Vida Moderna

Té de manzanilla para la presión alta: así se prepara

Tener sobrepeso aumenta la posibilidad de tener la presión alta.

16 de noviembre de 2022
El té de manzanilla tiene propiedades antimicrobianas que podría evitar el crecimiento de la Helicobacter Pylori. Foto: GettyImages.
El té de manzanilla tiene propiedades antimicrobianas que podría evitar el crecimiento de la Helicobacter Pylori. | Foto: Foto Gettyimages

La hipertensión es un trastorno grave que incrementa de manera significativa la presión que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias, según la Organización Mundial de la Salud (OMS); además, esta afección aumenta el riesgo de sufrir cardiopatías, encefalopatías, nefropatías y otras enfermedades.

Según la autoridad mundial en temas de salud, se estima que en el mundo hay 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años con hipertensión, y que la mayoría de ellos viven en países de ingresos bajos y medianos.

“Según los cálculos, el 46 % de los adultos hipertensos desconocen que padecen esta afección”, explica la OMS alertando sobre esta enfermedad que en la mayoría de casos en silenciosa al principio.

Es decir, que se puede presentar presión arterial alta durante años sin presentar ningún tipo de síntoma. La Clínica Mayo, mediante su portal digital, también explica que “la presión arterial alta no controlada aumenta el riesgo de padecer graves problemas de salud, como el ataque cardíaco y el accidente cerebrovascular. Afortunadamente, la presión arterial alta se puede detectar fácilmente. Y, una vez que sabes que tienes presión arterial alta, puedes trabajar con tu médico para controlarla”.

Con respecto a lo anterior, es de vital importancia que todas las personas se realicen exámenes médicos frecuencia para identificar si se tiene hipertensión o no. Asimismo, cuando esta afección es diagnosticada, hay algunos remedios caseros que sirven para reducir los niveles de presión arterial alta.

En este sentido, el portal Tea Shop recomienda el consumo del té de manzanilla, que, por sus múltiples propiedades, ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y disminuir la presión arterial. Su preparación es sencilla; se agrega una cucharada de manzanilla en una taza de agua, se pone a hervir y se deja reposar. Después de esto, se puede consumir.

Causas de la presión arterial alta

De acuerdo con los especialistas, cualquier factor que aumente la presión contra las paredes de las arterias puede generar presión arterial elevada. La acumulación de depósitos de grasa en las mismas puede ocasionar este padecimiento.

La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que muchos factores pueden incidir en que la presión arterial se suba. Por ejemplo, la cantidad de agua y de sal que la persona tiene en el cuerpo, el estado de los riñones, el sistema nervioso o los vasos sanguíneos y los niveles hormonales.

De igual forma, una persona es más propensa a que le digan que su presión arterial está demasiado alta a medida que envejece. Esto se debe a que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad. Cuando esto sucede, la presión arterial tiende a elevarse.

Los especialistas aseguran que la hipertensión arterial aumenta la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal o muerte prematura.

Adicionalmente, hay unos factores de riesgo que incrementan la posibilidad de que un individuo se enfrente a este padecimiento. Por ejemplo, la obesidad, el estrés o ansiedad, tomar demasiado alcohol, consumir mucha sal, tener antecedentes familiares de hipertensión arterial, tener diabetes y fumar.

Determinados medicamentos, como pastillas anticonceptivas, antigripales, descongestionantes, analgésicos de venta libre y algunos medicamentos de venta bajo receta, también pueden aumentar la presión arterial de forma temporal. Las drogas ilícitas, como la cocaína y las anfetaminas, pueden producir el mismo efecto.

Cambios en el estilo de vida

Algunas de las medidas que se pueden adoptar para mejorar los niveles de la tensión están muy relacionadas con cambios en los hábitos de vida como:

  • Consumir una alimentación cardiosaludable que incluya potasio y fibra.
  • Tomar mucha agua.
  • Hacer al menos 40 minutos de ejercicio aeróbico de moderado a vigoroso, al menos tres a cuatro días a la semana.