¿Por qué el mundo está loco por TikTok?

En Quora, la famosa red social de preguntas y respuestas de internet, escriben una consulta recurrente: “Mi hijo está obsesionado con TikTok. ¿Cómo lo hago parar?”, “Mi hija de 13 años está haciendo algo llamado TikTok. ¿Qué es eso?”, “¿Debería preocuparme porque mi hijo use TikTok? ¿Es seguro para los niños?”. A estas se suman cientos sobre por qué la aplicación resulta tan adictiva.

En Colombia el fenómeno de TikTok estalló con la cuarentena, y los enfermeros del hospital transitorio de Corferias resultaron despedidos por publicar allí un video bailando mientras estaban de guardia. TikTok ha servido para pasar el tiempo, pero en realidad viene sumando adeptos desde hace rato.

Lanzada en septiembre de 2016 por la tecnológica china ByteDance, en un principio se llamó Douyin y en 2017 empezó a popularizarse como TikTok. Hoy es la aplicación con más crecimiento del mundo y la primera asiática en conquistar a Occidente. Tiene más usuarios mensuales que Twitter o Snapchat, y desde su lanzamiento la han descargado más de 1.000 millones de veces. Ahora suma unos 800 millones de cibernautas activos, lo que la convierte en la novena red social más popular, por delante de LinkedIn, Twitter, Pinterest y Snapchat. Las cifras impresionan, pues Instagram tardó seis años y Facebook cuatro años en obtener esos resultados.

La red social china es la primera que tiene éxito en occidente. 

Sus principales usuarios son los jóvenes: uno de cada dos (52 por ciento) tiene 24 años o menos. En términos generales, TikTok es una plataforma de microvideos en la que reinan los retos, los bailes y las bromas, y por eso la dominan los muchachos. A esto se suma lo que la ciencia ya ha explicado: a estas edades la necesidad de pertenencia y aceptación es mayor, por lo que ellos suelen adoptar de primeros esas tendencias digitales. Posteriormente, llegan los adultos, quienes aportan un nuevo enfoque a la red, como sucedió con YouTube.

En ese sentido, TikTok satisface el apuro de los jóvenes por encajar. Todo en la red social existe para que los usuarios se sientan parte de algo. En principio, TikTok busca que imiten los contenidos de otros, hagan duetos con extraños y cumplan desafíos con sus amigos. “Los atrae porque pueden generar contenidos que gozan por unas horas con su parche de forma rápida y sencilla”, explica el experto en tecnología Juan Daza.

Por lo general, estos clips están basados en música o audios que se vuelven virales, por lo que el idioma no representa una barrera. Incluyen la sincronización de labios, coreografías de baile y puestas en escena. La plataforma también ofrece un sinfín de herramientas de edición, que les permiten a los cibernautas explorar su creatividad como ninguna otra.

Los jóvenes fueron los primeros en llegar a TikTok, pero ahora los adultos se están sumando a la tendencia. 

Esa no es la única fuerza de TikTok. Víctor Solano, consultor y analista de tecnología, explica que el éxito de la plataforma obedece, en parte, a que muchos famosos “se volvieron consumidores adictos y generadores de contenido, y por eso muchos otros dijeron quiero y puedo”. La prueba es que hoy los usuarios pueden entrar a TikTok y encontrar a Caterine Ibargüen bailando o a Arnold Schwarzenegger en una minibicicleta persiguiendo un pony, entre otros videos sorprendentes y a veces aterradores, que en definitiva resultan adictivos. El éxito ha sido tal que la plataforma se volvió una mina de oro para los músicos, quienes hoy crean una coreografía allí antes de lanzar un sencillo para luego retar a sus seguidores a replicarla y volver viral su canción.

El fenómeno ha llevado a muchos a preguntarse qué hace tan popular a TikTok, y Daza explica que se trata de un cúmulo de factores. Para empezar, está la brevedad. La principal diferencia de TikTok con otras aplicaciones de video, como YouTube, es que el tiempo de duración de un contenido es muy corto: entre 15 y 60 segundos. Por eso, los usuarios pueden ver cientos de videos en 20 o 15 minutos, lo que facilita sumergirse en el clip e incita a las personas a pasar más tiempo en esa red.

Solano también explica que “hoy la narrativa audiovisual tiene el crecimiento más rápido en las redes sociales”. Y en ese punto, TikTok lleva una gran ventaja: el video es la única forma de expresarse en esta red social. Además, su contenido es totalmente vertical, es decir, 100 por ciento hecho en dispositivos móviles. Algo que han intentado plataformas como Facebook, sin éxito, pues como son aplicaciones de escritorio en su origen necesitan migrar a un formato más amigable y audiovisual en el celular para no perder más usuarios.

Los videos en esta aplicación suelen tener una duración entre 10 y 30 segundos. 

Muchos también atribuyen el boom de TikTok a que requiere muy poco compromiso y conocimiento de los usuarios. Para que alguien se convierta en instagramer o youtuber, su contenido necesita de cierta profesionalidad y tiempo: producción, edición y constancia. Pero no se requiere ser un experto para convertirse en tiktoker.

En la plataforma la espontaneidad, la agilidad y el sentido del humor son más importantes, ya que desencadenan la participación y colaboración de los usuarios. “No es fácil capturar la espontaneidad en una red social. Eso lo demuestran Facebook e Instagram, en las que los contenidos son muy pensados, y ese es el poder de TikTok. Detrás de cada clip puede haber preparación, pero sus herramientas son ágiles y permiten capturar esos momentos de espontaneidad”, dice Daza.

La forma en que la app usa sus algoritmos también resulta interesante. Nadie conoce a ciencia cierta cómo ByteDance ha perfeccionado sus modelos de inteligencia artificial, pero se supone que está diseñada para evaluar cada contenido con una prueba inicial. Comenzaría por mostrar el video nuevo a un grupo pequeño de usuarios. Si obtiene un buen puntaje, lo replicaría a círculos más amplios de audiencia, y así hasta el infinito o hasta que las personas se aburran de la tendencia.

Los jóvenes son los principales usuarios de TikTok. 

Esto significa que, a diferencia de otras redes sociales, las personas no necesitan seguidores iniciales para tener éxito con su contenido. Todas las piezas ofrecen la misma oportunidad de volverse virales si a los usuarios les resulta graciosa, y eso para los jóvenes y famosos es atractivo.

Por tanto, muchos consideran que TikTok es una fábrica de memes imparable: volverse viral allí es más una regla que una excepción. Su formato desencadena fácilmente el consumo compulsivo, de manera similar a como lo hace la reproducción automática de música en YouTube y la de próximos episodios de una serie en Netflix. Pocos de estos microvideos, además, tienen algo que ver con noticias o información pesada, por lo que TikTok resulta muy refrescante.

La forma de navegar por el contenido también influye. Solo hay que deslizar el dedo pulgar hacia abajo para ver un nuevo video, y no hay nada más simple que eso. A esto se suma la imprevisibilidad, pues al hacerlo no se sabe lo que vendrá a continuación. La mayoría de veces la aplicación elige. Algunos expertos comparan esa sensación con jugar en una máquina tragamonedas con la esperanza de que al próximo toque aparezca algo grandioso. Así, las personas podrían quedarse viendo TikTok mucho tiempo.

Ante el fenómeno hay debate sobre qué límite deberían poner los padres a los hijos o si es correcto que ahora en medio de la pandemia los maestros la usen como recurso para poner tareas y retos a sus estudiantes. Los expertos recomiendan tomarlo con calma: siempre debe haber supervisión, pero nadie debe olvidar, como dice Solano, que “las plataformas son neutrales, lo que ocurra bueno o malo depende de los usuarios”.