ENTREVISTA
“Un colegio que forma líderes que van a manejar este país, no puede excluir a las mujeres”, rector del Gimnasio Moderno
Tras más de 100 años de historia como un colegio masculino, del que se han graduado presidentes y líderes del país, el Gimnasio Moderno se vuelve mixto. Su rector, Víctor Gómez, cuenta las complejas discusiones y la resistencia que ha producido este paso.
SEMANA: El Gimnasio Moderno está ante uno de los cambios más significativos de su historia: abrirles las puertas de sus aulas a las mujeres. ¿Cómo se tomó esta decisión?
Víctor Gómez: Es un tema que venimos discutiendo hace más de 15 años, pero que tomó fuerza los últimos dos. En el Consejo Superior comenzamos a hablar de que siempre el Moderno ha sido fiel a su apellido y con miras a la ciudadanía global y al modelo pedagógico progresista de Agustín Nieto Caballero, nos hacía falta dar este paso para entender mucho mejor el mundo, la diversidad y el aporte de los nuevos líderes en Colombia. Luego de un ejercicio de reflexión con la comunidad, se presentó una propuesta y el Consejo tomó la decisión de comenzar a recibir mujeres estudiantes. Iniciaremos en el primer grado escolar, a partir de 2025 pasaremos a ser calendario B y fortaleceremos nuestro modelo de bilingüismo gracias a la acreditación internacional que el colegio está adelantando.
SEMANA: ¿Qué tan difícil fue esa discusión?
V.G.: Frente a la mixtura fue un debate complejo, por la polarización en la que vivimos en Colombia. Algunas personas no pueden concebir que un colegio masculino de 100 años decida transformarse. Se debatieron razones de tinte un tanto machista y otras relacionadas con la convivencia. Cuestionaron la presencia de las mujeres en entornos tradicionales del colegio como la banda o las excursiones. Y ahí es cuando inicia la reflexión: ¿acaso las mujeres no pueden ser líderes en la banda? ¿No serían unas estupendas exploradoras en las excursiones? ¿Unas deportistas extraordinarias? ¿No son tan guerreras como cualquier hombre? Afortunadamente, encontramos mentes abiertas y librepensadoras que entienden que la diversidad es esencial para construir sociedad.
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SEMANA: ¿Existió en esa discusión un mea culpa por haber llegado a este momento tarde en la historia?
V.G.: Por supuesto. Hace 15 años se negó la posibilidad de que fuéramos mixtos. El Moderno sí entró un poco tarde a esa ola, entendiendo que ya en Colombia muchísimos colegios magníficos de gran calidad se han vuelto mixtos. Muchas familias hicieron por años el reclamo, especialmente las que tienen en su casa hermanos y hermanas. Un colegio que forma líderes que van a manejar este país, que ha sido nuestro sello, no puede excluir a las mujeres. Este es el espíritu de un colegio liberal, de una institución que quiere trabajar por Colombia, por su gente. Y su gente somos todos: hombres y mujeres.
SEMANA: En una discusión que parece obvia en este siglo, ha sido muy pública la resistencia de algunas familias. ¿Qué temores tienen ellos?
V.G.: Yo creo que la raíz siempre es el miedo al cambio, quizás a perder en teoría la esencia que identifica al Gimnasio Moderno. En este proceso tuvimos muchas conversaciones con algunas mamás a quienes les explicamos que este colegio, con su bella y estructurada filosofía basada en la libertad y la responsabilidad, se va a enriquecer aún más al ser mixto.
SEMANA: Siempre que se habla del Moderno, la palabra felicidad aparece. ¿Por qué?
V.G.: Le voy a contar mi experiencia, cuando yo llegué aquí de 5 años, me recibió Agustín Nieto Caballero. Me dio la bienvenida saludándome por mi nombre y diciéndome que en mi nuevo colegio iba a ser muy feliz. Nunca olvidé ese momento de mi vida que me dio la misma tranquilidad y estabilidad emocional que sentía en mi casa. Y eso es lo que les ofrece el Gimnasio Moderno a sus estudiantes. Un entorno en donde ellos reciben de nosotros libertad y ellos nos responden con responsabilidad. Eso hace felices a los niños porque todo se basa en la confianza mutua. Tú te sientes bien si los demás confían en tus actos.
SEMANA: La felicidad en el colegio es el anhelo de cualquier familia. ¿Qué hace a un niño ser pleno en estos años?
V.G.: Si hablas con nuestros exalumnos, ellos te dirán que fueron felices en su colegio porque los tuvieron en cuenta, porque los llamaron por su nombre, porque los dejaron pensar, los dejaron equivocarse y con cariño les mostraron cómo enmendar su error. Porque aprendieron a valorarse y autorregularse gracias a la disciplina de confianza. Porque no solo los dejaron ser lo que querían ser, sino que les entregaron todas las guías y herramientas para que encontraran el sentido a sus vidas, para ser el mejor de los mejores en lo que elijas ser. Por eso nuestros egresados son líderes en la política, en las artes, en el mundo empresarial, en el periodismo, en las letras, en la ciencia. Gente maravillosa para el país en todos los ámbitos.
SEMANA: ¿Cómo se logra eso?
V.G.: Es la suma de muchas cosas, pero hay una clave: este es un colegio que dignifica a los maestros. “Lo que sea el maestro, será la escuela”, decía Agustín Nieto Caballero. Por eso, en el Moderno estamos constantemente capacitando a nuestros docentes, reconociendo su trabajo. Esto es esencial, los maestros son los guías de las almas de nuestros niños. Si ellos están bien, nuestros niños estarán mejor.
SEMANA: ¿Cómo se prepara el colegio para la llegada de las niñas? ¿Qué falta?
V.G.: No falta nada. Lo primero era tomar la decisión, que ya se tomó. Lo segundo era entender si dentro del esquema de enseñanza y aprendizaje del colegio era necesario hacer ajustes o temas curriculares, pero el modelo de la Escuela Activa que ofrece el colegio está diseñado para todos los géneros. Haremos algunos ajustes de infraestructura. Estamos listos para recibirlas con el calendario B y la internacionalización que estamos implementando.
SEMANA: Muchos colegios han dado esta transición de forma más tranquila. ¿Por qué cree que todo lo que pasa en el Moderno se vuelve noticia?
V.G.: Porque el Gimnasio Moderno está unido al país y ha estado por años en el corazón de la educación. A nosotros nos interesa no solo la educación de los gimnasianos, sino de todos los colombianos. Esta es una institución pensada para engrandecer a Colombia.
SEMANA: El Moderno ha estado entrelazado con la historia del país en muchos momentos. Cuénteme uno que los colombianos no sepan.
V.G.: Cuando ocurrieron los hechos del 9 de abril de 1948, Alberto Lleras se pone en contacto con Agustín Nieto Caballero y lo entera de los desmanes que hay en la ciudad. Le cuenta que tiene una delegación de ciudadanos extranjeros que están participando de la Novena Conferencia Panamericana y le pide el favor de prestarles los espacios del colegio para que las deliberaciones puedan continuar. Así fue, la delegación se traslada al colegio y en los salones del edificio de bachillerato se firma la Carta de Bogotá, que dio origen a la creación de la Organización de los Estados Americanos. Casi nadie sabe que la OEA nació en el campus del Gimnasio Moderno.
SEMANA: ¿Y cuál es la historia del colegio?
V.G.: Los hermanos José María y Tomás Samper Brush se ponen en contacto con Agustín Nieto Caballero, quien en 1913 acababa de llegar de Europa y Estados Unidos luego de conocer las nuevas tendencias de educación, y le proponen crear un colegio liberal que rompiera con los paradigmas de la educación basada en la memorización y en el castigo como instrumento de aprendizaje. La metodología de la Escuela Nueva o Escuela Activa, que Agustín Nieto Caballero aprende de manos de María Montessori y Ovide Decroly, fue la que implementaron en el colegio, que se creó el 18 de marzo de 1914 con una filosofía en la que el niño es el centro del proceso, en el que caben todas las ideas, en la que se enseña desde el amor, la confianza y la compresión. En pocos días, cumpliremos 109 años y ese modelo se ha sabido acoplar a los tiempos y las transformaciones de la sociedad.
SEMANA: ¿Cómo convencería hoy a una familia para que inscriba a su hija en esa primera promoción de 2025?
V.G.: Les diría que vengan y conozcan de primera mano el día a día del colegio. Que recorran su campus, que oigan las risas de los niños jugando, que vean la relación de los maestros con los niños, que respiren la magia especial que tiene este “alcanzar de ilusión” como lo reza nuestro himno. Aquí van a descubrir que en este colegio sus hijas e hijos van a crecer felices y bien preparados para afrontar los retos globales del siglo XXI con el propósito de ayudarle al país.