Salud
Una manzana al día puede reducir el riesgo de alzheimer, afirman los científicos
La clave está en los fitonutrientes de la fruta, que mejoran el funcionamiento del cerebro.
Los nombres de las siguientes sustancias pueden sonarle complicados, pero no le viene mal tenerlas en cuenta, pues se trata de buenas amigas de su estado físico: quercetina y ácido dihidroxibenzoico.
La primera está en la cáscara de la manzana y la segunda en su pulpa y, de acuerdo con una nueva investigación, ayudan a la generación de neuronas en el cerebro en un proceso conocido como neurogénesis.
Para comprenderlo mejor, hay que recordar primero que las neuronas son células altamente excitables que transmiten información a todas las partes del cuerpo por medio de señales eléctricas y estimulan las habilidades de memoria y aprendizaje.
Los citados componentes de la manzana, o fitonutrientes, demostraron sus notables efectos benéficos sobre la neurogénesis (el crecimiento de nuevas neuronas), en un estudio realizado por el Centro Alemán para Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE, por sus iniciales en alemán), con sede en Bonn.
Las pruebas fueron realizadas en ratones adultos, cuyas células madre se multiplicaron significativamente y generaron más neuronas cuando les fueron suministradas altas dosis de estos fitonutrientes de la manzana.
“Los efectos de la quercetina y el ácido dihidroxibenzoico en la neurogénesis fueron comparables a los que se observan luego de hacer ejercicio, que también son conocidos por estimular la producción de neuronas”, afirmaron los expertos, cuyas conclusiones fueron publicadas en Stem Cell Reports.
El buen desempeño de esta función, por ende, previene el avance de enfermedades.
Los investigadores tuvieron en cuenta que en muchos países se presenta un alto consumo de jugo de manzana, así que analizaron si este tiene el mismo provecho que la fruta.
“La concentración de quercetina en el jugo de manzana es muy baja (menos de dos miligramos por litro) y concluimos que es insuficiente para intervenir en la neurogénesis”, explicaron los científicos.
Su recomendación, en últimas, es que hay que consumir una manzana entera al día para acceder a sus efectos preventivos sobre el mal de Alzheimer, que es la causa de más del 60 por ciento de los casos de demencia, la cual afecta a unos 50 millones de personas en todo el planeta, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Las buenas noticias sobre esta fruta que se asocia con el pecado y la discordia, debido a la Biblia y la mitología, surgen en medio de un interés cada vez más creciente de los científicos por descubrir las bondades de una dieta rica en frutas y verduras.
Los fitonutrientes, en especial, siguen despertando mucha curiosidad, dado que se calcula que existen unos 4000, lo que sugiere una beta incalculable de beneficios para la salud humana.
Sin embargo, solo unos pocos han sido estudiados a fondo, de acuerdo con datos de la fundación Produce for Better Health, de Gran Bretaña.
“Muchos fitonutrientes tienen propiedades antioxidantes que ayudan a prevenir el daño en las células de todo el cuerpo humano”, reiteró Unlock Food, boletín de la fundación.
Si una manzana diaria puede proteger el cerebro contra el Alzheimer, la prensa científica recuerda además que un estudio realizado en 2019 encontró que dos tienen efectos que protegen el sistema cardíaco y el cerebro.
El análisis fue realizado por la unidad de nutrición de la University of Reading, en Inglaterra, la cual seleccionó a 40 personas con colesterol alto y les pidió que comieran dos manzanas grandes diarias durante ocho semanas.
El resultado fue que bajaron en un cuatro por ciento sus niveles de colesterol malo que, acumulado en las arterias, es uno de los grandes detonadores de embolia e infarto.
Los nutricionistas, por su parte, advierten que lo bueno de la manzana es que le gusta a personas de todas las edades y es fácil de consumir.
La fruta, así mismo, también puede ser clave para perder peso. Así lo determinó otra investigación, realizada por la Harvard Medical School, en Estados Unidos, y la University of East Anglia, en Inglaterra.
El estudio quiso determinar las relaciones entre este factor de salud que preocupa a tantos y los flavonoides, que es el tipo de fitonutrientes en que se ubican la quercetina y ácido dihidroxibenzoico.
Teniendo en cuenta la edad y su relación con el peso corporal, los científicos determinaron que incrementar el consumo de manzana, entre otras frutas, y té se asocia con el mantenimiento del peso e, incluso, favorece una modesta reducción de esos kilos de más.
“Modesta” puede sonar como algo insignificante, pero médicos y nutricionistas aclaran que incluso los pequeños beneficios ayudan a prevenir enfermedades y mejorar la salud.