Té de cilantro para reducir el colesterol y el azúcar: así se prepara

El cilantro es una de las plantas aromáticas más antiguas del mundo, muy utilizada en la elaboración de platos gastronómicos. Sin embargo, esos no son sus únicos beneficios, pues también se le atribuyen propiedades para favorecer la salud del organismo.

El portal Cuerpo Mente asegura que esta hierba destaca por sus propiedades carminativas, digestivas y tónicas. Es rica en calcio, fósforo, hierro, vitaminas A y C, y es baja en calorías. En su composición se encuentra como componente activo el aceite esencial, rico en linalol y coriandol, que contiene además geraniol, limoneno y alcanfor, entre otros principios.

Estos componentes lo hacen beneficioso para la salud. Por ejemplo, se dice que esta planta es ideal para expulsar los gases del aparato digestivo y evitar las flatulencias.

En una publicación del portal Mejor con Salud, la nutricionista Elisa Morales, indica que una las bondades que más se destaca de esta planta es su aporte al control de los niveles de colesterol, ya que contiene flavonoides antioxidantes que no solo ayudan a desintoxicar la sangre, sino que purifican los vasos sanguíneos, mantienen el corazón saludable, promueven la buena circulación de la sangre y disminuyen el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

De igual forma, de acuerdo con un artículo publicado en el diario El Universo, esta hierba es aliada contra la diabetes y su consumo se ha asociado tradicionalmente con la regulación de los niveles de glucosa en la sangre. Esto, debido a que sus semillas y hojas mejorarían la sensibilidad a la insulina en pacientes que conviven con esta enfermedad. La insulina es la hormona que se encarga de regular el azúcar en la sangre, permitiendo que esta sustancia pase a las células, en donde se convierte en energía.

En su artículo, Morales indica que las propiedades que contiene el cilantro, sobre todo en las hojas frescas y los tallos, ayudan a controlar cualquier tipo de diabetes, debido a que estimula el páncreas, favoreciendo la producción de insulina y mejorando las funciones de la misma.

Cita un estudio publicado en la revista científica Journal Food Chemistry, el cual destaca que tanto el cilantro como las semillas de la planta ayudan a estimular la actividad de las enzimas que disminuyen el exceso de glucosa en sangre.

Otras bondades

Una publicación del portal Hola Doctor asegura que la evidencia científica ha concluido que esta planta podría ser tan eficaz como la gentamicina, el antibiótico más común utilizado en el tratamiento contra la bacteria salmonella, gracias a un componente llamado dodecenal.

Refiere un estudio publicado en la revista científica Journal of Agriculturaland Food Chemistry, en cuya investigación los científicos aislaron la sustancia antibacteriana de las hojas frescas de cilantro. En las pruebas de laboratorio, el mencionado componente resultó ser dos veces mejor que el mencionado antibiótico, asegura la citada fuente.

También es bueno para subir las defensas. Esta planta fresca tiene la ventaja sobre las semillas, que proporciona grandes cantidades de antioxidantes y clorofila, componentes que fortalecen el sistema inmunológico. Los antioxidantes son otro argumento a favor del poder curativo del cilantro. Se encuentran principalmente en las hojas y son especialmente eficaces contra las molestias inflamatorias, según estudios realizados por el Instituto de Ciencias Médicas de la India (AIIMS), en Nueva Delhi.

¿Cómo prepararlo?

Según el portal Gastrolab, de México, para preparar un té de cilantro se requiere de una taza de agua y un cuarto de taza de hojas de esta planta. Se lavan bien las hojas, se pone el agua en una olla pequeña y se lleva al fuego y cuando comience a hervir, se agrega el cilantro. Se deja hervir por tres minutos más y luego de ese tiempo se retira del fuego y se deja reposar, se cuela y estará listo para ser consumido.

Es importante tener claro, que por sí solo el cilantro no bajará el colesterol ni los niveles de azúcar, puede ser consumido en el marco de una alimentación balanceada, la práctica de ejercicio y siempre consultar con el médico antes de una ingesta permanente.