AVIACIÓN
Estos son los carros voladores del futuro
Aunque parezca ciencia ficción Uber, Google y Airbus ya lo están desarrollando. El problema no es tanto la tecnología, sino la reglamentación para usarlo.
En materia de movilidad, últimamente el foco de atención ha estado puesto en el carro autónomo. Pero la semana pasada la idea del automóvil de Los supersónicos volvió a tomar vuelo cuando el diario The New York Times dio a conocer la nave de Kitty Hawk, una compañía de Silicon Valley patrocinada por Larry Page, cofundador de Google. En un video aparece este aparato capaz de llevar solo una persona, impulsado por ocho ruidosos motores que permiten elevarse y aterrizar como un helicóptero. La experiencia era parecida a la de un jet ski con la diferencia de que volaba 4,5 metros sobre un lago de California.
Page planea vender el primero de estos vehículos al final del año, aunque aún no ha dicho nada sobre el precio final. Por ahora está creando un grupo de aficionados que con solo 100 dólares tendrán un descuento de 2.000 dólares al momento de la venta, además de tiquetes gratis para participar en las pruebas de vuelo.
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Uber también reveló la semana pasada que en 2020 hará sus primeras pruebas de vuelos con taxis voladores. El 20 de abril, en Mónaco, la compañía eslovena Airmobil desveló su prototipo que costará un millón de dólares. Y en marzo de este año, en Ginebra, Airbus anunció el Pop.Up, un vehículo eléctrico multimodal que empezará pruebas a finales del año y podrá volar o desplazarse por las calles. El gobierno de Dubái, aliado con la compañía china Ehang, anunció que en julio tendrá sus taxis en el aire.
En total más de 13 compañías trabajan en el mundo para producir este nuevo fenómeno, y aunque presentan conceptos diferentes, algunos solo voladores y otros para ir por aire y tierra, todo hace pensar que estarán en servicio más pronto de lo imaginado.
Para Daniell Weigand, presidente de Lilium, los retos técnicos de construir una aeronave que cualquiera pueda manejar con alto nivel de seguridad están casi solucionados gracias al desarrollo de los drones y de programas para automatizar el proceso de vuelo. De hecho, el Lilium Jet hizo su primera prueba a principios de abril sin piloto mientras una persona desde tierra lo manejaba como a un dron.
Solo falta que los futuros pilotos tengan que hacer un entrenamiento básico y, por consiguiente, que los modelos sean muy sencillos de operar. “Que solo sea presionar un botón y volar”, dicen los voceros de Uber. También deben tener precios económicos y una regulación que ofrezca seguridad a todos. Ninguno hasta ahora ha sido certificado por la FAA. El de Kitty Hawk voló con un permiso para ultralivianos y sobre agua. Se deben resolver problemas como la duración de las baterías, para que logren hacer viajes más largos, y reducir el ruido que producen.
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En opinión de la mayoría el verdadero obstáculo será establecer las reglas de juego para circular. Según Alberto Maya, asesor en aviación comercial. “apenas hace dos años las agencias que controlan el espacio aéreo empezaron a desarrollar una regulación detallada para todo tipo de vehículos incluidos los drones”, dice. Y solo el año pasado, estas agencias dieron permiso para hacer pruebas del primer dron con pasajero.
Maya, además, piensa que habría que ponerse de acuerdo en la tecnología adicional para crear corredores aéreos porque “no se puede ir volando por donde se quiera”. Según Maya también se necesitarán antenas que sirvan de guías y control a estos vehículos porque “la sola idea de tener 10.000 aparatos de esos volando por ahí es miedosa”, dice. Con el coincide Carl Dietrich, CEO de Terrafugia. “El público en general está aterrado de volar en un carro como estos, no solo de ser pilotos, sino de convivir con miles de aeronaves que ahora estarán sobre sus casas”, dice. Esto, sin mencionar la infraestructura para que los aparatos aterricen y despeguen en cualquier lado.
Muchos creen que con el carro volador sucederá lo mismo que con el automóvil, cuyos primeros modelos fueron exclusivos para la elite que podía pagarlos. Pero en la medida en que los precios bajen, los carros voladores se masificarán. Por eso en Terrafugia tienen tres modelos en mente: el Transition, que sería para pilotos y serviría para calmar los temores de seguridad y usabilidad de la gente. La segunda versión sería para un mercado más grande, y el tercero, llamado TF-X y más parecido a los diseñados para la película Blade Runner, lograría llevar el carro volador a las masas. Mathias Thomsen, gerente de movilidad aérea urbana en Airbus, señaló recientemente que añadir esta tercera dimensión al transporte mejorará la manera en que vive la gente y “en cómo llega del punto A al punto B”.
Uber Elevate
El plan es tener taxis aéreos que transporten pasajeros a 250 kilómetros por hora. La compañía espera comenzar sus pruebas en 2020.
Pop.Up
Airbus propone esta cápsula para dos pasajeros por tierra y aire. El usuario planea el viaje en una aplicación y el sistema sugiere la mejor modalidad de transporte.
Lilium Jet
Esta compañía alemana cuenta entre sus inversionistas al cofundador de Skype Niklas Zennstrom. Su meta final es un ‘jet’ de cinco puestos que despegue y aterrice verticalmente y sirva de taxi urbano. Por ahora han hecho pruebas con un prototipo de dos puestos.
Terrafugia
El modelo Transition tiene capacidad para dos personas. Se convierte en avión o en carro en menos de un minuto, para viajar por tierra o por aire. Funciona con gasolina y puede guardarse en cualquier garaje.
Moller International
Esta nave ligera de 2 pasajeros con velocidad de 362 kilómetros por hora incorpora sistemas para que sea muy fácil pilotearla. En el futuro operarán en forma autónoma.
Ehang 184
Este modelo chino se introducirá en Dubái como un taxi aéreo con rutas preestablecidas de 30 minutos. El aparato toma vuelo a 160 kilómetros por hora y una base en tierra controla la operación.
AeroMobil
Desarrollado en Eslovenia, este carro en forma de gota se convierte en avión en 3 minutos con sus alas que se pueden doblar. Su precio es de 1,2 millones dólares.
Samson Motorworks
Este híbrido de tres ruedas se guarda en el garaje de la casa y se lleva al aeropuerto donde las alas se despliegan para volar a 321 kilómetros por hora a 3.000 metros de altura.
Volocopter
Modelo eléctrico con capacidad para 2 pasajeros, producido por la empresa alemana e-volo. Se presentó en abril con todas sus ventajas: cero emisiones de gases, poco ruido y aterrizaje y despegue vertical.
Kitty Hawk
El modelo final lucirá diferente y no hará tanto. El presentado la semana pasada parece un ‘jet ski’ volador que va a cinco metros del agua.