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Tobillos hinchados: el sencillo truco para aliviar el dolor rápidamente
El dolor de tobillo puede surgir a raíz de múltiples causas. Es recomendable hacer estudios para esclarecer si se trata de una dolencia pasajera o una lesión.
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Los dolores en cualquier parte el cuerpo pueden surgir por diversas razones, siendo los golpes y traumatismos algunas de las más frecuentes. En el caso de los tobillos, los esguinces suelen encabezar la lista de causas.
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De acuerdo con información de la enciclopedia médica, MedlinePlus, un esguince de tobillo es una lesión en los ligamentos que conectan los huesos entre sí. “En la mayoría de los casos, el tobillo se tuerce hacia adentro, lo que causa pequeños desgarros en los ligamentos. Este desgarro ocasiona inflamación y hematomas, dificultando así el soporte de peso sobre la articulación”, anota la fuente consultada.
Otras causas que pueden motivar el dolor en el tobillo incluyen:
- Daño o hinchazón en los tendones (los cuales unen los músculos al hueso) o el cartílago (que sirve de amortiguador a las articulaciones).
- Infección en la articulación del tobillo.
- Osteoartritis, gota, artritis reumatoidea, síndrome de Reiter y otros tipos de artritis.
En caso de que el dolor surja sin explicación aparente, los más recomendable es acudir a un profesional de la salud para realizar exámenes y obtener un diagnóstico preciso.
¿Cómo aliviar el dolor de tobillo?
El tratamiento para aliviar las dolencias en el tobillo varían función de las causas. No obstante, existen algunas medidas básicas que vale la pena tener en cuenta.
En primer lugar, MedlinePlus sugiere guardar reposo durante unos días, mientras el dolor se reduce por su cuenta. Es importante no exigirse de más durante este periodo, es decir, no cargar demasiado peso sobre el tobillo.
Hay ocasiones en que el dolor se mantiene así la persona guarde reposo. De ser el caso, una técnica efectiva para sentir alivio es elevar el pie por encima del nivel del corazón.
Durante la noche o mientras se está sentado, el servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos aconseja ubicar dos almohadas bajo el tobillo. La dinámica sugerida ofrece un soporte cómodo para que dicha parte del cuerpo repose.
Para los casos en que el dolor aparece por cuenta de un golpe o lesión, aplicar hielo es la práctica tradicional más efectiva.
La recomendación básica consiste en aplicar hielo durante 10 a 15 minutos cada hora durante el primer día. Luego, cada tres a cuatros horas durante dos días más.
Por supuesto, la valoración médica siempre es lo más aconsejable, de manera que si el dolor persiste, lo mejor es acudir a un profesional de la salud.
¿Cuándo acudir al médico?
Si bien es cierto que las dolencias en el tobillo, en principio, no representan un problema grave de salud, existen algunas señales que pueden ser indicador de un escenario más complejo.
MedlinePlus detalla los siguientes casos:
- Dolor intenso incluso cuando no está soportando peso.
- Sospecha de una fractura ósea (la articulación parece deforme y no se puede poner ningún peso sobre la pierna).
- Sonido ‘crujiente’ y dolor inmediato en la articulación.
- Incapacidad para mover el tobillo de un lado a otro.
- La inflamación no disminuye en cuestión de dos a tres días.
- Se presentan síntomas de infección: el área se torna roja, más dolorosa o caliente, o tiene una fiebre superior a 37.7°C.
- El dolor no desaparece después de varias semanas.
- Otras articulaciones también están comprometidas.
- La persona tiene antecedentes de artritis y está presentando síntomas nuevos.
Recomendaciones para prevenir el dolor en los tobillos
La prevención es la clave para evitar este tipo de dolores. Adoptando ciertos hábitos, el riesgo de padecer molestias en el tobillo o lesiones puede aminorarse sustancialmente. La fuente consultada comparte las siguientes recomendaciones:
- Evitar poner peso extra, ya que esto podría incrementar la presión en los tobillos.
- Calentar antes de hacer ejercicio. Estirar los músculos y tendones que brindan soporte al tobillo.
- Evitar deportes y actividades para las cuales no se cuenta con suficiente entrenamiento.
- Verificar que los zapatos ajusten apropiadamente. Evitar los zapatos de tacón alto.
- Trabajar el equilibrio y practicar ejercicios de agilidad.
- Utilizar dispositivos ortopédicos de apoyo para el tobillo.
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