CORONAVIRUS

Vacuna contra el coronavirus no hará que el virus deje de evolucionar, según expertos

Aunque el mundo ve con esperanza los anuncios de las farmacéuticas que aseguran que su vacuna tiene un 95 por ciento de efectividad, lo cierto es que esta no es una solución para acabar con la pandemia.

2 de diciembre de 2020
Vacuna contra el coronavirus no hará que el virus deje de evolucionar, según expertos | Foto: Getty Images

Aunque el mundo ve esperanza en las vacunas para acabar con la pandemia del coronavirus y retornar a una normalidad, lo cierto es que los antídotos no serían una solución efectiva ni tampoco erradicaría de raíz el virus, según han dicho expertos en varias ocasiones.

Inclusive, la OMS advirtió que una vacuna no le bastará al mundo para derrotar a la pandemia de la covid-19. “Una vacuna va a completar las demás herramientas que tenemos, no a remplazarlas”, declaró Tedros Adhanom Ghebreyesus durante el consejo ejecutivo de la organización, el primer evento al que asiste tras haberse puesto en cuarentena el pasado 2 de noviembre, por haber estado en contacto con una persona diagnosticada positivo al coronavirus.

Asimismo, el reconocido científico italiano Giuseppe Remuzzi, quien ha emitido varios conceptos desde que empezó la pandemia, sostuvo que “ninguna vacuna por sí sola podrá extinguir la pandemia”. En ese sentido, explicó que “todas las vacunas en trámite, comenzando con la de Pfizer , no suprimirán el coronavirus (...) nos protegerán de la enfermedad, pero no la harán desaparecer”.

Además, dijo que “se inmunizará a una gran parte de la población pero solo bajo la condición de que se mantengan las medidas de atención actuales. El uso de tapabocas, el distanciamiento social y lavado continuo de manos”.

Recientemente el diario The New York Times trajo a colación un ensayo de 1988 sobre pandemias de Joshua Lederberg, premio nobel y presidente de la Universidad Rockefeller, donde recordó a la comunidad médica que cuando se trata de enfermedades infecciosas, las leyes de Darwin son tan importantes como las vacunas de Pasteur.

En su ensayo, Lederberg aconsejó: “No tenemos ninguna garantía de que la competencia evolutiva natural de los virus con la especie humana siempre será el ganador”.

Asimismo, recientemente los expertos David A. Kennedy y Andrew F. Read de la Universidad Estatal de Pensilvania, especialistas en resistencia viral a las vacunas, señalaron que el antídoto no es capaz de poner fin a la evolución de la enfermedad e incluso podrían impulsar un nuevo cambio evolutivo.

De acuerdo con los expertos, existe la posibilidad, aunque mínima, de que el virus pueda desarrollar resistencia a una vacuna, lo que los investigadores llaman “escape viral”, por lo que instan a monitorear los efectos de la vacuna y la respuesta viral.

En su estudio, los expertos explican que todos los casos documentados de resistencia a la vacuna pueden atribuirse a la ausencia de al menos una de las tres características clave que poseen la mayoría de las vacunas:

1. La vacuna induce una respuesta inmune que protege a los huéspedes al atacar múltiples epítopos de virus simultáneamente, generando así redundantes y protección evolutivamente robusta.

2. La vacuna suprime el crecimiento de patógenos dentro de los hospedadores y detiene la transmisión desde hospedadores protegidos por vacuna.

3. La respuesta inmune inducida por la vacuna protege contra todos los serotipos circulantes del patógeno.

De acuerdo con la investigación, cuando la característica 1 está presente, la resistencia probablemente requiera la aparición de múltiples mutaciones, en lugar de una sola. Cuando la característica 2 está presente, se generaría poca diversidad de patógenos durante el crecimiento de patógenos dentro de los huéspedes vacunados, y los efectos de la selección sobre las mutaciones de resistencia que surgieran serían mínimos. Cuando la característica 3 está presente, sería necesario generar nuevas variantes de virus antes de que la resistencia pudiera ser un problema, ya que la resistencia a la vacuna no existe previamente. “Combinadas, estas tres características hacen que la probabilidad de aparición de resistencia sea extremadamente pequeña”, se lee en la investigación.

Por último señalan que, “el mundo necesita una vacuna contra el coronavirus con urgencia, al igual que antes necesitaba medicamentos contra la tuberculosis y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)”.

Por esto “es tentador dejar las preocupaciones evolutivas hasta después de la introducción de una vacuna. Pero como vimos en el caso de la tuberculosis y el VIH, la evolución de la resistencia puede socavar rápidamente las intervenciones recién descubiertas. Al aprender de las soluciones a los desafíos evolutivos anteriores, podemos mejorar para el coronavirus”.