a phlebologist or vascular surgeon examines the varicose veins of the lower extremities of a patient in a modern dermatological clinic. Phlebology.
Las venas varicosas suelen localizarse con mayor frecuencia en las piernas. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Vida Moderna

Várices: cómo aliviarlas con agua de romero y limón

Hacer ejercicio, evitar permanecer largos periodos de tiempo sentado o de pie, y dormir con las piernas elevadas puede ayudar a minimizar este padecimiento.

13 de diciembre de 2022

Uno de los problemas estéticos que suelen aparecer con mayor frecuencia en las mujeres son las várices en las piernas. Estas son venas hinchadas y retorcidas que pueden verse bajo la piel y suele ser de color morado o azul oscuro.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Medline Plus, las venas tienen válvulas que ayudan a mantener la sangre fluyendo en una sola dirección hacia el corazón. Como tal, si las válvulas son débiles o están dañadas, la sangre puede detenerse y acumularse en las venas, provocando una hinchazón que puede conducir a venas varicosas.

Cuando esto se presenta, los síntomas más comunes son la hinchazón de las piernas, dolor localizado, picazón alrededor de la vena, sensación de pesadez en los pues, calambres nocturnos, cambios en el color de la piel y una o más venas abultadas. Entre tanto, las várices muchas veces pueden limitar la actividad diaria y los síntomas pueden empeorar al estar sentado o de pie durante periodos prolongados.

Para tratar las varices, los especialistas en salud recomiendan algunos tratamientos que implican cambios en el estilo de vida, como realizar actividad física con mayor frecuencia, mantener un peso saludable y evitar malas posiciones al estar sentado o de pie. Por otra parte, existe remedios caseros que pueden ayudar a controlar los síntomas que provoca las venas várices; por ello, el portal web GastroLabWeb detalla que la combinación de agua de limón y romero es ideal para mejorar la circulación y evitar que estas venas aparezcan.

Según el portal en mención, estos dos ingredientes son grandes aliados del sistema circulatorio y ayudan a mejorar la calidad de vida. Como tal, el romero es una hierba rica en rosmaricina, un alcaloide que es muy utilizado para mejorar la circulación sanguínea y también ayuda a prevenir la formación de venas várices, la hinchazón en los pies y favoreciendo la correcta oxigenación de las extremidades.

En cuanto al limón, es un cítrico que reduce los problemas circulatorios, pues relaja las arterias, ayuda a reducir la presión sanguínea y la fragilidad de los capilares. Además, tiene un efecto alcalino sobre el organismo, por lo que muchas personas lo usan para tratar la gota, la ciática, los lumbagos y el dolor articular, por tanto, también ayuda a combatir las venas varices.

¿Cómo hacer el agua de limón con romero?

Ingredientes

  • 3 limones.
  • 3 cucharadas de romero.
  • 1 litro de agua.
  • Miel al gusto.

Preparación: Inicialmente, se debe partir por la mitad los limones y remover la parte blanca de ellos. Luego, con todo y cáscara, colocarlos en la licuadora junto con los demás ingredientes. Enseguida, procesarlos y colar muy bien la bebida para su posterior consumo. Los expertos aconsejan consumirla durante una semana para ver los resultados.

De cualquier forma, lo aconsejable siempre es consultar con el especialista para conocer el tratamiento a seguir para hacerle frente de la mejor forma a este padecimiento.

¿Cómo prevenir las venas várices?

Algunos de los consejos y medidas que se pueden adoptar para prevenir que esta situación se presente son los siguientes:

- Evitar sentarse o estar de pie quieto durante largos períodos.

- Dormir con las piernas elevadas.

- No usar tacones.

- No levantar pesas con los pies.

- No usar anticonceptivos hormonales.

- No fumar.

- Si el trabajo o la vida diaria son sedentarios, hay que flexionar piernas y tobillos frecuentemente, levantarse y andar.

- Utilizar medias compresivas, pues proporcionan alivio inmediato y duradero, al comprimir las varicosidades y mejorar así el retorno venoso. Suelen estar diseñadas de forma que la máxima compresión se da alrededor de los tobillos y pantorrillas. Pueden estar indicadas también en el embarazo.