Vida moderna

Venas várices: ¿cúales son los síntomas y causas?

Estas son las razones por las que aparecen y lo que se debe saber sobre ellas.

3 de septiembre de 2021
Piernas
Piernas | Foto: Getty Images

Las venas varicosas o venas várices normalmente se manifiestan con la aparición de una inflamación que tiene la apariencia de un cable azul hinchado que se nota debajo de la piel y que usualmente se presenta en las piernas y los pies.

Cuando estas venas están inflamadas también tienden a verse retorcidas, y junto a ellas a veces se presentan las llamadas arañas vasculares, que es una variación frecuente de las venas varicosas. Esas manifestaciones de las venas várices son consideradas superficiales y no son una afección de gravedad para la salud de una persona, que puede tratarlas incluso con el cambio de hábitos, pero aún así pueden causar dolor y resultar incómodas por cuanto deforman la apariencia estética del área en la que aparecen.

Las venas encargadas de devolver la sangre al corazón para que vuelva a circular por el organismo lo logran gracias a la ayuda de ciertos músculos y válvulas. Cuando la sangre fluye por las venas, esas válvulas cumplen la función de permitir el paso de esta. En particular las venas de las piernas que se encargan de regresar la sangre al corazón, lo hacen contra la gravedad. Según el sitio web de la institución estadounidense Mayo Clinic, cuando esas válvulas se debilitan o se dañan, se produce la aparición de las venas várices.

Esto se explica porque, precisamente, las válvulas de las venas se abren para que la sangre fluya hacia el corazón y alternativamente se cierran para evitar que la sangre fluya hacia atrás. Cuando se presenta una anomalía en ellas por debilitamiento o daño, la sangre puede retroceder y termina por acumularse en las venas, haciendo que estas se dilaten o se retuerzan.

Es posible que otras afecciones en el cuerpo que generen una presión en exceso sobre las piernas, particularmente, puedan desencadenar la aparición de venas varicosas.

Un ejemplo de esto es el embarazo, pues durante ese estado se aumenta la cantidad de sangre en el organismo de la mujer, en función del desarrollo del feto, pero con la posibilidad de que esto y otros factores como los cambios hormonales, causen problemas en las venas de la mujer gestante.

El sobrepeso también causa una presión mayor sobre las venas, al igual que el estar de pie o sentado durante mucho tiempo, a lo que se suma entonces el llevar un estilo de vida sedentario. Esto por un lado, porque mantener una misma posición por un periodo largo, no permite la normal circulación de la sangre, y porque también si los músculos no están en buena forma no pueden ayudar correctamente en el bombeo de la sangre.

Entre otros factores que pueden influir en la aparición de las venas varicosas está la edad, pues con el paso del tiempo se da un desgaste natural de las válvulas y las venas, además porque se pueden ver también afectadas por lesiones previas. La genética, es decir si ha habido antecedentes familiares de sufrir de las várices, también influye en una mayor posibilidad de padecer esta afección.

También el sexo de la persona, pues se ha probado que las mujeres tienen más probabilidades de padecer la enfermedad, por la influencia de los cambios hormonales que tienden a distender las paredes de las venas, y esos cambios los padecen durante la menstruación, el embarazo o la menopausia. De hecho, las terapias hormonales que pueden tomar las mujeres en algún momento de su vida, como por ejemplo las pastillas anticonceptivas, pueden aumentar el riesgo de aparición de las várices.

Cuando las venas várices se inflaman y causan molestia, se vuelven sensibles al tacto, causan pesadez y calambres musculares en las piernas, pueden causar hinchazón de los tobillos , picazón en la piel y dolor en el área cuando se permanece sentado o de pie durante mucho tiempo.