Salud
Várices: cómo aliviarlas con sábila y vinagre de manzana
Receta natural para calmar las molestias en las piernas.
Las várices son venas dilatadas que se encuentran cerca de la superficie de la piel y suelen aparecer en las piernas y tobillos. La sangre se acumula debido a un mal funcionamiento de las válvulas venosas y fruto de la mala circulación se desarrollan las venas varicosas o várices.
Según el portal Mayo Clinic, cualquier vena superficial puede volverse varicosa; sin embargo, las venas afectadas con mayor frecuencia son las de las piernas. Eso se debe a que estar de pie y caminar con una postura erguida aumenta la presión en las venas de la parte inferior del cuerpo.
Aunque no causan problemas para la mayoría de las personas, según MedLine Plus, si el flujo de sangre a través de ellas empeora, pueden presentarse problemas como hinchazón y dolor en la pierna, coágulos sanguíneos y cambios en la piel, que incluyen factores de riesgo como: edad avanzada, ser mujer (por la pubertad, el embarazo y la menopausia pueden conducir a las venas varicosas; además, píldoras anticonceptivas u hormonoterapia puede aumentar el riesgo), nacer con válvulas defectuosas, la obesidad, el embarazo, antecedentes de coágulos sanguíneos en las piernas y antecedentes familiares de venas varicosas.
Tipos de várices
Aunque pueda parecer que todas las várices son iguales, lo cierto es que no lo son. Estas varían en función del desarrollo que presente su color y tienen grados diferentes de intensidad. Se pueden encontrar hasta cuatro tipos de várices:
Várices de grado 1
En este tipo de várices, las venas finas son de color violeta. A veces pueden tener forma estrellada y se denominan como arañas vasculares.
Generalmente solo suponen un problema de tipo estético. Sin embargo, en determinadas ocasiones pueden producir sensación de pesadez y cansancio en las piernas.
Várices de grado 2
Las venas se van haciendo más visibles y se presentan una serie de síntomas recurrentes como:
Pesadez y cansancio en las piernas.
Dolor.
Calambres.
Hormigueos.
Sensación de calor.
Picores y escozores.
Várices de grado 3
Las venas de grado 3 son más dilatadas y los síntomas van aumentando progresivamente. Pueden aparecer con hinchazón, edemas y cambios de coloración en la piel.
Várices de grado 4
Este tipo de várices suelen aparecer en zonas con eczemas o úlceras. Por consiguiente, son muy difíciles de tratar y pueden infectarse con facilidad. Por esta razón, lo más recomendable es acudir al médico.
Para aliviar algunos síntomas se puede recurrir a determinados tratamientos naturales. Gracias a las propiedades de ingredientes como la zanahoria, el aloe vera y el vinagre de manzana se puede encontrar una solución efectiva.
Crema de zanahoria, aloe vera y vinagre de manzana para las várices
Ingredientes:
1 taza de zanahoria rallada (115 g)
7 ½ cucharadas de aloe vera (115 g)
Vinagre de manzana (cantidad necesaria)
Vinagre de manzana
Es ideal para estimular la circulación y tiene propiedades antiinflamatorias.
Las compresas de vinagre por sí solas también son muy efectivas para aliviar los síntomas de las várices. Se deben colocar sobre la zona afectada y dejarlas actuar por 20 minutos.
Aloe Vera
El aloe vera es una planta muy adecuada para tratar todo tipo de problemas cutáneos. En este caso será muy útil gracias a sus propiedades calmantes y antiinflamatorias.
Zanahoria
La zanahoria destaca por su aporte de betacarotenos y antioxidantes, que también serán de gran ayuda para aliviar todos esos síntomas relacionados con las várices, así como para mejorar su aspecto.
Preparación
Primero se debe pelar la zanahoria y licuarla hasta triturarla por completo. Con esto se obtendrá una pasta suave al terminar.
A continuación, retirar las espinas de la hoja de aloe vera, cortarla transversalmente y retirar el gel interior con una cuchara.
Después incorporarlo a la pasta de zanahoria.
Para finalizar, se debe agregar el vinagre de manzana y mezclar hasta obtener una pasta cremosa.