Vida Moderna

Verdura para regular los niveles de azúcar en la sangre y fortalecer las vías respiratorias

En el caso de los vegetales, los especialistas recomiendan el consumo de la lechuga, debido a que es un alimento remineralizante, alcalinizante y refrescante.

17 de abril de 2023
La alimentación es uno de los aspectos claves que deben controlar los pacientes de diabetes.
La alimentación es uno de los aspectos claves que deben controlar los pacientes de diabetes. | Foto: Getty Images

Tener altos niveles de azúcar (glucosa) en la sangre puede generar graves problemas para la salud de una persona, que pueden derivar, incluso, en situaciones graves como el estado de coma y la muerte.

Los expertos han advertido que no mantener controlado el azúcar en el cuerpo puede conllevar a daños en los ojos, el corazón, los riñones, los vasos sanguíneos y los nervios.

En algunas ocasiones, al no atender las recomendaciones de los médicos, la persona puede sufrir alguno de los tres tipos de diabetes: tipo 1, tipo 2 y gestacional (que se hace presente durante el embarazo).

Entre las recomendaciones para evitar un alto nivel de glucosa y la aparición de diabetes están: perder peso y mantenerlo, seguir un plan de alimentación saludable, hacer ejercicio regularmente, no fumar y consultar con un médico para establecer un adecuado tratamiento para retrasar o prevenirla.

Se debe limitar el consumo de alimentos y bebidas con alto contenido de carbohidratos; no significa dejarlos a un lado del todo, pero sí hacerlo con menos frecuencia o en cantidades más pequeñas.

Se incluyen, entre ellos, los alimentos azucarados como dulces, galletas, pasteles, helados, cereales endulzados y frutas enlatadas con azúcar agregada, así como bebidas con azúcares añadidos: jugos, refrescos regulares y bebidas deportivas o energéticas regulares.

Nurse giving blood sugar test to patient in home
En algunas ocasiones, al no atender las recomendaciones de los médicos, la persona puede sufrir alguno de los tres tipos de diabetes: tipo 1, tipo 2 y gestacional (que se hace presente durante el embarazo). | Foto: Getty Images

Así mismo, arroz blanco, tortillas, panes y pastas, especialmente los elaborados con harina blanca, y verduras con almidón, como papas blancas, maíz y guisantes.

Entre esas recomendaciones, los especialistas también consideran importante limitar la cantidad de licor que se toma, así como la cantidad de grasa y sal que se consume.

Que consumir

Una de las principales alternativas es cambiar el régimen alimenticio, que sea más saludable, es decir integrar frutas y vegetales; granos integrales como trigo o arroz; cebada; quinua y avena; proteínas como carnes magras, pollo, pavo, pescado y huevos; nueces, fríjoles y lentejas, así como productos lácteos descremados o bajos en grasa como leche, yogur y queso.

En el caso de los vegetales, los especialistas recomiendan el consumo de la lechuga, debido a que es un alimento remineralizante, alcalinizante y refrescante. Por su alto contenido en agua, es un alimento muy hidratante, estimula el funcionamiento de los riñones y previene infecciones del tracto urinario.

Entre los beneficios de la dieta vegana se encuentra la reducción en el riesgo de enfermedades como cáncer y diabetes.
Una de las principales alternativas es cambiar el régimen alimenticio, que sea más saludable. | Foto: Getty Images

“La lechuga es un vegetal muy ligero que aporta 17 kilocalorías por 100 gramos. El principal componente de la lechuga es el agua (un 95 %), lo que la hace ideal para el verano, y tiene un bajo contenido energético dada su escasa cantidad de hidratos de carbono, proteínas y grasas”, según la experta del Departamento de Dietética de la Sociedad Española de Técnicos Superiores Sanitarios (SETSS), Eva Campoy.

Añadió: “En cuanto a vitaminas, podemos destacar tres antioxidantes, la C, la A y la E, que son estupendas para cuidar la piel y la visión”.

Por su parte, la dietista nutricionista Rocío Aparici Felip, quien es miembro de la Junta Ejecutiva del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (Codinucova), dijo que esta verdura cuenta además con otras dos vitaminas: la B y la K.

Tiene, además, grandes propiedades, además del conocido ‘para adelgazar’. Previene el estreñimiento por su contenido en fibra y agua, “controla el colesterol alto, combate la anemia, regula los niveles de azúcar en sangre, facilita la digestión y mejora el tránsito intestinal, es diurética y depurativa, y tiene propiedades que inducen al sueño y a la relajación”, según la experta.

Lechuga
En el caso de los vegetales, los especialistas recomiendan el consumo de la lechuga, debido a que es un alimento remineralizante, alcalinizante y refrescante. | Foto: Getty Images

Igualmente, señaló que “la lechuga es un alimento muy bajo en calorías, por lo tanto, la cantidad a consumir no está marcada. Sí es cierto que se debería combinar con otros alimentos para obtener un plato saludable y nutritivo, como en una ensalada de arroz con atún, maíz, tomate, pepino y zanahoria”.

Por la presencia de agua en la lechuga, se convierte en un gran aliado en el fortalecimiento de las vías respiratorias.

Riegos

La experta Eva Campoy dijo que esta verdura se debe consumir siguiendo un paso fundamental: se debe lavar, ya que de no hacerlo “puede provocar infecciones como la toxoplasmosis, especialmente peligrosa para mujeres embarazadas, niños, ancianos y personas con sus defensas bajas”.

Señaló que se pueden “producir dolor de cabeza, inflamación de ganglios y fiebre. Nos puede producir también diarrea, vómitos, náuseas y dolor abdominal. Dependiendo de la procedencia de esa lechuga, en muchas ocasiones puede contener bacterias, toxinas, gérmenes, pesticidas y restos de agroquímicos”.

Se debe lavar con agua, bajo el grifo y le podemos poner unas gotitas de lejía (apta para uso alimentario) y después enjuagar bien. Posteriormente, hay que secar bien las hojas. Para ello, existen en el mercado unos envases centrifugadores que son perfectos para eliminar el agua de la lechuga o también podemos ponerlas en un envase con papel de cocina para que absorba el exceso de agua”, indicó.

Para la experta, “lo mejor para conservar las lechugas una vez que las tenemos en casa es guardándolas enteras, en la nevera en la zona menos fría e intentaremos que las hojas no toquen las paredes. De esta forma, podremos conservarlas bien entre tres y cinco días, y mejor si las ponemos dentro de una bolsa”.

“Se recomienda lavar la lechuga cuando se vaya a consumir. Primero, se retiran las hojas del exterior que estén oscuras, blandas o secas. Se cortan las que se vayan a consumir y se colocan en un recipiente limpio con agua fría”, indicó, de acuerdo con el portal Cuídate Plus.

Dijo: “Se pueden añadir unas gotas de desinfectante para frutas y verduras o dos cucharadas de vinagre, y se dejan actuar durante dos minutos aproximadamente. Se escurre el agua y se enjuagan las hojas una por una. Se puede secar con papel de cocina o dejar en un escurridor mientras se preparan el resto de los ingredientes de la ensalada”.