Vinagre de manzana y bicarbonato: cómo usarlos para limpiar la piel

Si bien hace unos años se encasillaba sobre todo a la mujeres en lo que respecta al cuidado de la piel, es una preocupación que ahora también tienen los hombres, todos cuidando de su apariencia física.

Un artículo publicado por Clínicas Desmond -un grupo de cuatro centros dedicados a la prestación de servicios dermátológicos y de medicina estética en Chile- indica que la limpieza de cutis o higiene facial es una rutina indispensable para mantener la salud y luminosidad de la piel.

“Las glándulas sebáceas producen una sustancia grasosa llamada sebo, que tapa los poros de la piel, formando puntos negros, granitos e imperfecciones. Además, la contaminación a la que estamos expuestos a diario afecta a la juventud de la piel, dañando la película hidrolipídica y favorece la formación de arrugas. Estas impurezas permanecen en tu rostro obstruyendo los poros y opacando el brillo natural de la piel. Para evitar todos estos problemas es vital mantener tu piel limpia”, reseña.

De acuerdo con la entidad, previo a comenzar una rutina de limpieza, conviene saber qué tipo de piel tiene cada individuo para saber elegir los productos que se adaptan a sus necesidades. En ese orden de ideas, en palabras de Clínicas Desmond, estos son los tipos de piel que existen y los productos que se adaptan a cada una de ellas:

• Piel seca: casi no tiene impurezas, tiende a sentirse tirante y a formar arrugas. La superficie de la piel luce opaca y está deshidratada. En estos casos es importante utilizar productos con una hidratación que permitan recobrar la humectación natural de la piel.
• Piel grasa: tiene poros grandes y abiertos. La piel es gruesa, y presenta una buena hidratación. En estos casos, cualquier tipo de producto con oleosidad es desaconsejable.

• Piel mixta: suele ser grasa en la zona “T” del rostro, mientras que en los pómulos es áspera y tirante; es fundamental usar productos que indiquen en su formulación que son para este tipo de piel.

En ese sentido, hay algunos remedios naturales que ayudan a combatir y, en el mejor de los casos, eliminar las impurezas de la piel; uno de ellos es la mascarilla de vinagre de manzana con bicarbonato de sodio. Antes de anotar la receta, conviene entender los beneficios que aportan estos dos productos para la piel.

Por un lado, el vinagre de sidra de manzana es ampliamente utilizado en el campo de la cosmética por sus bondades para la piel, pues permite eliminar distintas bacterias, entre las que se incluyen las que provocan los brotes en la cara, según reseña un artículo publicado por la revista Vogue México. Del mismo modo, indica que este producto posee propiedades antiinflamatorias, ayudando a aliviar algunas dolencias de la piel.

En lo que refiere al bicarbonato de sodio, la doctora en química de la University College of Dublin, Laura González Islas, explicó en diálogo con Vogue que el bicarbonato sirve como un exfoliante facial y corporal. Asimismo, es una gran herramienta para eliminar los puntos negros, gracias a que su efecto alcalinizado y regulador del pH de la piel evita que se tapen los poros y, en ese sentido, surjan imperfecciones.

Dicho esto, la mascarilla que reseña el medio de comunicación es muy fácil de preparar: solo se necesitan tres cucharadas de vinagre de manzana, dos cucharadas de bicarbonato de sodio y cinco cucharadas de agua mineral. Todos los ingredientes de vierten en un recipiente y se mezclan hasta obtener una pasta homogénea; ya estará lista para su aplicación.

Vogue recomienda aplicar la mascarilla de abajo hacia arriba. Comenzar haciendo movimientos circulares con los nódulos en el mentón –barbilla– para continuar en la zona media y terminar en la frente. Dejar que actúe durante 20 minutos y después retirarla con abundante agua tibia. Explica que después de la segunda o tercera aplicación se notarán los efectos.