Vida Moderna
Triglicéridos altos: estos son los síntomas y las causas de esta enfermedad
Un simple análisis de sangre puede revelar si los triglicéridos están dentro de un rango saludable.
Los triglicéridos son un tipo de grasa y son una medición importante de la salud del corazón, ya que tener un alto nivel de triglicéridos puede aumentar el riesgo de enfermedades del corazón, como la enfermedad de las arterias coronarias, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Además, explicó que provienen de alimentos, especialmente mantequilla, aceites y otras grasas que se ingieren.
“Cuando se come, el cuerpo convierte todas las calorías que no necesite usar de inmediato en triglicéridos. Los triglicéridos se almacenan en las células grasas. Más tarde, las hormonas liberan triglicéridos para obtener energía entre las comidas”, señaló Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Así las cosas, los factores que pueden subir el nivel de triglicéridos incluyen:
- Comer regularmente más calorías de las que se queman, especialmente si se consume mucha azúcar.
- Tener sobrepeso u obesidad.
- Fumar cigarrillos.
- Uso excesivo de alcohol.
- Ciertos medicamentos.
- Algunos trastornos genéticos.
- Enfermedades de la tiroides.
- Diabetes tipo 2 mal controlada.
- Enfermedades del hígado o renales.
No obstante, el nivel alto de triglicéridos no produce síntomas y un análisis de sangre puede revelar si los triglicéridos están dentro de un rango saludable:
- Normal: menos de 150 miligramos por decilitro (mg/dl), o menos de 1.7 milimoles por litro (mmol/l)
- Límite: 150 a 199 mg/dl (1,8 a 2,2 mmol/l)
- Alto: 200 a 499 mg/dl (2,3 a 5,6 mmol/L)
- Muy alto: 500 mg/dl o más (5.7 mmol/l o más)
Ahora bien, si tras exámenes se detectan niveles altos de triglicéridos, es posible que se puedan reducir con cambios en el estilo de vida, como, por ejemplo:
- Actividad física regular: Las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
- No fumar.
- Limitar el azúcar y los alimentos refinados.
- Limitar el alcohol.
- Cambiar de grasas saturadas a grasas más saludables.
- Controlando el peso: para saber si una persona está en un peso saludable, existen algunos métodos confiables. Uno es la determinación del Índice de masa corporal (IMC), que describe la relación entre peso y estatura y para calcular el IMC se necesita conocer el peso y la estatura y se aplica una sencilla fórmula matemática que consiste en dividir el peso entre la estatura al cuadrado: IMC = Peso (Kg) / Estatura al cuadrado (Mt).
Ejemplo: Una persona pesa 64 Kg y mide 1.5 metros: 64 / 1.5 x 1.5 = 28.44. Este dato indica el IMC de la persona (28.44) se encuentra en los valores correspondientes a sobrepeso.
Esta formula no aplica a mujeres en estado de embarazo y debe ser ajustada si la persona tiene algún grado de edema (retención de líquido ).
Criterios de evaluación del IMC:
- Si el IMC es inferior a 18.5, está dentro de los valores correspondientes a “delgadez o bajo peso”.
- Si el IMC es entre 18.5 y 24.9, está dentro de los valores “normales” o de peso saludable.
- Si el IMC es entre 25.0 y 29.9, está dentro de los valores correspondientes a “sobrepeso”.
- Si el IMC es 30.0 o superior, está dentro de los valores de “obesidad”.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.