Vida Moderna
¿Cuánto tiempo dura el dolor en el pecho antes de un infarto?
Los infartos se dan por llevar malos hábitos de vida.
El ataque cardíaco, o comúnmente conocido como infarto, se produce cuando se bloquea o se reduce gravemente el flujo de sangre que va al corazón, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además explicó que, por lo general, la obstrucción se debe a una acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias en las arterias del corazón (coronarias).
Por ello, si se llega a presentar los síntomas son:
- Dolor en el pecho que puede sentirse como presión, opresión, dolor, sensación opresiva o de dolor.
- Dolor o molestias que se propagan al hombro, el brazo, la espalda, el cuello, la mandíbula, los dientes o, a veces, la parte superior del abdomen.
- Sudor frío.
- Fatiga.
- Acidez estomacal o indigestión.
- Aturdimiento o mareos repentinos.
- Náusea.
- Falta de aire.
No obstante, el Diario AS, en su sección Deporte y Vida, señaló que hay ocho señales previas que podrían dar aviso de sufrir un ataque al corazón y que por lo general estas se pueden sentir un mes antes como, por ejemplo:
Lo más leído
- Cansancio.
- Dolor abdominal.
- Insomnio.
- Dificultad para respirar.
- Caída del pelo.
- Arritmia cardiaca.
- Sudoración excesiva.
- Dolor de pecho.
En este último síntoma es importante señalar que es el más común de todos, por ello es de suma importancia prestarle atención. De acuerdo con Healthline, los infartos “se presentan al centro o al lado izquierdo del pecho. Por lo general, dura más de unos pocos minutos. Puede irse y regresar. Puede sentirse como presión, estrechez, plenitud o dolor. También puede sentirse como acidez o indigestión”.
Además, es importante tener presente que, entre los factores de riesgo de un ataque cardíaco, se incluyen los siguientes:
- Edad. Los hombres mayores de 45 años y las mujeres mayores de 55 años tienen una mayor probabilidad de tener un ataque cardíaco que los hombres y las mujeres más jóvenes.
- Consumo de tabaco. Se incluye fumar y la exposición por largo tiempo al humo de segunda mano.
- Presión arterial alta. Con el tiempo, la presión arterial alta puede dañar las arterias que conducen al corazón. Cuando la presión arterial alta se produce junto con otras afecciones, como la obesidad, el colesterol alto o la diabetes, aumenta aún más el riesgo.
- Niveles elevados de colesterol o triglicéridos. Es muy probable que un nivel alto de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (el colesterol “malo”) estreche las arterias. Un nivel alto de ciertas grasas en la sangre, denominadas triglicéridos, también aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
- Obesidad. La obesidad está asociada con la presión arterial alta, la diabetes, niveles altos de triglicéridos o colesterol malo y niveles bajos de colesterol bueno.
- Diabetes. Los niveles de glucosa sanguínea aumentan cuando el cuerpo no produce una hormona denominada insulina o cuando no puede usarla correctamente.
- Síndrome metabólico. Este síndrome combina, al menos, tres de estas características: cintura ensanchada (obesidad central), presión arterial alta, niveles bajos de colesterol bueno, niveles bajos de triglicéridos y niveles altos de glucosa sanguínea. El síndrome metabólico hace que seas dos veces más propenso a tener una enfermedad cardíaca que las personas que no tienen este síndrome.
- Antecedentes familiares de ataques cardíacos. Si un familiar ha tenido un ataque cardíaco a una temprana edad (antes de los 55 años en los hombres y antes de los 65 años en las mujeres), se corre un mayor riesgo.
- Falta de ejercicio. La falta de actividad física (estilo de vida sedentario) está relacionada con un mayor riesgo de sufrir ataques cardíacos.
- Dieta no saludable. Llevar una dieta con alto contenido de azúcar, grasas animales, alimentos procesados, grasas trans y sal aumenta el riesgo de tener un ataque cardíaco.
- Estrés. El estrés emocional, como la ira extrema, puede aumentar el riesgo de tener un ataque cardíaco.
- Consumo de drogas ilícitas. La cocaína y la metanfetamina son estimulantes. Pueden provocar un espasmo de la arteria coronaria y ocasionar un ataque cardíaco.