VIDA MODERNA
Vitaminas que se deben tomar para tratar la piel deshidratada
Una de las mejores formas de cuidar la piel es bebiendo suficiente agua.
La piel es el órgano más grande del cuerpo. Entre sus principales funciones está proteger al organismo de factores externos como bacterias, sustancias químicas y la temperatura. Estos elementos en el ambiente, como la luz ultravioleta (UV) del sol, pueden hacer que la piel se vuelva menos elástica.
Una de las mejores formas de cuidar la piel es bebiendo suficiente agua, pues el cuerpo necesita reponer los líquidos que pierde, por lo que la recomendación de los especialistas es consumir entre dos y tres litros diariamente. Este líquido no solo ayuda a mantener la piel hidratada, sino a que el organismo funcione bien, elimine toxinas y mejore procesos digestivos, lo que al final termina reflejándose en la salud de la piel.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, si una persona no recibe suficiente vitamina A, tiene mayor riesgo de desarrollar problemas oculares como ceguera nocturna reversible, pero también puede exponerse a presentar hiperqueratosis o piel seca y escamosa.
Esta sustancia es clave para ayudar a cuidar la piel debido a que interviene en la formación y regeneración de las células y tiene la capacidad de reparar aquellas que estén dañadas. Esto permite mejorar su condición, dándole una apariencia más suave y uniforme y juega un papel importante en su proceso de hidratación.
Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, la vitamina A se encuentra de forma natural en muchos alimentos entre los que se encuentran algunos tipos de pescado, como arenques y salmón. También hígado de vacuno y otras vísceras; no obstante se debe limitar su consumo de debido a que son ricos en colesterol. Asimismo, esta vitamina está en hortalizas de hojas verdes y otras verduras de color verde, anaranjado y amarillo, como espinacas, batatas, zanahorias, brócoli, y calabaza.
La vitamina C también es un nutriente integral para el cuidado de la piel. Actúa como antioxidante y es esencial para la producción de colágeno, colaborando de esta manera con la hidratación. Como resultado, la vitamina C ayuda a tener una piel más elástica y joven.
De igual manera, la vitamina D también ayuda a mejorar el estado de la piel. Jillian Kubala, dietista con maestría en nutrición en la Universidad Stony Brook de Nueva York, explica que, según investigaciones, se ha logrado determinar que la deficiencia de vitamina D puede aumentar la posibilidades de tener piel seca. Además, se ha demostrado que los suplementos de esta vitamina, mejora la resequedad y picazón en la piel, pues aumentan su hidratación.
¿Cómo cuidar la piel del rostro a los 30?
El portal Arbosana Farmacia brinda algunos consejos valiosos para las pieles de las personas que tienen o están próximas a cumplir 30 años.
Limpieza mañana y noche: uno de los errores más frecuentes es irse a dormir con maquillaje en la piel, esto aumenta el riesgo de que aparezcan arrugas de manera prematura; además reseca y apaga la piel. La limpieza y el desmaquillado son esenciales. Por la noche, lo ideal es la doble limpieza para eliminar todos los restos de maquillaje. Por la mañana, se puede usar una loción, mousse o jabón para eliminar los restos de los cosméticos de la noche, así como el sudor y otras toxinas que la piel acumula. También puedes optar por un agua micelar para limpiar la piel por la mañana.
Crema hidratante a diario: esta debe ser aplicada a diario en las mañanas para proteger la piel de la deshidratación. La idea es escoger una apta para cada tipo de piel y esta se debe aplicar luego de la limpieza y antes del protector solar.
Contorno de los ojos: la piel del contorno de los ojos es más fina y por eso envejece antes. A partir de los 30, si no se ha hecho antes, se recomienda hacer uso de un producto específico para esta zona. La idea es aplicar el contorno de ojos por la mañana y por la noche, después de la limpieza y antes del resto de cremas.
Protección solar a diario: la piel se debe proteger la piel de los rayos UVA, UVB, infrarrojos y luz azul, ya que son los principales responsables del envejecimiento de la piel; por eso es crucial el uso de protector solar que debe ser aplicado a diario sin importar el clima donde se encuentre la persona.