Vida Moderna
Sin darse cuenta, estas actividades pueden incrementar el riesgo de sobrepeso
Existen muchos factores que pueden promover y generar obesidad.
Más allá de una mala alimentación, existen otros factores que pueden ser imperceptibles, pero que con el tiempo incrementan el riesgo de sufrir sobrepeso y, con ello, la posibilidad de obtener diferentes enfermedades que vienen acompañadas de la obesidad.
Ahora bien, vale la pena destacar que la movilidad urbana basada en el uso del automóvil, un número insuficiente de horas de sueño por exceso de luz o ruido, el acceso a establecimientos de venta de productos alimentarios poco saludables y la influencia de familia, amigos y conocidos con hábitos poco saludables, son los factores principales que incrementan el riesgo de sobrepeso u obesidad tanto en el hogar como en el centro de trabajo, según los expertos de OPEN España.
En los centros de trabajo u oficinas se pueden evidenciar algunas de las claves para reconocerlos un posible entorno obesogénicos, como lo son la imposibilidad de hacer pausas para moverse y beber agua, el hecho de no cambiar de postura o levantarse cada hora, el afrontamiento del estrés mediante comida rápida poco saludable y el uso de ‘apps’ para pedir esta en caso de no disponer de ella, según los expertos.
Como recomendaciones para contrarrestar estos factores, los especialistas aconsejan hacer traslados andando o en trasporte público, subir siempre las escaleras andando y no utilizar el ascensor, salvo que sea imprescindible.
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Además, consideran necesario aprender a cocinar utilizando comida saludable y evitar procesados, bebidas, dulces y alcohol. Así como no comprar y almacenar, en exceso, alimentos muy calóricos.
Para los expertos se deben dormir entre 7 y 8 horas diarias, evitando ruido y contaminación lumínica y, sobre todo, la luz de las pantallas.
“Dado el impacto que tiene la obesidad en nuestro Sistema Nacional de Salud, hemos de ser conscientes de la importancia de identificar las barreras y desafíos actuales en el abordaje efectivo de la misma y colaborar para encontrar soluciones, siquiera con pautas tan básicas como estas. En este sentido, el ambiente donde vive la población puede contribuir al desarrollo de la obesidad cuando favorece o obstaculiza o impide la alimentación saludable y la actividad física. Por tanto, es fundamental tomar medidas que ayuden a cambiar, prevenir o evitar estos ambientes, contribuyendo a reducir la prevalencia de sobrepeso y obesidad”, ha indicado, Susana Monereo, miembro de OPEN España y responsable de la Unidad de Obesidad, Metabólico y Endocrino del Hospital Ruber Internacional de Madrid.
Por su parte, Federico Luis Moya, miembro de OPEN España y director ejecutivo de la Asociación Bariátrica Híspalis Nacional, Asociación de pacientes bariátricos y obesidad (ABH), ha incidido en que “un ambiente obesogénico puede estar condicionado por la suma de varios factores como la disponibilidad y el consumo de comida rápida, de alimentos ultraprocesados y de bebidas azucaradas, alta exposición a publicidad de este tipo de alimentación en medios de comunicación y redes sociales, sedentarismo, etc. El problema es que muchas veces no somos conscientes de ello y nos dejamos llevar. De hecho, un elevado porcentaje de personas con obesidad no se reconocen como tales y, a lo sumo, creen tener algunos kilos de más y perciben lo que les pasa como algo de andar por casa. Sin embargo, la obesidad es una enfermedad crónica, tal y como reconoce la OMS”.
Ambos expertos coindicen en que “transformar ambientes obesogénicos en ambientes saludables debe ser un compromiso de todos. Hay que fomentar la actividad física y la alimentación saludable para que esta enfermedad deje de ser, entre otras cosas, una de las más prevalentes e infravaloradas”.
Con información de Europa Press.