Vida moderna

Suplementos de vitamina D: ¿cuándo se deberían consumir?

El consumo de cualquier suplemento debe estar bajo supervisión médica.

27 de octubre de 2022
Las vitaminas son esenciales para conservar el buen estado de salud.
Las vitaminas son esenciales para conservar el buen estado de salud. | Foto: Getty Images

La vitamina D es uno de los nutrientes importantes para el funcionamiento óptimo del cuerpo humano. Las personas obtienen esta vitamina de los alimentos, del sol y de suplementos dietéticos. Estos últimos lo receta únicamente un médico cuando observa que el individuo no está recibiendo suficiente vitamina D.

“Su cuerpo produce vitamina D naturalmente después de exponerse a la luz del sol. Pero demasiada exposición al sol puede ocasionar envejecimiento de la piel y cáncer de piel, por lo que muchas personas buscan obtener su vitamina D de otras fuentes”, explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Respecto a la exposición solar se debe tener mucho cuidado, porque la contaminación del ambiente y la niebla contaminada disminuyen la cantidad de vitamina D producida por la piel. Cabe recordar que la sobreexposición a los rayos UV aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de piel. Por eso, es importante aplicar fotoprotector solar diariamente. “Aunque los protectores solares limitan la producción de vitamina D, los expertos en salud recomiendan usar aquellos que ofrecen un factor de protección solar (FPS) de 15 o más si la persona va a exponerse al sol por algo más que unos pocos minutos”, apuntan los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos NIH, (por sus siglas en inglés).

Para conocer esto se realiza una prueba de sangre. Los NIH explican los rangos que el doctor analiza:

  • “Los niveles de 50 nmol/L (20 ng/mL) o superiores son suficientes en la mayoría de las personas para mantener la salud de los huesos y la salud general.
  • Los niveles inferiores a 30 nmol/L (12 ng/mL) son demasiado bajos y podrían debilitar los huesos y perjudicar la salud.
  • Los niveles superiores a 125 nmol/L (50 ng/mL) son demasiado elevados y podrían causar problemas de salud”.

¡Cuidado con demasiada vitamina D!

Medline Plus explica que un exceso de vitamina D en el organismo puede causar niveles elevados anormales de calcio en la sangre, lo cual puede dañar los riñones, tejidos blandos y los huesos. Es importante no tomar suplementos de esta vitamina sin la supervisión de un profesional médico.

“La mayoría de los casos de toxicidad de vitamina D ocurren cuando alguien toma demasiados suplementos de vitamina D. El exceso de exposición al sol no causa intoxicación por vitamina D porque el cuerpo limita la cantidad que produce”, aclara la Biblioteca.

Los síntomas de esta afección son:

  • Estreñimiento
  • Disminución del apetito (anorexia)
  • Deshidratación
  • Fatiga y confusión
  • Orina frecuente
  • Irritabilidad
  • Debilidad muscular
  • Vómitos
  • Sed excesiva (polidipsia)
  • Presión arterial alta
  • Eliminación de grandes cantidades de orina (poliuria)

Déficit de vitamina D

Existen algunas personas que tienen un mayor riesgo de sufrir déficit de vitamina D. Es importante realizar pruebas de sangre regularmente para conocer la salud en general, incluyendo la cantidad de este nutriente.

  • Bebés que están siendo amamantados.
  • Adultos mayores.
  • Personas de piel oscura. Esto se debe a que tienen menos capacidad de producir vitamina D del sol, explica Medline Plus.
  • Personas con trastornos como enfermedad de Crohn o enfermedad celíaca que no absorben la grasa correctamente, porque la vitamina D necesita grasa para ser absorbida
  • Personas que tienen obesidad.
  • Personas que han tenido cirugía de bypass gástrico.
  • Personas con osteoporosis.
  • Personas con enfermedad renal o hepática crónica.
  • Personas con hiperparatiroidismo (demasiado de una hormona que controla el nivel de calcio del cuerpo).
  • Personas con sarcoidosis, tuberculosis, histoplasmosis u otra enfermedad granulomatosa (enfermedad con granulomas, formaciones de células causadas por inflamación crónica).
  • Personas con algunos linfomas (cáncer).
  • Personas que toman medicamentos que afectan el metabolismo de la vitamina D, como la colestiramina (fármaco contra el colesterol), medicamentos anticonvulsivos, glucocorticoides, medicamentos antimicóticos y medicamentos contra el VIH/SIDA.

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