Vida Moderna
Los ocho hábitos que ayudan a alargar hasta 20 años de vida
Expertos indican que estos hábitos pueden aplicarse a partir de los 40 o 50 años y aún así logrará ver cambios significativos en el bienestar y la esperanza de vida.
Un nuevo estudio que presentó la Sociedad Americana de Nutrición en el que participaron más de 700.000 veteranos de Estados Unidos, comprobó que las personas que adoptan ocho hábitos de vida a partir de la mediana edad, repercute significativamente en el el tiempo de vida comparado con quienes no aplican en su totalidad o aplican pocos de estos hábitos en el estilo de vida.
Según el estudio publicado en Nutrition 2023, evidenció que los hombres que tengan los 8 hábitos a sus 40 años, tendrían una esperanza de vivir al menos 24 años más que quienes no tengan ninguno de ellos. Mientras que las mujeres el resultado fue de unos 21 años adicionales de vida comparándolas con quienes no aplicaban ninguno de los hábitos.
1. Mantenerse físicamente activo:
La actividad física regular ofrece una amplia gama de beneficios para la salud. Desde mejorar la salud cerebral y controlar el peso hasta reducir el riesgo de enfermedades como las cardiovasculares y la diabetes tipo 2. Según el portal Centers for Disease Control and Prevention mantener una actividad física de almenos 10 minutos diarios, ayuda a reducir el riesgo de enfermedades infecciosas y algunos tipos de cáncer. No importa la edad, habilidades, origen étnico, forma o tamaño, todos pueden experimentar los beneficios de la actividad física. Hacer al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades graves. La actividad física también mejora la calidad de vida en sobrevivientes de cáncer. Aumentar la actividad física, incluso en pequeñas cantidades, puede prevenir miles de muertes prematuras al año. Dando más pasos al día también contribuye a reducir el riesgo de muerte por todas las causas. En resumen, la actividad física es una herramienta poderosa para mejorar la salud y prevenir enfermedades.
2. No adquirir una adicción a los opiáceos
Los opioides son un tipo de droga que incluye fuertes analgésicos recetados y drogas ilegales como la heroína. Según el portal MedlinePlus, estos pueden causar efectos secundarios como somnolencia, náuseas y estreñimiento, pero también pueden provocar una respiración más lenta y sobredosis potencialmente mortales. El uso indebido de opioides puede llevar al trastorno por consumo de opioides, una afección problemática y adictiva que puede causar problemas graves en la vida diaria. Para tratar el trastorno por consumo de opioides y las sobredosis, existen medicamentos efectivos como la naloxona, y se pueden combinar con terapia y apoyo familiar. Es fundamental seguir las instrucciones de un profesional de la salud al tomar opioides recetados y nunca compartirlos con otras personas.
Lo más leído
3. No fumar
Dejar de fumar tiene beneficios inmediatos y a largo plazo para la salud. En el portal del Insituto Nacional del Cáncer (NIH) explican que inmediatamente después de dejar de fumar, el ritmo cardíaco y la presión arterial vuelven a niveles normales, y la concentración de monóxido de carbono en la sangre disminuye. En unas semanas, la circulación mejora, hay menos producción de flema y disminuyen los problemas respiratorios. Con el tiempo, la función pulmonar mejora considerablemente. A largo plazo, quienes dejan de fumar reducen significativamente el riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas y otras enfermedades crónicas relacionadas con el tabaquismo. Además, aumenta la expectativa de vida, y quienes dejan de fumar a edades más jóvenes obtienen mayores beneficios. Es importante destacar que nunca es tarde para dejar de fumar y obtener mejoras en la salud.
4. Controlar el estrés
El primer paso para manejar el estrés es reconocer sus señales y las situaciones que lo provocan. Es importante evitar aliviar el estrés de maneras poco saludables, como comer en exceso o beber alcohol. En cambio, se deben buscar técnicas saludables para manejarlo, como hacer ejercicio regularmente, cambiar la perspectiva ante los desafíos, hacer actividades placenteras y aprender técnicas de relajación como la meditación o el yoga. Conectar con seres queridos, dormir lo suficiente y mantener una dieta saludable también contribuyen a reducir el estrés. Si se siente abrumado, es recomendable buscar apoyo de un profesional de la salud o considerar unirse a un grupo de apoyo.
5. Alimentación balanceada
Para mantener una alimentación sana y equilibrada, es recomendable incluir todos los grupos de alimentos, como lácteos, carnes, huevos, leguminosas, frutas, verduras, cereales y grasas. El portal de salud de Gob mx, aconseja aumentar el consumo de fibra, equilibrar la ingesta calórica con la actividad física, reducir grasas saturadas y azúcares, y preferir grasas insaturadas y sustitutos de azúcar. Es importante también disminuir el consumo de sodio y mantener una hidratación adecuada con al menos 2 litros de agua al día.
6. No consumir alcohol en exceso
El consumo excesivo de alcohol conlleva riesgos inmediatos para la salud, como lesiones, violencia, intoxicación y complicaciones en mujeres embarazadas. Según el portal (CDC) Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, a largo plazo, puede causar enfermedades crónicas como hipertensión, enfermedades cardíacas, cáncer, problemas de aprendizaje y memoria, afectar la salud mental y causar dependencia al alcohol. Reducir el consumo de alcohol ayuda a disminuir estos riesgos tanto a corto como a largo plazo.
7. Dormir bien
El sueño es fundamental para el bienestar físico y mental. Durante la noche, el cuerpo y la mente se regeneran, lo que mejora la concentración, la memoria y el rendimiento. El sueño también afecta diversos aspectos del cuerpo, incluidas las hormonas, el sistema inmunitario y la salud cardiovascular. La falta de sueño puede aumentar el riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas y problemas de salud mental. El portal (NIH) National Institutes of Health indica que un adulto promedio necesita entre 7 y 8 horas de sueño por noche para obtener los máximos beneficios. Sin embargo, muchas cosas pueden interrumpir el sueño, como el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse. Trastornos del sueño como el insomnio y la apnea del sueño son comunes y pueden afectar negativamente la salud y el bienestar. Es importante buscar soluciones y tratamientos para garantizar un sueño de calidad y mejorar la salud en general.
8. Mantener relaciones sociales positivas
Las relaciones personales tienen un impacto positivo en la salud mental y física. Estudios publicados por el portal Neural de España, demuestran que aquellos con buenas conexiones sociales experimentan menos ansiedad y depresión, aumentando su autoestima y empatía. Estas relaciones también fortalecen el sistema inmunológico y pueden alargar la esperanza de vida. Por otro lado, la soledad puede tener efectos negativos, como interrupciones en el sueño, presión arterial elevada y estrés. Tanto personas mayores como jóvenes son vulnerables si se encuentran aislados, lo que puede conducir a problemas de salud a largo plazo. Mantener conexiones íntimas, relacionales y colectivas puede mejorar el bienestar y la felicidad. Es importante cultivar amistades y dedicar tiempo a las relaciones para promover una vida saludable y plena.
El especialista en ciencias de la Salud del Departamento de Asuntos de Veteranos Xuan-Mai T narra que es impresionante cómo el simple hecho de aplicar dos o tres de estos ocho factores en la rutina diaria y la manera de vivir puede mejorar radicalmente la salud y el bienestar personal. “Los resultados de nuestra investigación sugieren que adoptar un estilo de vida saludable es importante para la salud pública y el bienestar. Cuanto antes mejor, pero aunque sólo se haga un pequeño cambio a los 40, 50 o 60 años, sigue siendo beneficioso”, dijo.