Vida Moderna
Semilla de uva: cómo consumirla para tratar problemas de piel, gastritis y la artritis
Las semillas de esta fruta pueden servir para ayudar a perder peso.
Cuando las personas comen uvas, la gran mayoría busca evitar el consumo de sus semillas, ya sea por el sabor que es diferente a la pulpa, pero estas contienen un gran número de beneficios para el organismo.
Las semillas de uva son usadas en la medicina natural, además, hay “varios productos cosméticos que las incluyen entre sus ingredientes”, así lo indica el portal Mejor con salud.
Esta fruta es rica en vitaminas C, las cuales ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, también contiene vitamina K, la cual es importante para el crecimiento y desarrollo, ya que ayuda a la formación de tejidos, además la uva es rica en vitamina A, que es ideal para el cuidado de la salud visual.
Tomando solo las semillas de la uva, estas son ricas en fenólicos, tococerol, y proantocianidinas, todos son antioxidantes. Estos elementos se conocen por que ayudan a proteger el cuerpo de los radicales libres, y también sirven para potenciar el efecto de varias vitaminas.
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Otro de los beneficios que aporta la semilla de la uva es que protegen al organismo de la contaminación, además, también sirve de escudo ante “los efectos nocivos del tabaco. Algo para tener en cuenta, sobre todo, por los fumadores pasivos”, explican en Mejor con salud.
Las semillas de uva también favorecen la circulación sanguínea y evitan la formación trombos. En Mejor con salud indican que “los flavonoides permiten reforzar los vasos sanguíneos, les aportan vigor y fortaleza”.
Por otra parte, las semillas de uva sirven para tratar inflamaciones o infecciones como: artritis, dermatitis, problemas de piel, sinusitis, colitis, gastritis y la infección de orina.
Con el paso de los años llegan las arrugas y otros daños en la piel. El envejecimiento genera que el cuerpo pierda la capacidad para producir algunas sustancias que cumplen una función hidratante, lo que hace que la piel se seque y pierda firmeza.
Factores como la contaminación, el estrés, la exposición indebida al sol y los malos hábitos de vida inciden de manera directa en ese proceso de envejecimiento, en el cual también juegan un papel determinante una mala alimentación y la falta de descanso, por ejemplo.
Cuando la piel comienza a envejecer, pierde elasticidad y, además, aparecen arrugas, manchas, resequedad, ojeras, se marca más el contorno de ojos y se generan líneas de expresión, asegura la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Para los expertos del instituto de investigación Mayo Clinic, con la edad, la piel se vuelve más fina y frágil, debido a que disminuye el tejido graso que se encuentra debajo de la misma. Adicionalmente, se presenta una disminución en la producción de aceites naturales que puede resecar la piel.
Ante estas afectaciones, las semillas de uva contienen colágeno y resveratrol, que son indispensables para luchar contra el envejecimiento y suavizar las líneas de expresión. También ayuda para la producción de colágeno, da más elasticidad a la piel, la hidrata, y combate el acné.
Por estos beneficios para el cuidado de la piel, es que el extracto de semillas de uva se ha convertido en un ingrediente muy popular en los productos cosméticos que se encuentran en el mercado.
Una de las formas que explican para comer las semillas es retirarlas de la uva, lavarlas bien, dejar que se sequen y añadir a los batidos, o jugos, ya sean enteras o procesadas, así lo indica el sitio web Cocina y vino.
Además de la piel, el cabello también obtiene beneficios de las pepas de la uva, pues “mejoran la circulación y fortalecen los vasos sanguíneos, la raíz del cabello es más fuerte y sana”, así lo recoge el portal Directo al paladar.