INVESTIGACIÓN.
¿Vuelven los mamuts?
Revivir animales extintos podría ser una realidad en los próximos años gracias a una nueva técnica de clonación.

La idea de traer a la vida especies desaparecidas de la faz de la Tierra hace miles de años parece sacada de la trama de una película tipo Jurassic Park. Pero la semana pasada la clonación de ratones que habían muerto hace 16 años y permanecían congelados a menos 20 grados centígrados abrió la posibilidad de que esto ocurra en un futuro no tan lejano. Desde 1996, con la oveja Dolly, la clonación sólo se había hecho a partir de muestras tomadas de animales vivos o de tejidos preservados en condiciones técnicas muy especiales, pero nunca de muestras congeladas, ya que se creía que el hielo dañaba el ADN de las células y por esto no podían ser usadas para este fin.
Los investigadores del Centro de Desarrollo Biológico de Kobe, en Japón, descongelaron los ratones y recolectaron los núcleos de sus células cerebrales para luego implantarlos en óvulos nuevos a los que se les había extraído el ADN. Un choque eléctrico hizo que estas células empezaran a desarrollarse hasta convertirse en embriones. Hasta ahí es el mismo proceso que se hace en una clonación común. Luego, el equipo japonés extrajo las células madre embrionarias y volvieron a sacar el material genético para injertarlo en otros óvulos nuevos que fueron colocados en una madre sustituta.
Según explica la bióloga Carolina Lucena, lo que hicieron fue una segunda clonación con el objetivo de mejorar la eficiencia del proceso. Los embriones logrados en la primera parte fueron procesados en el laboratorio para generar células madre embrionarias que se pueden multiplicar indefinidamente en el laboratorio. De éstas se puede obtener gran cantidad del material genético originario del animal para hacer la segunda clonación con células que ya tienen completa integridad genómica. "Como el material primario es tan escaso y de tan baja calidad, es eso lo que hace interesante este estudio, que por una vía indirecta se obtiene ese material mejorado y en grandes cantidades".
Del proceso nacieron cuatro clones del mismo sexo, el mismo color y la misma información genética de su padre congelado. Tras los buenos resultados, los investigadores fueron más allá y pusieron a soñar a la comunidad científica y al mundo cuando el líder del proyecto, Teruhiko Wakayama, afirmó en un comunicado que "las técnicas de traspaso de núcleos de células desarrolladas últimamente han mejorado notoriamente la posibilidad de revivir animales extinguidos. Será muy difícil, pero nuestro trabajo sugiere que ya no estamos hablando de ciencia ficción", dijo.
Y señaló que los mamuts, animales que desaparecieron hace unos 4.500 años y de los cuales hay miles de cuerpos congelados, especialmente en Siberia, podrían ser revividos junto con otras especies cuyos restos quedaron en regiones heladas de Alaska, Rusia, Canadá y Argentina. Pero esto no será fácil. Si bien el estudio con roedores demostró que el ADN se puede preservar por 16 años, otra cosa son 4.000 ó 40.000 años. Por otro lado, como con los ratones, se necesitaría de óvulos nuevos y de una madre sustituta, que en el caso de animales extintos no existen. En el caso de los mamuts se habla de que los elefantes africanos podrían ser buenos donantes, pero hay muchas posibilidades de que haya diferencias biológicas que impidan la clonación.
Otra de las aplicaciones de las que se está hablando es la de preservar animales en vía de extinción. La idea es que ejemplares de estas especies empiecen a ser congelados para clonarlos antes de que desaparezcan del todo. La nueva técnica permitiría que incluso en lugares en donde no haya presupuesto para ello, se preservaran congelados los animales, ya que no son necesarios criopreservantes ni laboratorios costosos: una nevera de cocina sería suficiente para mantener las muestras.
Pero para los detractores, estos proyectos son una pérdida de tiempo, ya que no se ataca el verdadero problema, es decir, lo que lleva a la extinción de las especies. Y mientras la contaminación ambiental y el calentamiento global sigan acabando con los hábitat de los animales, éstos, al igual que el mamut, se podrán revivir sólo para ser atracciones de zoológico.