HALLAZGO
Tomar una cerveza al día es bueno para la salud
Consumir una cerveza diariamente, máximo dos, acompañada de ejercicio y una dieta balanceada ayuda al sistema cardiovascular. La clave está en la moderación.
De nuevo hay evidencias que desmitifican que la cerveza siempre es dañina. Tomarse máximo dos frías al día dentro de unos hábitos saludables de alimentación y de ejercicio físico tiene efectos positivos. Sin embargo, exceder esa cantidad sí es perjudicial. Así lo afirma un estudio reciente de la Asociación de Dietistas Nutricionistas de la Comunidad de Madrid.
Según el informe, el consumo moderado de cerveza, junto al ejercicio y una dieta mediterránea (mariscos, pescado, vegetales, aceite de oliva y cereales) son una sana combinación que no genera aumento de peso.
Luis Serra, doctor en Nutrición y especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, afirma que los beneficios se pueden ver principalmente en el corazón, debido a que esta bebida contiene antioxidantes naturales que sirven para combatir enfermedades del sistema circulatorio y puede disminuir los niveles de colesterol en la sangre.
Para el sistema inmunológico también puede haber beneficios por los mismos efectos de los antioxidantes, que también están en alimentos como las hortalizas, el aceite de oliva y en la mayoría de vegetales.
Según distintas fuentes los efectos del consumo moderado pueden también tener efectos positivos para los deportistas.
Tomarse una cerveza después de hacer ejercicio, también reduce el llamado estrés oxidativo que apresura el proceso de envejecimiento.
Por si fuera poco, como lo han dicho estudios previos, se reitera que después de hacer deporte la cerveza sirve para hidratar igual que el agua, pues 92 por ciento de su composición es H2O.
Inclusive se dice que los antioxidantes de la cerveza sin alcohol también sirven para mejorar la calidad nutritiva de la leche materna.
Por supuesto que los efectos negativos cuando se excede el consumo son evidentes y graves. Tomar más de la cuenta genera sobrepeso, problemas de hígado y aumenta las posibilidades de cáncer de estómago. Eso, sin contar los muchos otros efectos perjudiciales del alcohol en general.