Salud
Vino: beneficios no compensan los daños de su consumo, según expertos
Algunas creencias asocian el consumo de vino con beneficios para la salud. ¿Qué tan reales son?
De acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, el vino tinto, con moderación, ha sido considerado como “saludable” para el corazón.
Al respecto, menciona que el alcohol y ciertas sustancias en el vino tinto denominadas antioxidantes pueden ayudar a prevenir la enfermedad de las arterias coronarias, afección que provoca los ataques cardíacos. No obstante, aclara que la relación entre esta bebida y la disminución de los ataques al corazón “no se comprende por completo”.
Parte del beneficio, según anota Mayo Clinic, consiste en que los antioxidantes en el vino tinto podrían aumentar los niveles de colesterol de las lipoproteínas de alta densidad, es decir, el colesterol bueno, y proteger contra la acumulación de colesterol. Sin embargo, reitera que los proveedores de atención médica no recomiendan la ingesta de bebidas alcohólicas para obtener beneficios en la salud del corazón.
Según reseña la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las guías de alimentación para ese país recomiendan que quienes toman alcohol lo hagan con moderación, siempre y cuando dicho consumo “no signifique un riesgo para ellos ni para otros”.
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Mayo Clinic cita algunos hallazgos de estudios sobre el consumo moderado de alcohol y sus beneficios para el corazón:
- Aumenta el colesterol de las lipoproteínas de alta densidad (HDL, o el colesterol bueno).
- Reduce la formación de coágulos sanguíneos.
- Ayuda a prevenir el daño arterial causado por los altos niveles de colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (LDL, o el colesterol malo).
- Puede mejorar la función de la capa de células que recubren los vasos sanguíneos.
Vale mencionar que la recomendación médica reitera que el consumo de alcohol debe ser moderado. Además, ante las dudas, lo más recomendable es acudir a un especialista de salud para evaluar la situación particular de cada persona.
En contraste con los estudios que sugieren beneficios para la salud del consumo de alcohol, especialmente del vino, otras investigaciones han demostrado que, aunque consumir un poco de alcohol puede reducir el riesgo de infarto de miocardio, “los perjuicios para otras enfermedades son mayores”, según recoge el portal El Español.
De acuerdo con el medio, investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el Hospital La Paz de Madrid, el CIBERESP y el IMDEA-Alimentación estudiaron a más de 2.000 personas mayores de 65 años que bebían alcohol o eran exbebedores y recogieron datos sobre su consumo de alcohol a lo largo de la vida, los cambios en su estilo de vida, enfermedades, etc.
Los investigadores, además, midieron el GDF-15 en sangre, un biomarcador de carga de enfermedad crónica que se encuentra elevado cuando existen enfermedades (incluso antes de la aparición de los síntomas). El estudio, financiado por el Plan Nacional sobre Drogas -dependiente del Ministerio de Sanidad de España- utilizó métodos de análisis de datos, como considerar todo el alcohol consumido a lo largo de la vida en lugar de solo el consumido en la actualidad.
“Esto permitió asignar a los exbebedores a los grupos de bebedores que les corresponderían, según el alcohol consumido a lo largo de la vida, en lugar de eliminarlos de dichos grupos. Así se evitan errores habituales en estos estudios, puesto que muchos exbebedores dejaron de beber por problemas de salud”, explican los autores.
El estudio incluyó el análisis por separado de personas con diabetes o enfermedad cardiovascular, así como de quienes no tenían dichas enfermedades. Además, cotejaron características sociodemográficas de los participantes, como su condición y estilo de vida.
En sus hallazgos, los autores identificaron que en las personas sanas (sin diabetes ni enfermedad cardiovascular), el consumo de alcohol solo se asoció a los niveles de GDF-15 en los que bebían mucho (más de dos copas diarias las mujeres y más de cuatro los hombres), aumentando un 2,7 % con cada copa de alcohol, resume El Español.
Respecto a las personas con preexistencias, quienes bebían habitualmente presentaban niveles de GDF-15 un 27 % más altos que las que bebían poco (menos de una copa diaria en las mujeres, y menos de dos en los hombres). Además, destacaron que el GDF-15 aumentaba casi en 2 % con cada copa de alcohol ingerida.
Los posibles beneficios del vino tinto y otras bebidas alcohólicas para la salud del corazón continúan estudiándose, precisa Mayo Clinic. No obstante, las personas que beben cantidades moderadas de alcohol, como vino tinto, “parecen tener un menor riesgo de enfermedades cardíacas”. Aún así, aclara que es necesario realizar más investigaciones para saber si el vino tinto es mejor para el corazón que otras formas de alcohol, como la cerveza o los licores.
De igual manera, reitera que es importante evitar el consumo excesivo de alcohol y consultar con un médico especializado para saber si su ingesta es pertinente, en caso de que la persona tenga problemas de salud como la diabetes o afecciones de tipo cardiovascular.