CIENCIA
Bebés con tres papás: ¿el fin de las enfermedades genéticas?
El equipo liderado por el médico John Zhang reveló el pasado 3 de abril nueva información acerca del procedimiento, que despertó los interrogantes del mundo de la ciencia.
El año pasado se reveló que en una clínica especializada en fertilidad de Estados Unidos que un grupo de científicos logró mezclar el ADN de tres personas para crear a un bebé. Algunos especialistas no tardaron en poner el grito en el cielo: además de mostrar su preocupación sobre este tipo de técnicas, manifestaron su descontento por cuestiones éticas.
Aunque cuando se supo la noticia no se divulgaron los detalles sobre la concepción del bebé, meses más tarde se comenzó a publicar información valiosa. El 3 de abril, el médico John Zhang, el líder de la clínica que estuvo a cargo del procedimiento genético, publicó un artículo en Reproductive Biomedicine Online.
La idea en principio de crear un bebé con “tres padres” era poderle ofrecer a las madres una forma de tener hijos sin que se corriera el riesgo de transmisión de enfermedades metabólicas, aquellas que trata patologías causadas por anormalidades en sistemas enzimáticos, para este caso, las enfermedades metabólicas congénitas son aquellas que son producidas por alteraciones genéticas que abren paso a mitocondrias defectuosas.
El procedimiento, explica el especialista, lo que logra es un intercambio de mitocondrias enfermas de una madre con las mitocondrias de un donante sano y que no tenga relación de sangre. Este último es el que recibe el nombre de “tercer padre”.
Puede leer: La ciencia de hacer bebés
Según lo reseña la revista Nature, el equipo de Zhang eliminó el núcleo de un óvulo donante sano y fue reemplazado por un núcleo de un óvulo de una mujer que transporta el síndrome de Leigh, un desorden neurodegenerativo progresivo que es muy poco frecuente. En el proceso las mitocondrias del donante quedan intactas y finalmente se fertilizó el óvulo con el esperma del padre.
Por otra parte, la precisión del procedimiento no ha sido examinada cuidadosamente, dado que la sustitución del núcleo celular no es un proceso exacto. El informe publicado en Reproductive Biomedicine Online describe el método que se usó para implantar las mitocondrias en el óvulo y también indica que el ADN transmisor de la enfermedad pudo haber perjudicado al feto.
Según el informe publicado el 3 de abril por el equipo de Zhang, se obtuvo un embrión en desarrollo con estructura celular compleja y que puede contener uno o más juegos de cromosomas, el embrión tuvo 5,7% de carga de mutación del ADNmt, la información genética de la madre portadora del síndrome de Leigh.
Este caso ha planteado diversos problemas alrededor del tratamiento que se le da al fenómeno biológico de la vida. Las diversas religiones y posturas filosóficas han rechazado los avances tecnológicos de la modificación. “En cada avance científico se genera una preocupación en estos círculos, porque cada vez nos acercamos más a poder modificar el proceso de la vida”, dice Esteban Rossi, especialista en bioética.
Le puede interesar: Crean el primer embrión híbrido entre humano y cerdo
Desde el punto de vista práctico se mira qué nuevos conocimientos se generan a partir de estos procedimientos. Si los riesgos son bajos estas investigaciones pueden avanzar dependiendo del esquema regulatorio del país en el que se desarrollan. Dietrich Egli, científico de células madre de la New York Stem Cell Foundation, dijo a Nature que se trataba de un hecho histórico y aplaudió la bienvenida de la nueva información. Para el escenario terapéutico se evalúan unos riesgos y permisos extraordinarios que se corren solo para pacientes en una situación especial.
En este caso los padres biológicos del niño pudieron adoptar, hacer fertilización in vitro con donante de óvulo, esperma (o ambos). Pero por cuestiones personales y, tal vez emocionales, decidieron exponerse a este procedimiento experimental.
Todavía no puede hablarse de un tratamiento para enfermedades metabólicas. Puesto que es necesario hacer un seguimiento al bebé durante su crecimiento. Los padres del niño no fueron informados de una manera profunda sobre todo el procedimiento experimental, que ahora plantea preguntas alrededor de la forma en como los seres humanos optaremos por tratar las enfermedades. Y si estamos dispuestos a sacrificar en ello, el proceso natural de la vida.