Tiamina: esta es la cantidad diaria recomendada para mantenerse saludable

La tiamina, vitamina que también es conocida como B1, tiene como función principal convertir los alimentos que se consumen en energía. La importancia de esta radica en que sirve para el crecimiento, desarrollo y funcionamiento de las células del organismo.

La cantidad de tiamina que el cuerpo necesita depende directamente de la edad y el sexo de la persona. Las cantidades promedio recomendadas por día en miligramos (mg) son:

Bebés hasta los 6 meses: 0,2 mg.

Bebés de 7 a 12 meses de edad: 0,3 mg.

Niños de 1 a 3 años de edad: 0,5 mg.

Niños de 4 a 8 años de edad: 0,6 mg.

Niños de 9 a 13 años de edad: 0,9 mg.

Adolescentes varones de 14 a 18 años de edad: 1,2 mg.

Adolescentes mujeres de 14 a 18 años de edad: 1,0 mg.

Hombres: 1,2 mg.

Mujeres: 1,1 mg.

Mujeres y adolescentes embarazadas: 1,4 mg.

Mujeres y adolescentes en período de lactancia: 1,4 mg.

Este alimento, de acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud (NIH), parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, se encuentra particularmente en productos integrales y alimentos fortificados como el pan, los cereales, las pastas y el arroz; la carne, especialmente en la de cerdo, y pescado, además de legumbres, como los fríjoles negros y la soja.

Así se puede consumir la vitamina B para oxigenar el cerebro

El cerebro está compuesto por más de mil millones de neuronas. Algunos grupos específicos de ellas trabajan en conjunto para darle la capacidad de razonar, experimentar sentimientos y comprender el mundo. También dan la capacidad para recordar cantidades diversas de información, explicó el portal web de salud Medline Plus.

El portal indica que los tres principales componentes del cerebro son el encéfalo, el cerebelo y el tallo cerebral. La corteza cerebral es la porción externa del encéfalo, también llamada materia gris. Genera los pensamientos intelectuales más complejos y controla los movimientos corporales. El encéfalo está divido en el lado izquierdo y el derecho, que se comunican entre sí a través de un delgado tallo de fibras nerviosas.

El cerebelo crea programas automáticos para que sea posible realizar movimientos complejos sin pensar. El tallo cerebral es fundamental para la supervivencia porque conecta el cerebro con la médula espinal. La parte superior del tallo cerebral se conoce como cerebro medio; justo debajo de este se encuentra la protuberancia y debajo de esta, el bulbo raquídeo.

Según el portal de medicamentos de Bayer, para el buen funcionamiento del cerebro, este órgano necesita algunas materias primas. Entre las más importantes se encuentran ocho compuestos orgánicos hidrosolubles: las vitaminas del grupo B.

En este grupo se incluyen las vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5 (ácido pantoténico), B6 (piridoxina), B7 (biotina), B9 (ácido fólico) y B12 (cobalamina), que juntas desempeñan varias funciones vitales que mantienen al cerebro en funcionamiento.

Beneficios de consumir vitamina B

• Purifica la sangre: el aminoácido homocisteína se encuentra naturalmente en la sangre y desempeña una función importante en el metabolismo. Sin embargo, una concentración elevada de este aminoácido en la sangre es tóxica y puede causar daños en los vasos sanguíneos del cerebro. Las vitaminas B12, B6 y B9 ayudan a metabolizar la homocisteína, reduciendo la concentración de este aminoácido en el torrente sanguíneo, lo que puede ayudar a prevenir daños a largo plazo en el tejido cerebral.
• Influye en el estado de ánimo: la actividad cerebral depende del correcto funcionamiento de los neurotransmisores, sustancias químicas que transmiten señales entre las neuronas cerebrales. Estas sustancias se producen dentro de las neuronas a través de la interacción de diferentes compuestos químicos, incluidas varias vitaminas del grupo B. La vitamina B6 (piridoxina), por ejemplo, ayuda a la formación de neurotransmisores como la dopamina, asociada a las sensaciones de gratificación, felicidad y placer.
• Protege el cerebro: este órgano tiene un cableado que permite que las señales viajen por el cerebro, de neurona a neurona. Este cableado es delicado, por lo tanto, requiere de un revestimiento protector; este revestimiento está hecho de una sustancia llamada mielina, producida con la ayuda de la vitamina B12.

• Nutre la mente: las vitaminas del grupo B desempeñan una función clave en asegurar que el cerebro alcance todo su potencial. Estos componentes aportan energía y ayudan a mantener una buena concentración y ayudan a reducir los riesgos de padecer enfermedades relacionadas con el cerebro.