Vida moderna

Vitaminas para disminuir dolor en articulaciones: ¿cuáles son las recomendadas por expertos?

Hay nutrientes que favorecen la nutrición del hueso, el metabolismo óseo, la protección del cartílago y su mantenimiento.

5 de abril de 2022
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Las articulaciones, con el tiempo, se desgastan y pueden dar lugar a esta enfermedad. | Foto: Getty Images/iStockphoto

El dolor articular es solo uno de los síntomas clínicos de la artrosis. Se trata de una de las principales causas de discapacidad física en las personas mayores en todo el mundo. Las articulaciones, con el tiempo, se desgastan y pueden dar lugar a esta enfermedad.

La artritis involucra la degradación de las estructuras articulares, particularmente del cartílago el cual protege una articulación y permite que esta se mueva de forma suave. Este también absorbe el golpe cuando se ejerce presión sobre la articulación, como sucede cuando la gente camina. Sin la cantidad usual de cartílago, los huesos bajo el cartílago se dañan y se rozan. Esto causa dolor, hinchazón (inflamación) y rigidez, según el portal MedlinePlus.

Por esta razón, para prevenir estos problemas o ralentizar su progresión, Isabel Sañudo, jefa de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Clínico de Barcelona, sugiere un equilibrio nutricional, combinado con ejercicio y la reducción de los factores de riesgo como la sobrecarga articular y la obesidad.

Artritis
Sin la cantidad usual de cartílago, los huesos bajo el cartílago se dañan y se rozan. | Foto: Getty Images

Causas y factores de riesgo

  • Obesidad
  • Traumatismo
  • Envejecimiento
  • Ser mujer
  • Carga mecánica excesiva
  • Predisposición genética
  • Inflamación

Signos, síntomas y complicaciones

Los cambios estructurales en la artrosis pueden provocar varios síntomas y eventualmente progresar a una discapacidad física. Estos suelen estar presentes en rodillas, caderas, manos y columna:

  • Movilidad articular limitada.
  • Hinchazón.
  • Sensibilidad en la zona.
  • Crepitación con el movimiento.
  • Dolor y rigidez en las articulaciones.

Nutrientes

Hay nutrientes que favorecen la nutrición del hueso, el metabolismo óseo, la protección del cartílago y su mantenimiento.

“La vitamina C estimula la producción de colágeno, la vitamina D participa en la síntesis de proteoglicanos y la vitamina E mejora la protección de la matriz del cartílago por el aumento de crecimiento de los condrocitos. El selenio, el zinc, el cobre y el manganeso, así como los ácidos grasos poliinsaturados, parecen estar implicados en los procesos de elaboración del colágeno y en la reducción de la inflamación del cartílago”, explica Sañudo.

Silicio: participa en la síntesis de elastina y de colágeno, que optimizan la fijación del calcio y del magnesio en los huesos y estimula la formación y mineralización ósea.

Azufre: el azufre se encuentra en el colágeno, elemento que forma tendones, cartílagos y ligamentos.

Calcio y fósforo: complementan la formación, desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes, pero se ha de mantener un equilibrio, ya que “la abundancia o carencia de uno, afecta a la capacidad de absorber el otro”.

Magnesio: forma parte de las membranas de las células y la estructura ósea. “Debe estar en equilibrio con el calcio, dado que su carencia inhibe la síntesis de vitamina D, necesaria para la correcta mineralización ósea”.

Alimentos recomendados

Verduras y hortalizas:

  • Las de la familia de las coles, la cebolla, ajos y puerros contienen azufre en forma de aceites esenciales. “La cebolla ayuda a prevenir la pérdida de masa ósea gracias a su alto contenido en quercetina y es de ayuda para la osteoporosis”, dice la experta.
  • Verduras de hoja verde: otros como las acelgas, las espinacas y el brécol concentran buena cantidad de magnesio.

Aceite de oliva:

  • Este producto tiene gran contenido de antioxidantes para los tejidos.

Frutos secos y semillas:

  • Las pipas, sésamo, piñones y almendras tienen gran cantidad de magnesio, en este orden.
  • Las nueces, almendras, avellanas, cacahuetes y pistachos aportan fibra, mucha grasa insaturada, proteína vegetal y minerales como potasio, calcio, fósforo, hierro, zinc, entre otros.
  • Las frutas secas, como ciruelas, higos y dátiles contienen altas cantidades de polifenoles, que mejoran la masa ósea y aumentan la formación de tejido óseo, tanto en condiciones normales como de inflamación.

Cereales integrales:

Proteína animal:

  • Los pescados, las aves y las carnes magras son ricas en azufre.

Legumbres:

  • La soja duplica el contenido en magnesio de alubias y garbanzos, y triplica el de las lentejas. “Las legumbres contienen proteínas vegetales y aminoácidos que se complementan bien con los de los cereales. Cuando las legumbres y los cereales se asocian, el resultado es mejor”, sostiene Sañudo.
  • Las legumbres también contienen minerales (calcio, hierro y magnesio), vitaminas del grupo B y alrededor del 50 % en hidratos de carbono.

Frutas desecadas:

  • Por su perfil nutricional, Sañudo explica que “es ideal alternar las ciruelas desecadas con higos y dátiles”.
  • La razón es que tienen altas cantidades de polifenoles, que ayudan a restaurar la masa ósea y la estructura del hueso, además de aumentar los índices de formación de tejido óseo.