada con la poca competitividad y calidez personal”.
“Estudiar el aburrimiento es realmente muy interesante y tiene muchas repercusiones en la vida real”, señaló el doctor Wijnand Van Tilburg, experto del Departamento de Psicología de la universidad de Essex, en Reino Unido.
El especialista también enfatizó en la importancia de este estudio, pues el aburrimiento es algo que tiene impacto en las personas, pues siempre va a existir la percepción que son aburridas por parte de los demás, y es poco probable que les den la oportunidad de demostrar lo contrario.
Wijnand Van Tilburg añade que al ser rechazados por la idea de ser aburridos, estas personas pueden tener más riesgo de sufrir “daños, adicciones y problemas de salud mental”.
El estudio también concluye que no se debe aislar a las personas que se consideran aburridas y son “valiosas” para la sociedad.
“Yo habría pensado que los contables serían vistos como aburridos, pero eficaces y la persona perfecta para hacer un buen trabajo en su declaración de renta. La verdad es que personas como los banqueros y los contables son muy capaces y tienen poder en la sociedad”, comentó el doctor Tilburg en palabras recogidas por el portal La Razón.
Otro aspecto interesante que trató la investigación fue la consulta sobre cuánto dinero cobrarían para pasar una hora con una persona calificada como aburrida. “Los encuestados respondieron que cobrarían por cada día un mínimo de 41 euros (167.000 pesos colombianos)”, así lo indicó el sitio La Razón.
Aída Rubio, psicóloga sanitaria y directora del Servicio de Psicología de TherapyChat destaca que hay un “sano aburrimiento, porque advierte de la insatisfacción y de que es hora de mover fichas para producir cambios en lo que se está haciendo o en la vida”, en palabras recogidas por el sitio web Hola; pero la experta advierte que hay que tener cuidado cuando esto se vuelva crónico.
La especialista también destaca que se debe tener cuidado con “las imágenes idílicas en las redes, donde nadie parece aburrirse nunca, pues pueden generar una insatisfacción comparativa; además, advierte lo peligroso que puede ser caer en frases como “otras personas siempre haciendo cosas emocionantes, y yo aquí en el sofá, no puede ser, soy un fracaso”.
“Demasiado aburrimiento se ha demostrado que se relaciona con estados de ansiedad, problemas psicosomáticos, bajo estado de ánimo, vacío vital y la búsqueda de formas arriesgadas e impulsivas de llenarlo, como el consumo de sustancias, las conductas compulsivas (alimentación, juego…) o las actividades de riesgo que implican una alta estimulación”, explica la doctora Rubio citada por Hola, al explicar el riesgo que se corre cuando el aburrimiento es seguido.