Vida Moderna
Trucos prácticos para reducir y eliminar la papada
Para enfrentarla también se pueden utilizar procedimientos estéticos.
El portal de medicina y cirugía estética Zúrich menciona que la papada es la acumulación excesiva de grasa en la parte inferior del mentón que se extiende hacia el cuello. Su aparición puede darse de igual manera, tanto en hombres como en mujeres; la mayoría de personas asocian que la aparición de la papada se debe a un exceso de peso, pero no siempre es así.
El medio menciona algunas de las causas que pueden generar su aparición:
- Factores genéticos: si los miembros de una misma familia padecen de papada, es posible que cuando se llegue a determinada edad, la piel del rostro se descuelgue.
- Pérdida brusca de peso: adelgazar muchos kilos en poco tiempo impide que la piel se adapte a tiempo a las nuevas dimensiones. Es por esto que la piel situada en el mentón puede quedarse vacía y, por ende, colgante.
- Envejecimiento: con el paso de los años, las células de la piel se regeneran de manera más lenta; además, a partir de los 25 años de edad, el colágeno se reduce y por esto aparecen los primeros signos del envejecimiento; ya que los tejidos pierden elasticidad y firmeza, lo que puede desencadenar la caída de la piel incluida la que se encuentra en la zona del cuello.
Es bien sabido que la papada no es del gusto para una gran cantidad de personas y por ello, hacen hasta lo imposible para que esta acumulación no aparezca. En esta línea, el portal Hogar Manía ofrece algunos consejos para reducir la papada:
1. Alimentación sana. “Las principales causas que provocan la formación de grasa en esta zona son la acumulación de líquidos y la mala alimentación. Por ello, es conveniente no abusar de grasas saturadas y azúcares refinados, así como beber un mínimo de un litro y medio de agua u otros líquidos al día”, señala el portal.
2. Incluir el cuello en la rutina de cuidado facial. Cuando aparecen los primeros indicios de la papada se puede utilizar una crema, recetada por un profesional de la salud, que tenga un efecto tensor y que ayude a disminuir esta acumulación.
3. Ejercicios de cuello. “Para incrementar el efecto de las cremas, es importante entrenar los músculos del cuello para evitar que pierdan tono realizando pequeños ejercicios rotatorios: de arriba abajo, de izquierda a derecha, etc”, indica la plataforma.
4. No exponerse al sol. Cuando hay una exposición al sol de forma excesiva esto además de envejecer la piel produce la aparición de la papada.
5. Masticar chicle. “Masticar chicle es un ejercicio muy sencillo que nos ayuda a fortalecer y ejercitar los músculos. Lo mejor es que el chicle no tenga azúcar y que, si es posible, lo haga en privado. Es recomendable exagerar los movimientos para hacerlos correctamente y puede molestar a quienes estén cerca nuestro”, explica Hogar Manía.
Alimentos que ayudan a reducir la papada
Manzana
Un artículo publicado por Tua Saúde y revisado por Tatiana Zanin señala que esta fruta tiene efectos antioxidantes, y está compuesta de carotenoides, por lo que previene enfermedades, como la diabetes.
Son tales sus beneficios, que la manzana, al ser un alimento rico en fibra, reduce la asimilación de grasa, participando en el aceleramiento del metabolismo y la pérdida de peso. También es rica en agua y ayuda a combatir la retención de líquidos.
Por esto, se puede incluir en la preparación de platos salados o dulces, sin embargo, Mejor con Salud señala que, como bebida junto con la remolacha, puede combatir la retención de líquidos, causante de la aparición de la papada.
Limón
Entre sus beneficios se pueden incluir la prevención del estreñimiento y la pérdida de peso, además de contrarrestar enfermedades como las gripes causadas por algún virus. Tua Saúde indica que puede ayudar a prevenir la anemia gracias a que contiene vitamina C, que cumple con absorber el hierro, mismo que si es insuficiente, el cuerpo desarrolla una anemia ferropénica.
Al igual que la manzana, combate la retención de líquidos y, por ende, la papada como signo de esto. Es importante incluirlo en una dieta equilibrada supervisada por un nutricionista, para considerar los efectos secundarios de su consumo.