Salud
Soy Julieta: la historia del dispositivo creado en Colombia que se convierte en esperanza para detectar el cáncer de mama a tiempo
Soy Julieta es un dispositivo portátil que, a través del análisis del tejido mamario combinado con inteligencia artificial, identifica el riesgo de desarrollar cáncer de mama, lo que contribuye a su detección temprana. La iniciativa fue premiada. SEMANA habló con sus creadoras.
El cáncer de mama afecta a una de cada seis mujeres en todo el mundo. Eso es cerca de dos millones. Por ello, es una de las principales causas de mortalidad en esta población.
En Colombia el panorama no es menos doloroso: de acuerdo con las estimaciones de Globocan, un observatorio internacional de cáncer, en 2020 se reportaron 15.509 casos nuevos y 4.411 muertes por esta enfermedad en el país.
Según la Cuenta de Alto Costo, durante el periodo comprendido entre el 2 de enero de 2022 y el 1 de enero de 2023, los nuevos casos sumaron 9.716. De estos, el 91,67 por ciento correspondió a casos invasivos; la mayoría se diagnosticaron en estadio II, un 37,51 por ciento. Y las cifras van en aumento.
En 2022, en comparación con el periodo 2021, los casos reportados presentaron un incremento del 18 por ciento, mientras que la mortalidad general fue del 10 por ciento.
Tendencias
Pero más allá de las cifras, la comunidad médica en el país tiene otra gran preocupación: aún miles de mujeres enfrentan barreras en materia de acceso a la atención, incluidas dificultades para el aseguramiento, el acceso a programas de prevención, el diagnóstico temprano y el oportuno tratamiento.
Valentina Agudelo y Cristina García conocen bien esta realidad. Son las creadoras de Soy Julieta, un dispositivo portátil que, a través del análisis del tejido mamario combinado con inteligencia artificial, logra identificar el riesgo de desarrollar cáncer de mama, lo que contribuye a su temprana detección.
Además, su diseño permite la realización de las pruebas en lugares remotos o sin acceso próximo a centros médicos. Una verdadera hazaña en un país donde las condiciones geográficas y socioeconómicas hacen la diferencia para miles de mujeres entre tener o no diagnóstico y tratamiento a tiempo.
Las dos definen su creación en unas pocas palabras: inalámbrico, indoloro, sin emisión de radiación, preciso y con un uso e interpretación de resultados automático.
Una innovadora tecnología que fue la ganadora de la XXII edición de los Global eAwards, organizados por NTT Data Foundation, en España. Esta startup colombiana se ubicó en el primer lugar en una final en la que compitió con emprendedores tecnológicos de otros 14 países: Argentina, Austria, Bélgica, Brasil, Chile, Ecuador, España, Italia, México, Países Bajos, Perú, Portugal, Reino Unido y Rumania.
“Con este premio acaban de salvar millones de vidas”, exclamó Valentina Agudelo, CEO y cofundadora de Soy Julieta.
Tecnología al servicio de la salud
Valentina cuenta en SEMANA que Soy Julieta, precisamente, “es capaz de detectar tejidos sanos y no sanos como una forma de identificar a las mujeres que pueden estar en riesgo de cáncer de mama. Con este dispositivo podemos ofrecerles a todas las mujeres una alternativa de detección que realmente pueda estar disponible en todas partes”.
Estas dos administradoras de empresas del CESA, durante cuatro años, se dedicaron a investigar la enfermedad a profundidad, “de la manera más rigurosa posible. Trabajamos de la mano con una de las aseguradoras más grandes de Colombia. Y nuestra directora de investigación y desarrollo es médica cirujana, especialista en epidemiología y ha sido ella la que ha dirigido todo este proceso”, agrega Cristina.
La idea surgió como un trabajo teórico, siendo aún estudiantes universitarias. “Nos encontramos con una realidad aterradora: el cáncer de mama tiene una tasa de supervivencia superior al 90 por ciento cuando es diagnosticado en estadios tempranos. Pero a pesar de esta esperanzadora cifra, es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres en el mundo”, comenta Valentina. Agrega que este aumento de mortalidad se da principalmente debido a la detección tardía que resulta de la falta de acceso a exámenes diagnósticos.
“A pesar de ser excelentes alternativas de detección, tienen una disponibilidad muy limitada en Colombia, principalmente por sus altos costos de adquisición, los requerimientos de infraestructura y el personal especializado, la exposición a radiación y la incomodidad en la experiencia del paciente”.
La suma de estos factores crea barreras de acceso grandes para las pacientes. En Colombia, por ejemplo, “menos del 10 por ciento de las mujeres resultan realizándose exámenes preventivos de manera recurrente. Teniendo esa problemática en la cabeza nos dimos cuenta de que la detección tardía no era un problema médico sino operativo y que era nuestra responsabilidad como emprendedoras solucionarlo. Y teníamos claro lo que queríamos hacer: eliminar todas las brechas de acceso actuales para poner al servicio de las mujeres una prueba que realmente pudieran realizarse desde cualquier lugar”, asegura Cristina.
Y suelta preocupantes cifras: estadísticas indican que entre el 30 y el 40 por ciento de los casos de cáncer de mama en los países de América Latina se diagnostican en etapas metastásicas III y IV, lo que señala una necesidad urgente de estrategias mejoradas de detección y diagnóstico.
De acuerdo con estas dos emprendedoras, “esta urgencia se ejemplifica en países como México, Colombia y Perú, donde la incidencia de diagnósticos en etapas tardías se mueve entre un asombroso 40 y 50 por ciento, según datos presentados en un evento en Sao Paulo, Brasil, que contó con la presencia de destacados oncólogos, expertos en salud, líderes farmacéuticos, pacientes y prominentes periodistas de la región”.
En ese sentido, también inquieta la grave escasez de equipos de mamografía en América Latina, “con hasta el 20 por ciento de las máquinas existentes necesitando reparaciones esenciales. Estas limitaciones agravan el problema de accesibilidad, obstaculizando la capacidad de la región para proporcionar detección oportuna y efectiva del cáncer de mama”, subrayan las dos colombianas.
El nombre, un homenaje
Valentina y Cristina cuentan que durante su investigación inicial se encontraron con la historia de Julieta Lanteri, una mujer argentina y médica. Y, más que eso, la primera mujer en votar para elecciones presidenciales en ese país.
“Ella dedicó su vida a eliminar brechas de género en política y acceso a la salud. Y fundó la primera versión de Médicos Sin Fronteras, una iniciativa que busca llevar salud a los lugares remotos. Entonces, decidimos que nuestro proyecto llevaría su nombre en honor a su labor disruptiva, vanguardista, valiente y rebelde. Soy Julieta representa lo mismo: mujeres a la vanguardia, con un propósito claro de eliminar barreras apalancadas de tecnología”, dice Cristina en SEMANA.
Y, junto con Valentina, espera que en pocos años puedan desarrollar nuevos “productos que permitan la prevención y detección temprana de enfermedades con un alto costo humano y de capital en el mundo en desarrollo, donde el acceso a la tecnología y a los servicios de salud es limitado”.