TECNOLOGÍA
Un siglo con Leica
La cámara con la que se registraron las imágenes más icónicas del siglo XX cumple 100 años.
Oskar Barnack, trabajador de una fábrica de microscopios en Wetzlar, Alemania, y apasionado de la fotografía, soñaba con diseñar una máquina que pudiera usar sin los pesados trípodes de la época. En medio de sus labores sacó tiempo para crear un aparato más pequeño, liviano y flexible. En 1914 lo logró y lo llamó Leica. Era la primera cámara portátil de la historia. Con el tiempo se convertiría además en la preferida de fotógrafos de la talla de Henri Cartier-Bresson, Robert Capa, y décadas después Annie Leibovitz, con la que registraron algunos de los más importantes hechos históricos del siglo XX.
La clave detrás del éxito de Leica es que adoptó el rollo de 35 milímetros, que entonces era exclusivo del cine. Esto les permitió a los fotógrafos tomar hasta 36 fotos que se podían reproducir con mayor facilidad en el cuarto oscuro. Además, podían camuflarla en sus abrigos y ser más discretos a la hora de obturar, lo que ayudaba a captar imágenes más espontáneas. Los editores de revistas como LIFE o Picture Post tuvieron así más opciones para elegir aquellas con mayor fuerza narrativa para sus historias.
A pesar de que muchos ahora prefieren marcas japonesas como Canon o Nikon, que han incorporado los avances tecnológicos en este campo, la mayoría de los fotógrafos profesionales todavía hoy, un siglo después de su invención, eligen la máquina creada por Barnack. La prefieren por la calidad de sus lentes y sus ángulos amplios y nítidos que dan mayor resolución y mejor color.
A raíz de este aniversario, SEMANA reproduce las imágenes más emblemáticas de los últimos 100 años tomadas con una Leica.