Superalimento para eliminar la caída del cabello y fortalecer los huesos

La pérdida del cabello, también conocida como alopecia, es un problema que afecta a millones de personas en el mundo y puede ser temporal o permanente, según el instituto de investigación Mayo Clinic.

Si bien es algo natural, ya que forma parte de su proceso de crecimiento y es necesario que se caiga para que otro nuevo lo sustituya, cuando esta regeneración no se produce al ritmo debido, puede derivar en alopecia, enfermedad que lleva a que los pacientes pierdan el cabello de forma parcial o total.

Las razones que generan la pérdida del cabello son diversas y en ellas se incluye, por ejemplo, un tema hereditario, cambios hormonales, afecciones médicas o también puede ser parte normal del proceso de envejecimiento de las personas.

Análisis realizados por Harvard Health Publications indican que la pérdida de pelo también ocurre cuando la persona tiene altos niveles de estrés, padece una enfermedad prolongada, consume fármacos, presenta enfermedades como el lupus, tiene un desorden tiroideo o deficiencia de algunos minerales y vitaminas.

En las mujeres, las causas en ocasiones están relacionadas con desequilibrios hormonales que se producen tras la menopausia, con un descenso de los estrógenos y un aumento de la presencia de andrógenos, que son hormonas masculinas, precisa la compañía de salud Sanitas, de España, en su página web.

También es posible que se produzca una caída inusual del cabello después del parto mientras el organismo recupera el equilibrio hormonal habitual o al abandonar el tratamiento anticonceptivo con hormonas femeninas, ya que estos estrógenos potencian la fase anágena o de crecimiento del cabello, precisa Sanitas.

La ingesta de una alimentación adecuada ayuda a fortalecer el cabello, previniendo su caída y uno de los alimentos que puede incluirse en la dieta es al alfalfa. Se trata de una hierba que, según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, algunas personas consumen como fuente de calcio, potasio, fósforo, hierro y vitaminas A, C, E y K.

Normalmente es utilizada para ayudar a controlar los niveles de colesterol, diabetes, la indigestión y muchas otras condiciones, pero aún se requiere de mayor evidencia científica que respalde estos aportes a la salud.

Este leguminosa con hojas trifoliadas y flores que pueden ser azules o violetas posee propiedades antibacterianas, antioxidantes y antiinflamatorias, ya que incluye flavonoides, fitoestrógenos y fitoesteroles.

Específicamente en lo relacionado con la caída del cabello, se dice que es favorable gracias a que contiene hierro y silicio y es rica en vitaminas, por lo que su consumo, además de fortalecer el pelo, mejora el aspecto de las uñas y la piel.

De hecho, según un estudio realizado por la Universidade Federal do Río Grande do Sul, citado por la revista Mejor con Salud, debido a su alto contenido en antioxidantes y cumarinas, este alimento es perfecto para lucir una piel bella y radiante. En general, contribuye a reducir los efectos del estrés oxidativo. Una de las formas de consumirla es en infusión, pero también se puede agregar a la dieta.

Ideal para fortalecer los huesos

De otra parte, se le atribuyen beneficios para fortalecer la estructura ósea. Esto se debe, según el portal Cuerpo Mente, a su aporte en isoflavonas y calcio, mineral que es importante para fortalecer los huesos y prevenir el desarrollo de enfermedades como la osteoporosis.

Adicionalmente, se dice que brinda otros beneficios al organismo. Por ejemplo, una investigación realizada por la Universidad Isfahan (Irán) concluye que la ingesta de esta planta en el marco de una dieta saludable puede tener efectos preventivos sobre la progresión de la formación de placas en las arterias, por lo que ayudaría a minimizar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Otra ayuda que brinda es la corrección de menstruaciones abundantes y hemorragias, gracias a su contenido en vitamina K. Cuerpo Mente indica que para estos fines se recomienda usar la hierba fresca o los germinados, porque el potencial en esta vitamina puede perderse con la cocción.

Si bien se trata de un alimento natural, se deben tener en cuenta algunas contraindicaciones como, por ejemplo, que debe evitarse en tratamientos con estrógenos o anticoagulantes y pacientes con lupus eritematoso.