Síndrome del sobreviviente: ¿por qué algunas personas se arrepienten de sobrevivir a la guerra?

La guerra, además de los daños materiales y físicos, suele producir una serie de trastornos psicológicos colaterales entre quienes la sufren. Uno de ellos, y quizás el menos citado en los medios de comunicación, es el síndrome del sobreviviente.

El psicoanalista William Guglielmo Niederlanden analizó este trastorno entre las personas que sobrevivieron al Holocausto Nazi y a las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki (Japón). Se caracteriza por la tendencia al aislamiento y a las depresiones crónicas de diferente intensidad después de atravesar un momento traumático que puso en peligro la existencia propia y, a su vez, en el mismo acontecimiento, murió otro individuo.

Los efectos psicológicos más preocupantes que genera esta alteración son la examinación recurrente del pasado y la tendencia a la comparación donde se cuestiona el valor de la vida. También aparecen los sentimientos autodestructivos y la dificultad para gestionar las relaciones personales.

Este tipo de trastorno de estrés postraumático (TEPT), asociado en un principio con quienes sobrevivieron a la “solución final” (diseñada y acuñada por el criminal de guerra alemán Adolf Eichmann), se repite en la actualidad con los veteranos de guerra o con los que escaparon de tiroteos o atentados terroristas.

“Estar vivo es una causa permanente de conflicto y al mismo tiempo una fuente inagotable de culpa y sufrimiento”, apuntó William Guglielmo Niederlanden.

Técnicamente, detalló el portal Psicología y Mente, la culpa del sobreviviente no se puede definir como una psicopatología reconocida oficialmente en los manuales diagnósticos de psiquiatría o de psicología clínica, en realidad hace parte de la sintomatología del estrés postraumático.

Síndrome del sobreviviente en Colombia

“¿Sobrevivientes de combate en Colombia que después se suicidan? Sí, hay muchos casos”, le dijo la doctora y magíster en psicología de la Universidad de los Andes, Claudia Carolina Botero, a la Agencia Anadolu de Turquía.

Estos suicidios, añadió Anadolu, pueden estar relacionados con varios factores como la frustración por no poder cumplir con los objetivos de vida después de sufrir una lesión en el campo de batalla o la culpa de mantenerse vivos ante un incidente de violencia mientras otros murieron.

Los suicidios de los excombatientes también se asocian con la incapacidad de trabajar en roles militares o en el fallecimiento de un ser querido mientras se atravesaba un cuadro depresivo.

“Eran personas que se habían preparado para ser soldados (o milicianos) toda la vida y, al cambiar por el evento traumático, tuvieron que dejar su vida profesional para iniciar nuevos proyectos que no siempre se cristalizaron”, concluyó la especialista de la Universidad de los Andes.