Vida Moderna
Tres síntomas que indican que se podría tener nivel bajo de hemoglobina en la sangre
La hemoglobina es una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos, responsables de transportar oxígeno al cuerpo.
La hemoglobina es una proteína presente en los glóbulos rojos, que transporta oxígeno a los órganos y tejidos del cuerpo, además de dióxido de carbono desde los órganos y tejidos hasta los pulmones, de acuerdo con Mayo Clinic.
Por ende, tener la hemoglobina baja puede dificultar que el cuerpo realice estas funciones, lo que significa que la persona puede estar padeciendo de anemia, una deficiencia de vitaminas del complejo B, B6 y B12, o de hierro en la sangre. Cuando se manifiesta hay que acudir al médico, quien manda a realizar una rutina de exámenes de sangre para descartar que esté relacionado con alguna enfermedad crónica, como la artritis reumatoide, problemas renales o de la médula ósea.
Se dice que una persona tiene los niveles bajos cuando el valor es menos de 13,5 gramos de hemoglobina por decilitro (135 gramos por litro), en el caso de los hombres, y en las mujeres es cuando la tienen menos de 12 gramos por decilitro (120 gramos por litro). En los niños, las cifras varían según la edad y el sexo. El umbral varía ligeramente de un médico a otro, pero en general son:
- Recién nacido de 14 a 24 g/dL o 140 a 240 g/L.
- Bebé de 9,5 a 13 g/dL o 95 a 130 g/L.
Según indica la institución Mayo Clinic, un recuento de hemoglobina baja no siempre es signo de enfermedad, sino que puede ser normal para algunas personas. Esta manifestación también es característica de las mujeres con menstruaciones abundantes, o en embarazadas, debido a que el feto absorbe los nutrientes de hierro de la madre.
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“En muchos casos, un recuento bajo de hemoglobina que es apenas inferior a lo normal no afecta cómo se siente la persona. Un recuento mucho más bajo de hemoglobina provoca síntomas y esto podría indicar que tienes anemia”, afirma la entidad sin ánimo de lucro.
Algunas de las razones comunes para que un médico ordene la prueba de hemoglobina incluyen síntomas como fatiga, mala salud o pérdida de peso inexplicable; signos de sangrado; antes y después de una cirugía mayor; enfermedad renal crónica o muchos otros problemas médicos crónicos; monitoreo de anemia y su causa; monitoreo durante el tratamiento para el cáncer; monitoreo de los medicamentos que pueden causar anemia o hemogramas bajos; ritmo cardíaco rápido o irregular; piel y encías pálidas; debilidad muscular; moretones frecuentes o inesperados, y por último, dolores de cabeza recurrentes.
Mantener constantemente la hemoglobina baja puede ocasionar problemas como hipotirodismo o hipogonadismo, además de empeorar los efectos de otras patologías existentes, como es el caso de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y las várices.
Por tal razón, el diario español Mundo Deportivo contempla, en su sección de salud, que existen varios alimentos para subir la hemoglobina como: hígado vacuno, almejas, pescado, carne de res, carne de ave, productos lácteos y huevos, hígado de res, verduras como las coles de bruselas, las espinacas, las hojas verdes de mostaza y los espárragos; frutas como las naranjas; frutos secos, fríjoles y arvejas, frutas cítricas, pimientos rojos y verdes, verduras como el brócoli o las papas, tomates, entre otros.
Adicionalmente, es ideal tomar suplementos de hierro, pero la dosis dependerá de la condición de cada persona. Sin embargo, es importante que los pacientes sepan que consumirlo en exceso puede ser peligroso, pues puede causar hemocromatosis, que a su vez puede provocar enfermedad hepática y efectos secundarios como estreñimiento, náuseas y vómitos.
Por último, si la persona tiene la hemoglobina alta, debe evitar consumir multivitamínicos ricos en hierro y limitar el consumo de alimentos ricos en hierro como las carnes rojas y los cereales o granos reforzados con hierro. Asimismo, debe limitar el consumo de vitamina C a no más de 500 miligramos al día, ya que esta vitamina ayuda a absorber el hierro.
De todos modos, antes de consumir algún medicamento, alimento o iniciar un tratamiento, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guie el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas.