PANDEMIA
Vacuna contra el coronavirus: ¿Qué hacer si la gente no se la quiere poner?
Uno de los momentos más esperados durante la pandemia comenzó esta semana con las primeras vacunaciones en Reino Unido. A pesar de eso, algunos aún les temen a los efectos secundarios de estos productos y preferirían no vacunarse. ¿Están en lo correcto?
El martes, los hospitales en el Reino Unido empezaron a ofrecer la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus producida por Pfizer y BioNTech. La noticia fue una celebración, pues representaba el momento que todos habían estado esperando desde el inicio de la pandemia. Pero de los miles de personas que recibieron la vacuna, dos tuvieron reacciones alérgicas y aunque se están recuperando, esos casos pusieron sobre la mesa de nuevo el debate de la seguridad de estos productos.
Es un tema candente. En Colombia, el presidente Iván Duque sancionó el proyecto de ley denominado ‘Vacunas para todos’, que, entre otros aspectos, contempla la exoneración a las farmacéuticas de responsabilidad frente a posibles efectos secundarios. Y el Gobierno la asumiría. Eso demuestra que el tema no es menor y muchas personas continúan frente al debate de vacunarse o no. Un estudio publicado en el diario El País, además, puso en evidencia que en Argentina, Brasil y Colombia ha venido descendiendo de manera sostenida la proporción de población dispuesta a vacunarse. Algunos porque creen que tener una vacuna puede generarles efectos indeseados y otros porque desconfían de una vacuna hecha en tiempo récord.
Científicamente ninguno de los dos argumentos tiene fundamento sólido. En cuanto a los efectos secundarios, hay que decir que los reportados por esta y otras vacunas son apenas previsibles. Tanto la de Pfizer como la de Moderna, que también será aprobada pronto en Estados Unidos y la Unión Europea, pueden generar síntomas suaves de covid-19. Eso no significa que la persona inmunizada haya sido infectada con la vacuna, ya que eso sería médicamente imposible, según los expertos. En el caso de la de Pfizer, que reduce los casos de dicha enfermedad en 95 por ciento, también se puede producir desde la incomodidad del pinchazo hasta dolor de cabeza, escalofríos y dolor muscular.
Estos efectos indeseados, además, afectan a una de cada diez personas, y entre ellos podría haber variaciones. Algunos podrían experimentar versiones más agudas de estos, como ha sucedido con algunos de los participantes de los estudios clínicos. Uno de ellos, un hombre de 24 años que hizo parte de las pruebas de Moderna, no sintió nada en la primera dosis, pero sí en la segunda: tuvo fatiga, fiebre y escalofríos que en un comienzo lo preocuparon mucho, tanto que consultó al médico. Pero estos signos cedieron al cabo de 24 horas.
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Según los expertos, esas reacciones son parte de lo que se espera y, aún más, representan una prueba de que la vacuna está haciendo su labor: despertar el sistema inmune. Es cierto que en dos oportunidades durante las pruebas de la vacuna de Oxford, otra de las candidatas, el trabajo se detuvo ante un caso de posibles efectos adversos fuera de lo común. Esto también hace parte del estudio de seguridad de las vacunas y sucede en la mayor parte de los casos porque la gente se enferma en cualquier momento, incluso en medio de un estudio científico. Ante eso, el protocolo es investigar para descartar que el problema esté relacionado con la vacuna. Eso se hizo en su momento.
Es posible que en los estudios clínicos no se vean claramente todas las posibles consecuencias de estos nuevos productos porque las muestras son de alrededor de 20.000 personas, como sucede en el caso de Pfizer, y aunque son suficientes para demostrar la seguridad en la mayoría de personas, puede que no registren algo que afecta a una persona en 50.000. “Si es un efecto muy raro se verá después”, dijo a la BBC Penny Ward, de la Facultad de Medicina Farmacéutica en King’s College London. Por lo tanto, es de esperarse que en el largo plazo puedan surgir otros efectos secundarios, pero estos serían muy raros.
Los más comunes, como los que reporta el 10 por ciento de los participantes, se presentan casi siempre en los primeros meses después de tomar la vacuna. Ninguna droga, además, es ciento por ciento segura y cada medicina eficaz tiene efectos secundarios. Por eso los científicos siempre ponen en una balanza los riesgos frente a los beneficios. Hasta un calmante de dolor como el ibuprofeno los tiene (puede causar sangrados), pero aun así la gente los toma cuando los necesita. La diferencia con las vacunas es que se le brindan a la gente sana y eso cambia el balance. Por eso la vara de la seguridad con las vacunas es mucho más alta y cualquier riesgo que estas generen debe ser muy pequeño y pasajero.
Según la médica Sarah Gupta, en estos casos hay que comparar esos efectos secundarios con la posibilidad de enfermarse de covid-19 por semanas o meses e incluso morir por esta causa. Ante esto, ella dice que “la vacunación, aun experimentando efectos secundarios, será mucho más segura que infectarse”.
Frente a la preocupación sobre la rapidez con que se hizo la vacuna, los expertos tampoco ven razón para preocuparse. Es cierto que las vacunas tardan en producirse diez años o más. En algunos casos, como en la del sida, ni siquiera han sido suficientes 40 años para que vea la luz una contra el virus que lo causa (VIH). En contraste, las del nuevo coronavirus se han desarrollado en un tiempo récord de ocho meses. A pesar de esa velocidad los protocolos científicos no han sido apresurados y, por el contrario, han cumplido los términos y condiciones de siempre.
Los atajos de tiempo, como lo explica William Petri, profesor de Medicina de la Universidad de Virginia, se han dado en la manera como hoy surgen los candidatos a vacuna. Las convencionales, por lo general, usan una versión atenuada del patógeno y para lograrla se requiere hacer cultivos en huevos o en células que toman mucho tiempo en crecer. Recientemente, la ciencia médica ha desarrollado vacunas que utilizan solo una porción de material genético, con lo cual el proceso de producirlas se ha simplificado enormemente. Estas fueron las técnicas escogidas por Pfizer y Moderna. “El material genético ARNm es fácil de hacer en un laboratorio. Hacer una de estas vacunas no solo puede ahorrar meses, sino años”, dice Petri.
Otro factor que influyó para el desarrollo acelerado de esta vacuna, según el experto, es la manera expedita con que se logró reclutar gente para los estudios clínicos. En cuanto al proceso de aprobación, los analistas señalan que no fue alterado y la razón por la cual estos fueron tan expeditos es porque los estudios clínicos se hicieron de manera simultánea a la preparación de la producción masiva de las vacunas, aun sabiendo que si esta no era efectiva se perdería la inversión de la producción de esas dosis. En épocas normales solo se hubiera podido producir masivamente hasta haber concluido los ensayos clínicos. “El lado bueno es que, de resultar efectiva y segura, como sucedió, podría ser distribuida inmediatamente para que la vacunación comenzara”, explica Petri.
Hay que aclarar que resulta imposible infectarse de covid con las vacunas de Pfizer y Moderna por eso mismo: no utilizan el virus, sino un pedazo de código ARNm para producir la proteína. Hasta hoy, con la información que han aportado las compañías farmacéuticas que las producen, parecen ser tan seguras como la de la rubeola y otras que han sido probadas en el pasado.
Incluso con toda esta información, algunos médicos como Joel Erns, profesor de Medicina de la Universidad de California en San Francisco, señalan que ponerse o no la vacuna debe ser una decisión personal y que en su caso se sentiría mucho más cómodo esperando la información que salga luego de seis meses de estudios fase 3 para garantizar que es segura en términos de potenciales efectos secundarios raros. Las vacunas que hoy se están aprobando tienen apenas dos meses de información, algo que no es para menospreciar dadas las circunstancias que en la actualidad se viven por el virus. Por eso cree que dos meses de información bastan para que gente con alto riesgo de exposición a covid como el personal médico se inmunice. “Si estuviera en ese grupo diría que dos meses son suficientes para mí”. Sin embargo, considera que la gente con bajo riesgo y que puede trabajar en casa puede esperar sin problemas.
Estos efectos secundarios a largo plazo seguirán surgiendo a medida que la gente siga poniéndose la vacuna. Pero con la información de 100.000 personas vacunadas en los ensayos clínicos de Pfizer, Modernay AstraZeneca sumados “ya tenemos una idea de cómo serán esos efectos secundarios”, dice Bruce Gellin, un experto en el tema.
En otros casos se presentarán problemas que no están relacionados con la vacuna en sí, sino que hacen parte de consecuencias azarosas. El gran peligro es que estos casos podrían usarse para desprestigiar a las vacunas, como sucedió con las de sarampión, paperas y rubeola. Por información falsa en esos casos se terminó creando el movimiento antivacunas en el mundo, sin ningún soporte científico. “La gente podría asumir erróneamente que esos problemas que suceden por coincidencia sean causados por la vacuna”, señala Erns.
Por esa razón, personajes como Bill Clinton, Barack Obama y George W. Bush se han ofrecido a ponerse en público la vacuna en cuanto esté aprobada, un acto de confianza que ayudará a otros a hacerlo. Habrá que ver si eso es suficiente para que la vacuna logre superar todos los obstáculos y pueda terminar finalmente en el brazo de los colombianos.
Los efectos secundarios más comunes
Después de la segunda dosis es posible que entre 10 a 15 por ciento de los vacunados presentes estos síntomas. La mayoría son leves o moderados.
Vacuna de Moderna
Fatiga ..............................................9,7 %
Dolor muscular.................................8,9 %
Dolor en las articulaciones................5,2 %
Dolor de cabeza................................4,5 %
Dolor en general...............................4,1 %
Molestia en piel por pinchazo..............2 %
Vacuna de Pfizer-Biontech
Dolor de cabeza....................................2 %
Fatiga................................................3,8 %
Fiebre...................................................2 %
Los agentes reguladores en Gran Bretaña advirtieron que las personas con una historia de reacción alérgica a una vacuna o medicina no deberían recibir la de Pfizer y BioNTech.