Bienestar
Tomillo: estas son sus propiedades curativas
El consumo de esta planta está contraindicado durante el embarazo y la lactancia.
El tomillo es una planta aromática proveniente del norte de África y del Mediterráneo. Es reconocida por sus usos como condimento, pero también ofrece diversos beneficios saludables para el organismo, producto de sus propiedades medicinales.
Su nombre científico es Thymus vulgaris, que significa “perfume”. El portal Nutrición y Farmacia indica que esta planta aporta una variedad de nutrientes al organismo. Por ejemplo, asegura que por cada 100 gramos de tomillo se obtienen 14 gramos de fibra, 20 de carbohidratos, cinco de proteína, uno de sodio, uno de calcio, dos de potasio, un gramo de fósforo, uno de magnesio y 55 de agua.
Se trata de una especia que posee diversas propiedades antioxidantes, antisépticas, antiespasmódicas, antitusivas, antimicrobianas, antifúngicas y antivirales, según indica el portal de salud Tua Saúde.
Tiene componentes que se activan como medicina y sirve, por ejemplo, para combatir los cólicos, dolores de estómago o gases, entre otras molestias de salud. Desde la antigüedad, esta planta ha sido objeto de diversos usos, pero principalmente se utiliza en la cocina.
Tendencias
Nutrición y Farmacia precisa que el tomillo es indicado para fortalecer el sistema inmune, gracias a que estimula la producción de leucocitos en la sangre, lo que potencia la protección del organismo ante agentes dañinos.
También es antiséptica y por ello su consumo favorece la actividad antibacteriana, debido a que tiene componentes fenólicos. De igual forma, funciona como expectorante gracias a su aceite esencial que descongestiona el aparato respiratorio, fluidifica las secreciones bronquiales y calma la tos. Hay personas que utilizan esta planta para combatir el asma.
Otra de las propiedades que se le atribuyen es que es antiinflamatorio, lo que favorece la circulación sanguínea en zonas con espasmos e inflamaciones, disminuyendo las mismas de forma efectiva.
Favorece la digestión
Esta especia ofrece un alto aporte en fibra, que ayuda a combatir el estreñimiento y regula el tránsito intestinal. De igual forma, aunque el calcio de los vegetales no se absorbe igual que otros, como el de la leche, el tomillo contiene calcio y fósforo, necesarios para el mantenimiento de huesos y dientes.
Destacan también sus propiedades antioxidantes, gracias sus componentes fenólicos, útiles para captar los radicales libres.
Según una guía de recetas sobre hierbas y especias del instituto de investigación clínica Mayo Clinic, en Estados Unidos, las plantas aromáticas, como el tomillo, pueden utilizarse frescas o secas. En las dos presentaciones ofrecen nutrientes y propiedades que pueden ayudar en temas de salud.
¿Cómo prepararlo?
La forma más común de uso es en infusión. Las partes utilizadas del tomillo, son sus semillas, flores, hojas y el aceite esencial, pudiendo utilizarse sus hojas frescas o secas para sazonar las comidas, preparar baños de inmersión o preparar un té que puede usarse para beber, realizar gárgaras o inhalar.
Para preparar el té se deben colocar dos cucharadas de hojas picadas en una taza de agua hirviendo y dejar reposar por 10 minutos, colar y beber varias veces al día. El uso del aceite esencial solo debe hacerse de manera externa en la piel, pues su consumo por vía oral debe realizarse bajo supervisión médica.
Contraindicaciones
El portal Cuerpo Mente precisa que si bien se trata de una planta segura, uno de los elementos del aceite esencial de tomillo, la tuyona, puede tener efectos tóxicos sobre el hígado y los riñones. El abuso de dosis, sobre todo en forma de colutorio (solución para afecciones bucales), puede aumentar en exceso el nivel de hormonas tiroideas.
Por esta razón, el tomillo no está recomendado por vía oral en el embarazo y la lactancia, en niños menores de 12 años o en ancianos; tampoco en casos de gastritis, úlceras, enfermedades neurológicas o afecciones previas hepáticas y renales. Por vía tópica tampoco se recomienda el uso en menores de seis años.
Adicionalmente, el consumo excesivo durante los primeros meses de embarazo puede causar contracciones de útero y aborto. Se debe tener en cuenta que posee fitoestrógenos, lo cual puede disminuir la producción de leche materna y, adicionalmente, el consumo excesivo de aceite esencial puede ocasionar náuseas y vómitos.
También, debe ser utilizado con precaución durante la menstruación y las personas que padecen del síndrome del intestino irritable o en casos de enfermedades hepáticas.