Mujer afirma que asesinato de su pareja con cuchillo de cocina fue accidental.
Se puede usar una piedra de río o cualquiera que sea lo suficientemente plana. | Foto: Foto: Getty Images

Vida moderna

Trucos para afilar el cuchillo con objetos que hay en casa

Los siguientes trucos son con objetos muy fáciles de conseguir, por lo que las personas no deberán preocuparse por su bolsillo.

26 de abril de 2022

El cuchillo es un utensilio imprescindible en la mayoría de las cocinas, sea para cortar o picar distintos alimentos, pero afilarlo puede parecer todo un reto cuando no se tiene a la mano una herramienta profesional para dicha tarea.

Una alternativa para afilar los cuchillos es llevarlos a una cuchillería o, si se tiene la suerte de encontrarse con uno, usar el servicio de un afilador callejero. No obstante, también se pueden afilar los cuchillos en casa siempre que se tengan las herramientas adecuadas.

Los siguientes materiales son muy fáciles de conseguir, como una piedra, por lo que las personas no deberán preocuparse por su bolsillo. Sin embargo, hay que recordar que están pensados para usarse en el hogar, por lo cual necesitarán un afilado profesional en algún momento para una mayor durabilidad.

Para afilar el cuchillo se debe colocar la taza boca abajo y pasar la hoja del utensilio por el borde de la base varias veces, en un ángulo de unos 20° y por ambos lados, hasta que quede bien afilada.

Afilar con una botella de vidrio

  • Utilizar una botella de vidrio de alguna gaseosa, cerveza o algún otro líquido.
  • Aquí, se deberá pasar la hoja del cuchillo sobre la boca de la botella una y otra vez hasta dejarla afilada. Realizar este truco con mucho cuidado.

Afilar con una taza

  • Una taza de cerámica será ideal para afilar el cuchillo con resultados sorprendentes.
  • Solo se debe colocar la taza boca abajo y pasar la hoja del utensilio por el borde de la base varias veces, en un ángulo de unos 20° y por ambos lados, hasta que quede bien afilada.

Afilar con una piedra

  • Se puede usar una piedra de río o cualquiera que sea lo suficientemente plana.
  • Pasar la hoja del cuchillo por la superficie, desde la parte ancha hasta la punta y por ambas caras, hasta lograr el filo deseado. Luego, lavar muy bien el cuchillo y la piedra.
  • Hay que empujar la parte que se quiere afilar y deslizarla sobre toda la piedra en sentido contrario al que se utilizaría para cortar. Esto hay que repetirlo varias veces por cada lado de la hoja del cuchillo, según el diario El Español.
  • La piedra más usada es con una piedra de medio grano y se puede hacer afilando todo el cuchillo o por partes (base, centro y punta). Para afilar la base hay que hacerlo presionando bastante contra la piedra y empujándola hacia adelante y de forma más suave cuando se empuja hacia atrás, siempre con los 20 grados de inclinación.
  • Se puede usar una mesa y sobre ella una toalla humedecida y la piedra encima, de forma que no se moverá a la hora de afilar.

Afilar con una lima o papel de lija

Afilar con papel aluminio

  • Una alternativa más es tomar un trozo de papel de aluminio y doblarlo cuatro veces, hasta que quede como un cuadrado.
  • Luego, se mete y se saca el cuchillo como si se estuviera limpiando su hoja, y quedará filoso.

Uso de afiladores eléctricos

Si no se quiere emplear ni mucho tiempo ni demasiado trabajo, una alternativa es utilizar afiladores eléctricos. Se pueden encontrar de muchos formatos diferentes, pero normalmente todos tienen el mismo funcionamiento.

Tan solo se debe poner la hoja del cuchillo sobre la hendidura, y darle enter a un botón. El propio dispositivo se encargará de hacer que el cuchillo quede completamente afilado, aunque el resultado sea mucho mejor si se hace de forma manual.

¿Por qué se desafilan los cuchillos?

Los principales motivos por los que un cuchillo puede dañarse o perder filo según el portal especializado en cocina LeCocine, son:

  • Cortar sobre superficies duras.
  • Ejercer presión lateral desmedida sobre la hoja.
  • Corrosión por ácido como limón, tomate u otros.
  • Ser sometido a altas temperaturas (por ejemplo en el lavavajillas).
  • Mellarse chocando con la hoja de otro cuchillo.