Vida moderna
Tips de belleza: ¿cuándo se debe exfoliar la piel?
Esto es lo que debe saber para escoger el más adecuado a fin de cubrir las necesidades particulares de su piel.
La exfoliación es un tratamiento estético cada vez más demandado por sus múltiples beneficios en la piel, especialmente necesarios al llegar el fin de las vacaciones y, con ellas, de las largas jornadas al sol.
Este proceso es óptimo pues retira las células muertas, elimina impurezas, limpia y reduce el tamaño del poro, lucha contra las manchas y pequeñas arrugas, combate los efectos de la contaminación ambiental, estimula la microcirculación sanguínea que potencia el mejor funcionamiento de las células en el tejido epidérmico.
Y, por supuesto, no se debe olvidar que cualquier producto activo que se aplique sobre la piel después de una exfoliación penetrará mejor, obteniendo una tez más luminosa, joven, hidratada y nutrida.
Además, después de regresar de las vacaciones una correcta exfoliación se convertirá en el mejor aliado para presumir de una piel radiante y un bronceado perfecto. Lejos de la falsa creencia de que borra el dorado de la piel, si se somete a un peeling profesional eliminará células muertas, unificará el tono y conseguirá una luminosidad extraordinaria.
Tendencias
De hecho es el momento adecuado porque la piel ha sufrido los efectos de la exposición solar, después de cambios de clima tienden a surgir manchas y la piel se siente apagada. Además, el uso diario de la protección solar, algo que no se debe descuidar nunca, obliga a ser más cuidadosos a la hora de exfoliar la piel porque se mantienen los poros ocultos durante horas. Sin duda, vale la pena dedicar un momento para resetear tu piel.
Guía rápida de los peeling perfectos
La primera clave es ponerse en manos profesionales que interpreten su piel y sepan escoger el más adecuado para cubrir las necesidades particulares de su tez. De la mano del centro de estética Carmen Navarro, especializados en el tema desde hace más de cuatro décadas en España, a continuación se explican los tipos de exfoliantes que existen y cuál es el más adecuado según sea el caso.
-Exfoliantes mecánicos: Son aquellos que contienen micropartículas exfoliantes que, con el contacto directo con la piel, eliminan de manera mecánica las impurezas y células muertas. Se realiza mediante fricción, con movimientos circulares y cuidados. Es el más conocido y tradicional.
-Exfoliantes químicos: Los que solo deben realizarse bajo la supervisión médica profesional ya que trabajan con ácidos de base química que requieren un conocimiento exhaustivo tanto del tiempo que deben estar expuestos, como del tipo de piel y situaciones que lo requieren. Son más invasivos que los mecánicos y suelen emplearse en caso de cicatrices causadas por acné, manchas y arrugas. Consiguen resultados más rápidos y con menos sesiones pero no son aptos para todas las pieles.
-Exfoliantes enzimáticos: Se trata también de un peeling con base química, pero son más adecuados para las pieles más sensibles. Son más suaves y sin partículas por lo que realizan una exfoliación suave. Se encargan de eliminar las células muertas de la piel en la superficie y ayudan a recuperar su aspecto radiante.
Trabajan eliminando las células muertas gracias al uso de enzimas que no alteran la epidermis. Descomponen las impurezas y liberan los poros, mejorando la renovación celular, suavizando la piel y estimulando la síntesis natural del colágeno. Apto para pieles con el estrato córneo más grueso, con marcas de acné, cicatrices. En estos casos los peeling afinan y devuelven la suavidad a la piel.
¿Cada cuánto tiempo se debe exfoliar mi piel?
En cuanto a la frecuencia, lo primero que se debe determinar es el tipo de piel a tratar y lo que se está buscando. Si se habla de un peeling mecánico según los expertos, puede repetirse cada 2 a 4 semanas, incluso en algunos casos una vez a la semana. Depende del tipo de piel como bien se mencionó antes. Una piel grasa lo admite 1 ó 2 veces a la semana, una piel sensible cada quince días.
En el caso de un peeling químico hay que evaluar la piel y tener claro el objetivo que se busca. Cuando es algo como mejorar el tono y aportar luz pueden realizarse sesiones quincenales. Si es más profundo hablamos de sesiones anuales, incluso cada 18 meses.
Con información de Europa Press