VIDA MODERNA

¿Qué significa ser transespecie?

La historia de un británico que se siente dálmata y pide ser reconocido como humano y animal se volvió viral en todo el mundo. Detrás de su caso hay muchos más. ¿En qué consiste la tendencia?

13 de junio de 2019
Foto: Channel 4. | Foto: Channel 4

Por lo menos una vez a la semana, el británico Tom Peters, de 32 años, saca su disfraz de dálmata del armario y al ponérselo se transforma en un hombre ‘transespecie’. Es decir, actúa, come y piensa como un perro cada vez que usa ese atuendo. Duerme en una jaula, camina a cuatro patas, e incluso come de un tazón. Y aunque muchos podrían pensar que se trata de una broma, no es así. Según explicó en el programa This Morning, lo hace para escapar del estrés diario.

De día, es un técnico de iluminación y teatro, pero de noche, se pone su traje manchado y actúa como canino. Incluso cuando está inmerso en la identidad de Spot, como prefieren que lo llamen cuando es perro, se reúne con otro grupo de personas que coinciden con su estilo de vida.  "La gente piensa que es estúpido y que nadie debería verlo. Pero no estamos allí para causar daño, estamos allí para divertirnos y, literalmente, ser tratados como cachorros ", explica en el programa.

Su afición es tal que ha gastado más de 4,000 libras en su atuendo. Su primer accesorio fue un simple collar naranja y una correa, pero a lo largo de los años ha recopilado muchos atuendos y accesorios para perfeccionar su look de dálmata. “Puedes encontrar ese placer en cosas simples, como que te lancen pelotas de tenis o golosinas. El lado de mi cachorro no tiende a meterme en problemas, pero a veces, cuando estoy en una tienda de mascotas, el personal me mira de forma extraña cuando ven lo emocionado que estoy con los juguetes para masticar”, dijo también en un documental de Channel 4 llamado “La vida secreta de los hombres caninos”. 


Foto: Channel 4.

Y aunque su historia parezca una locura, no es una excepción. Según cuenta, esta peculiar subcultura del juego de roles se desarrolló por primera vez como un fetiche sexual, pero ahora se ha suavizado desde los orígenes BDSM y convirtiéndose en una forma de vida para muchos hombres en todo el mundo. Tanto es así, que ahora este hombre pide ser reconocido como el primer humano transespecie del planeta.

Fuera de la literatura de Franz Kafka y La Metamorfosis, este término hace referencia a las personas que no se sienten identificadas completamente como un humanos. En el caso de Tom porque sienten afinidad con un animal, pero también hay casos de personas que se identifican con una materia o con un implante cibernético, como sucede con los cyborgs. La definición salió a la luz desde la década de los 70 y es más compleja de lo que parece. Sin embargo, aún no hay un término científico para definirlos, aunque los psicólogos los describen como personas con disforia.

La tendencia es tal que ya existen comunidades alrededor del mundo de personas que se identifican como tal. Una de ellas es Transespecie Society, en la que el grupo se define como "una asociación que da voz a identidades no humanas, genera conciencia sobre los desafíos que enfrentan los transespecie y defiende la libertad de autodiseño", además "favorece el desarrollo de nuevos sentidos y órganos".

De este colectivo hacen parte figuras ya famosas como Neil Harbisson,  artista vanguardista y activista cíborg británico e irlandés residente en Nueva York.? Ganó visibilidad hace unos años por convertirse en la primera persona en el mundo en ser reconocida como cyborg por un gobierno y la primera con una antena implantada en la cabeza. También está Moon Rivas, una española que española, se considera transespecie porque tiene un sensor sísmico en el brazo y las plantas de sus pies que le permiten percibir todos los terremotos del mundo a tiempo real mediante vibraciones.?

Otros casos aislados como el de una joven sueca que se identifica con un gato, también le han dado la vuelta al mundo. La mujer, quien responde al nombre de Nano, dice que desde los 16 años se dio cuenta que contaba con supuestas condiciones felinas. "Bajo mi nacimiento había un defecto genético" dijo en una entrevista. Su hallazgo se relaciona a otros datos como que asegura tener un gran sentido del oído y ve mejor de noche, sumado a que le gruñe a los perros debido a que no los soporta.

En el caso de Tom, por supuesto, el compromiso de ser un perro ha impactado su vida de humano. Hace unos años sacrificó la relación con su  ex-prometida Rachel Watson para seguirse sintiendo como un cachorro. En el programa matutino su exnovia admitió que el atuendo fue demasiado para ella, lo que llevó a su separación. Ahora, sin embargo, son mejores amigos y aseguran que la decisión de Tom de ser fiel a lo que siente, los ha hecho estar más cerca que nunca.   

Aunque muchos se preguntan cuál debería ser el límite de la identidad y hasta qué punto deberían considerarse, para este grupo sólo se trata de explorar los límites. “Al fin y al cabo no le hacemos daño a nadie”, concluye Tom.