Vida Moderna

Tsunami solar: la tormenta geomagnética que llegó a la tierra este 31 de marzo

El observatorio de dinámicas solares de la Nasa dio a conocer el fenómeno y cómo podría interferir en las actividades de La Tierra.

31 de marzo de 2022
Sol Foto: Tomada de Solar Dynaimcs Observatory
Sol Foto: Tomada de Solar Dynaimcs Observatory | Foto: Sol Foto: Tomada de Solar Dynaimcs Observatory

Los fenómenos espaciales que se dan en diferentes momentos del tiempo. Siempre llaman la atención de los humanos, pues es fascinante ver lo que ocurre fuera del planeta y seguir, aunque desde muy lejos, cómo se mueven los planetas y las estrellas en el universo.

Realmente es admirable el trabajo que cada día desarrollan los científicos para observar desde la tierra todos los sucesos. Por ejemplo, el Sol emitió una llamarada solar significativa este 30 de marzo, alcanzando su punto máximo a la 18.35 UTC, que fue clasificada como clase X, la más intensa en la escala.

La misión SDO (Solar Dynamics Observatory) de la NASA, que observa constantemente el Sol, capturó una imagen del evento: una llamarada solar que se ve en el destello brillante.

La fotografía muestra un subconjunto de luz ultravioleta extrema que resalta el material extremadamente caliente en las llamaradas y que está coloreado en amarillo, informó la Nasa.

Las llamaradas solares son poderosas explosiones de energía. Las llamaradas y las erupciones solares pueden afectar las comunicaciones por radio, las redes de energía eléctrica, las señales de navegación y presentar riesgos para las naves espaciales y los astronautas.

Sol  AIA 0211 Foto: Tomada de Solar Dynaimcs Observatory
Las llamaradas solares, podrían afectar la radio. | Foto: Sol AIA 0211 Foto: Tomada de Solar Dynaimcs Observatory

La clase X denota los destellos más intensos, mientras que el número proporciona más información sobre su fuerza. Un X2 es el doble de intenso que un X1, un X3 es tres veces más intenso, etc.

Mercurio también registra tormentas magnéticas

Un equipo internacional de científicos demostró que Mercurio, el planeta más pequeño de nuestro sistema solar, registra tormentas magnéticas similares a las de la Tierra.

Su hallazgo, por primera vez, responde a la pregunta de si otros planetas, incluidos los que están fuera de nuestro sistema solar, pueden tener tormentas magnéticas independientemente del tamaño de su magnetosfera o si tienen una ionosfera similar a la de la Tierra. La investigación se publicó en dos artículos publicados en Science China Technological Sciences.

El primero prueba que el planeta tiene una corriente anular, un campo en forma de rosquilla de partículas cargadas que fluyen lateralmente alrededor del planeta y excluyen los polos. El segundo prueba la existencia de tormentas geomagnéticas provocadas por la corriente del anillo.

Una tormenta geomagnética es una gran perturbación en la magnetosfera de un planeta causada por la transferencia de energía del viento solar. Tales tormentas en la magnetosfera de la Tierra producen la aurora y pueden interrumpir las comunicaciones por radio.

Ese documento se basó en un hallazgo publicado antes en Nature Communications que verificó a través de la observación de datos sugerencias anteriores de que Mercurio tiene una corriente de anillo. La Tierra también tiene una corriente de anillo.

La confirmación sobre las tormentas geomagnéticas en Mercurio es el resultado de una investigación que fue posible gracias a una coincidencia fortuita: una serie de eyecciones de masa coronal del sol del 8 al 18 de abril de 2015 y el final de la sonda espacial Messenger de la Nasa, que se lanzó en 2004 y se estrelló contra la superficie del planeta el 30 de abril de 2015, al final esperado de su misión.

Una eyección de masa coronal, o CME, es una nube expulsada del plasma solar, un gas hecho de partículas cargadas. Esa nube incluye el campo magnético incrustado del plasma.

La eyección de masa coronal del 14 de abril resultó ser la clave para los científicos, pues comprimió la corriente del anillo de Mercurio en el lado que mira al sol y aumentó la energía de la corriente.

Un nuevo análisis de los datos de la misión Messenger de la NASA, que se había acercado más al planeta, muestra “la presencia de una intensificación de la corriente del anillo que es esencial para desencadenar tormentas magnéticas”, se lee en el segundo de los dos artículos.

Hui Zhang, coautora del estudio y profesora de Física en la Universidad de Alaska Fairbanks dijo que: “La intensificación repentina de una corriente de anillo provoca la fase principal de una tormenta magnética”,

Vale recordar que Nasa significa, por sus siglas en inglés: National Aeronautic and Space Administration, o sea en español Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio.

*Con información de Europa Press

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