Salud
Shakira: La historia del médico colombiano que le salvó la vida al padre de la cantante
El neurocirujano colombiano Fernando Hakim ha saltado por estos días a los titulares de prensa por haber sido el responsable de operar al padre de Shakira de una hidrocefalia, ayudado por una válvula de Hakim, dispositivo creado por su padre y uno de los más grandes legados de la medicina colombiana. SEMANA conversó con él.
El neurocirujano Fernando Hakim Daccach conoce la hidrocefalia de presión normal mejor de lo que un escritor podría conocer su propia biblioteca. Sentado en su consultorio de la Fundación Santa Fe, en Bogotá, habla con la sabiduría de quien lleva casi toda la vida desentrañando los secretos de una enfermedad que, explica, afecta a una de cada 200 personas mayores de 65 años en todo el mundo.
“Eso es muchísima gente”, se lamenta. Y los recuerdos lo devuelven enseguida a los días en los que, hasta la charla más trivial con su padre, Salomón Hakim Dow, barranquillero y también neurocirujano, se convertía en todo un laboratorio de aprendizaje sobre la hidrocefalia de presión normal, una enfermedad descrita por ese hombre cuyos ancestros libaneses arribaron al país a través de Puerto Colombia y que se hizo médico en la Universidad Nacional a finales de los años cuarenta.
“Yo voy por la calle y veo a alguien caminando mal y enseguida entiendo que tiene esa hidrocefalia”, asegura Hakim, galardonado como uno de los 50 mejores médicos de Colombia en los Top Doctors Awards 2018.
Es que esta enfermedad, explicará luego, “siempre empieza con trastornos en la marcha; el paciente experimenta una marcha magnética, como si los zapatos fueran de metal y el piso fuera un imán, es un paciente al que le cuesta trabajo levantar los pies del piso. Eso es lo primero que uno nota. Imagínese: casi toda la vida aprendiendo en la casa al lado de mi papá, que fue el primer médico en describirla”, se le escucha decir al doctor Fernando, enfundado en su impecable bata blanca.
El doctor Salomón sería el primero en regalarle, siendo Fernando muy niño, un kit de primeros auxilios que lo cambiaría todo y que aún conserva. Desde ese momento, confiesa este brillante neurocirujano, entendió que, tal como su padre, había nacido para salvar vidas. Total, ‘hakim’ en árabe quiere decir médico, “el ‘hakim’ es el sabio médico en el Medio Oriente y todos mis ancestros fueron médicos. Llevo esto en la sangre”.
Y allí está, muchas décadas después, sosteniendo una válvula de Hakim entre las manos. Un pequeño dispositivo, creado por su padre, que mide unos pocos centímetros y que se sostiene a lado y lado por unas delgadísimas bandas blancas. Un invento revolucionario que aún es considerado uno de los mayores aportes de la medicina colombiana al mundo.
Porque esa válvula es lo que permite aliviar la hidrocefalia, que significa agua en el cerebro. Un trastorno que consiste en un incremento de la cantidad de líquido en el cráneo, lo que produce hinchazón en el cerebro. Normalmente, causa un aumento en la presión intracraneana, excepto en la patología descrita por el doctor Hakim, lo que la hacía difícil de diagnosticar. En otras palabras, la hidrocefalia normotensiva afecta el funcionamiento normal del cerebro, pero no existe presión intracraneana.
La válvula vio la luz en 1964. Y lo que ocurría antes de eso es que la gente diagnosticada con esa enfermedad, sencillamente, tenía que rendirse a la intransigencia de la muerte. Hoy, la misma ha salvado la vida de millones de personas.
Y el doctor Fernando ha sido, desde el fallecimiento de su creador, un amoroso custodio de ese legado, que lo lleva a dictar conferencias por todo el mundo sobre los alcances de esa válvula y los posteriores desarrollos que ha tenido, conforme ha avanzado la tecnología misma. Hoy día, a diferencia de la válvula original, que era de presión fija, se utiliza una que permite hasta 18 presiones distintas.
Por eso, médicos y expertos de muchos rincones del planeta lo consultan. También pacientes como Shakira, que puso la salud de su padre, William Mebarak, en manos de médicos colombianos. En las manos de Fernando Hakim y, claro, del inmenso legado que carga a cuestas como hijo del inventor de la válvula que lleva su apellido y de ser el médico que más había estudiado la hidrocefalia de presión normal, justamente la condición de salud que aqueja al periodista y escritor de 91 años.
El doctor Fernando aceptó el reto. Sin poder entregar mayores detalles, por aquello del secreto profesional entre paciente y médico, cuenta que, “más allá de si el paciente es una celebridad o no”, lo que importa es que la enfermedad sea descubierta a tiempo.
“La hidrocefalia es una enfermedad que se parece a otras de tipo degenerativo como el alzhéimer, pero la gran diferencia es que tiene cura y se puede mejorar la calidad de vida del paciente. El reto que existe es que no se haga el diagnóstico de forma tardía y poder rescatar del olvido, como decía mi papá, a muchos pacientes a quienes les han dicho que no tienen esperanza. Identificarla a tiempo es devolverle un papá o un abuelo a una familia”, dice.
Gracias al @HSerenadelMar por recibirnos. Al doctor Hakim, su equipo, todo el personal médico y a ustedes por sus mensajes solidarios para mi papá y nuestra familia. 🥰 pic.twitter.com/YpE5aAAhmH
— Shakira (@shakira) June 11, 2023
Además, esta enfermedad, generalmente, afecta a personas mayores. “Otro síntoma de la hidrocefalia, agrega Hakim, es que los pacientes empiezan a orinarse, a no controlar esfínteres y a estar perdidos, como en una demencia. Por eso, es que muchas veces escuchan decir de sus médicos que en sus casos ya no hay nada que hacer o que tiene alzhéimer. En este consultorio he visto a más del 30 por ciento de pacientes que han llegado con diagnósticos erróneos, supuestamente con enfermedades demenciales en las que ya no había nada más que hacer, y eso es grave”.
En esta tarea pone ahora sus esfuerzos el hombre que desde muy joven quiso ser cirujano, del corazón, del cerebro. Y a quien, pese a su fama mundial, no lo tienta ejercer su oficio fuera de Colombia.
“Nuestro país tiene muy buena medicina y cualquier persona tiene derecho a ponerse la válvula, por ejemplo. Yo de política no hablo mucho, pero si usted me pregunta como médico, el sistema de salud de Colombia es uno de los mejores. En Estados Unidos escuchas a colegas que reconocen que nuestro sistema de salud es bueno. Tiene defectos y lo que hay es que pulirlo. No echarlo para abajo y empezar de cero”.
Aquí, en Colombia, “soy feliz, aquí he construido mi familia. Mi papá siempre me decía que me educara afuera, pero que siempre pensara en regresar para ayudar a progresar a este país. Y le he cumplido”, dice.