Vida Moderna
Tres frutos secos que ayudan a prevenir la anemia
Tener la piel pálida es una de las claras señales de padecer esta enfermedad.
En las personas con anemia el número y tamaño de los glóbulos rojos o la concentración de hemoglobina caen por debajo de un valor determinado, es decir, que afecta el transporte de oxígeno a las células y, por eso, se dificulta la obtención de energía en organismo.
Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que los diferentes tipos de anemia incluyen:
- Anemia por deficiencia de vitamina B12.
- Anemia por deficiencia de folato (ácido fólico).
- Anemia por deficiencia de hierro.
- Anemia por enfermedad crónica.
- Anemia hemolítica.
- Anemia aplásica idiopática.
- Anemia megaloblástica.
- Anemia perniciosa.
- Anemia drepanocítica.
- Talasemia.
Adicional, explicó que los factores de riesgo de padecer la enfermedad incluyen:
- Una dieta que carece de ciertas vitaminas y minerales. Una dieta consistentemente baja en hierro, vitamina B-12, folato y cobre incrementa el riesgo de anemia.
- Trastornos intestinales. Tener un trastorno intestinal que afecta la absorción de nutrientes en el intestino delgado, como la enfermedad de Crohn y la enfermedad celíaca, pone en riesgo de anemia.
- Menstruación. En general, las mujeres que no han tenido menopausia tienen un mayor riesgo de anemia por deficiencia de hierro que los hombres y las mujeres posmenopáusicas. La menstruación causa la pérdida de glóbulos rojos.
- Embarazo. Estar embarazada y no tomar un multivitamínico con ácido fólico y hierro, aumenta el riesgo de desarrollar anemia.
- Afecciones crónicas. Si se tiene cáncer u otra afección crónica, se podría estar en riesgo de desarrollar anemia por enfermedad crónica. Estas afecciones pueden derivar en una escasez de glóbulos rojos. Además, la pérdida lenta y crónica de sangre por una úlcera u otra fuente dentro del cuerpo puede agotar la reserva de hierro del cuerpo y llevar a que se presente anemia por deficiencia de hierro.
- Antecedentes familiares. Si un familiar tiene antecedentes de anemia hereditaria, como anemia de células falciformes, también se podría tener un mayor riesgo de padecer esta afección.
- Otros factores. Los antecedentes de ciertas infecciones, enfermedades de la sangre y trastornos autoinmunitarios aumentan el riesgo de padecer anemia. El alcoholismo, la exposición a sustancias químicas tóxicas y el uso de algunos medicamentos pueden afectar la producción de glóbulos rojos y derivar en anemia.
- Edad. Las personas mayores de 65 años tienen un mayor riesgo de anemia.
Para prevenir una afección como la anemia es de vital importancia, como se mencionó, se deben consumir alimentos rico en hierro. Por ejemplo, el portal Alimente recomienda consumir los siguientes frutos secos que contienen este nutriente:
- Almendras: (4 mg por cada 100 g).
- Anacardos: (6.68 mg por cada 100 g).
- Pistachos: (7.2 mg por cada 100 g).
Graves consecuencias
Si la enfermedad avanza o se prolonga en el tiempo, las consecuencias pueden ser muy graves para el organismo. Por ejemplo, según información del portal Cinfasalud, de España, es posible que cause lesiones en el corazón, el cerebro y otros órganos del cuerpo, debido a que la sangre no es capaz de transportar a los tejidos el oxígeno suficiente.
Este padecimiento también debilita a las personas con cáncer o infectadas con VIH y dificulta su tratamiento. En casos extremos puede resultar letal.
Dado que una de las principales causas de la anemia es la falta de hierro, cuando no se trata de manera adecuada se pueden presentar infecciones y problemas de crecimiento en niños y bebés. “Durante la gestación, la anemia ferropénica está relacionada con partos prematuros y bebés de bajo peso al nacer, siempre que no se traten”, precisa Cinfasalud.
Mayo Clinic indica que, si bien hay diferentes tipos de anemia, los tratamientos para atacarla abarcan desde tomar suplementos hasta someterse a procedimientos médicos.